El músico fue demandado por lo que escribió en un artículo de opinión. ¿Incitación al odio o el derecho de expresarse?
El conocido músico argentino Fito Páez ha sido objeto de una demanda judicial que abrió un debate sobre qué es realmente libertad de expresión.
A mediados de julio, tras el arrollador triunfo en primera vuelta del actual jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri (quien logró eventualmente su reelección), Páez escribió un artículo de opinión en un diario de circulación nacional en el que criticó duramente a quienes decidieron darle su voto a Macri.
«A la mitad de los porteños le gusta tener el bolsillo lleno, a costa de qué, no importa. A la mitad de los porteños le encanta aparentar más que ser. No porque no puedan. Es que no quieren ser. Y lo que esa mitad está siendo o en lo que se está transformando, cada vez con más vehemencia desde hace unas décadas, repugna. Hablo por la aplastante mayoría macrista que se impuso con el límpido voto republicano, que hoy probablemente se esconda bajo algún disfraz progresista…», escribió el músico.
Pero la frase que más resonó, y generó largos debates en televisión y la red, fue: «Da asco la mitad de Buenos Aires».
Pero la frase no quedó ahí. Se convirtió en una bandera enarbolada por muchos quienes respaldan al oficialismo de Cristina Fernández de Kirchner y que se oponen a Macri.
Además, ahora es el centro de una acción judicial por parte de la organización no gubernamental Defendamos Buenos Aires, aceptada por un fiscal de la ciudad capital argentina.
«En base a la Ley 23.592 que castiga la discriminación acudimos a la Fiscalía y se aceptó la causa, fijándose una audiencia para el próximo 27 de septiembre. Ahí nosotros vamos a buscar de parte de Fito Páez una disculpa pública, transparente, certera y amplia», señaló a BBC Mundo Javier Miglino, de Defendamos Buenos Aires.
¿Pero es punible una opinión de un artículo de prensa?
El director de la escuela de periodismo de la Universidad de Palermo, Pablo Mendelevich, considera que no.
«Desde el punto de vista de la libertad de expresión está mal que se lo persiga judicialmente (a Fito Páez), lo que no significa para nada que yo convalide lo que dijo el músico, que está fuera de los límites de un artista o un intelectual, con respecto a un resultado electoral», aseguró a BBC Mundo.
«Fito Páez pasó los límites de lo tolerable con una palabra como ‘asco’ que es muy potente. Pero eso no es punible, no es un delito, sino de muy mal gusto. No es un delito», apuntó.
La Fiscalía de Buenos Aires citó a Páez a lo que se denomina una audiencia de conciliación. De no llegar a un acuerdo entre las partes se procedería a un juicio.
Según explicó Miglino, la constitución argentina establece el derecho a la libertad de expresión, pero señala que se tiene que responder por lo que se dice.
«En caso de que se menoscabe el derecho de otros entra la Ley Antidiscriminación. Aunque también apelamos en nuestra causa a la Convención Interamericana que afirma que estará prohibido por ley toda apología al odio», dijo Miglino.
Y agregó: «En ningún momento pedimos que se censure a Fito Páez ni al diario. Pero cuando una persona habla de que le da asco algo, de alguna manera está atacando algo o incitando al odio».
Horacio Rodríguez Larreta, jefe de gabinete del gobierno de Macri (criticado por el propio músico) salió en su defensa y rechazó este miércoles la causa judicial que se le inició a Páez.
«Yo creo que fue un error de Fito (…) Me parece que no sirve llevarlo a la Justicia. Me parece que el tema ya pasó. No sé de qué lo va a acusar la Justicia, cuál es el delito», señaló Rodríguez Larreta.
En la venidera sesión convocada por la Fiscalía los demandantes esperan que se retracte o explique su opinión expresada. Lo que probablemente genere un nuevo revuelo de atención mediática en los diferentes programas de debate argentinos, con línea editorial que favorezca o critique al gobierno de Cristina Fernández.
«De alguna manera puede ser considerada una actitud antidemocrática (la de Páez), porque no acepta el resultado de unas elecciones. Con la ironía de que luego en la misma ciudad de Buenos Aires gana Cristina (Fernández de) Kirchner (en las recientes primarias); entonces, qué pasó con esa mitad que le daba asco», dice Mendelevich.
