
Montaje asesorado por psicólogo muestra la demencia de una típica familia chilena
Escrita por Ignacio de Vries y dirigida por Eduardo Herrera, El fin de mis días se presentará durante julio en el Teatro de La Aurora en el Barrio Italia. El elenco lo componen Regildo Castro, Patricia Velasco, Karl Scott, Patricia Díaz, Jimena del Barrio y de Vries, quienes contaron con la asesoría del psicólogo Enrique Chia para retratar una realidad que se vive en muchos hogares chilenos.
«El fin de mis días» narra la historia de una familia disfuncional, reunida en torno a una celebración, con motivo de la partida del mayor de tres hermanos. Instalados en el patio de la casa, un espacio de libertad para ellos, Juan José, el mayor, José Luis, el hermano del medio, y María José, la menor, recuerdan el pasado, enjuician el presente y se proyectan en el futuro. Ese momento de conciencia es el punto de partida del montaje.
En la obra del dramaturgo Ignacio de Vries, las figuras de la abuela, el abuelo y la madre (y en gran medida la de un personaje inexistente y que se relaciona a un horrible secreto, el padre ausente) intervienen permanentemente, mostrando una fractura de relaciones y evidenciando la génesis del problema, la carga genética que todos tenemos y de la que no podemos escapar. Mientras los hermanos reflexionan respecto a sus vidas, los sueños rotos y la cruz que deben cargar, la atmósfera de violencia e inhumanidad que prima en la casa empieza a contagiarlos y a revelar su oscura naturaleza.
“Los abuelos se mantuvieron juntos aunque son dos islas, la madre no desarrolló una vida propia y los tres jóvenes son profesionales pero no son capaces de escapar de los errores de su familia. Entonces la obra es una ilusión, un absurdo de la vida: olvidar el origen, la familia, lo que es un imposible, pues tenemos lealtades invisibles que nos obligan a ser y a accionar conductas repetitivas. Como dice uno de los personajes, ‘venir mal de fábrica’”, explica el director de la puesta, Eduardo Herrera.
La escenografía remite al patio de una casa cuyos muros son transparentes y dejan ver el comportamiento de todos los integrantes de esta familia en su privacidad. “Está en sintonía con un tema importante de la obra, que es la necesidad de enfrentar la verdad. Cuando no se evidencian los problemas finalmente todo sale a flote de la peor manera, es decir, violentamente. Y esa es la realidad de muchas familias en Chile”, explica el director.
El montaje –ganador de un Fondart- cuenta con un elenco encabezado por el experimentado actor Regildo Castro (Los que van quedando en el camino) por Patricia Velasco, Karl Scott, Patricia Díaz, Jimena del Barrio e Ignacio de Vries. También participaron en la creación del montaje, el músico Sebastián Jatz y el diseñador Pablo de la Fuente.
También participó el psicólogo de la Universidad Católica, Enrique Chia, quien estudió teatro en su juventud y ahora asesoró el proyecto en relación a los trastornos de un abuso, de una partida y de una familia donde conviven tres generaciones, de las lealtades invisibles que aparecen en gestos o patrones de conductas de los que cuesta escapar.
La obra se presentará del 5 al 28 de julio en el Teatro de la Aurora (Av. Italia 1133). Funciones: viernes y sábado a las 21 horas, domingo a las 20 horas.