“El modelo reproduce la injusticia y el resentimiento dentro de las familias”
El profesional además analiza el quiebre entre la estructura familiar conservadora y autoritaria y una estructura más liberal y permisiva. “Falta sincerar esa situación, tanto legal como moralmente”, dice Chia, quien también estudió actuación y aportó sus conocimientos para la obra “El fin de mis días” en cartelera hasta mañana en el Teatro de la Aurora (Barrio Italia).
Hace casi 20 años Enrique Chia decidió estudiar teatro. Aunque nunca ejerció como actor, su paso por los talleres vespertinos en el Club de Teatro de Fernando González, le dejó compañeros inolvidables como la Katyna Huberman y Óscar Fertilio, ginecólogo que trajo al mundo a su hija. También las enseñanzas de maestros como Fernando González, Claudio Pueller, Annie Murath, Cristián Marambio y Eduardo Herrera, director que lo invitó a participar como psicólogo en la obra de teatro “El fin de mis días”, que termina sus funciones este fin de semana en el Teatro de la Aurora (Av. Italia 1133).
Su misión en esta obra -escrita por el dramaturgo y actor Ignacio de Vries, aborda la violencia al interior de una casa habitada por tres generaciones de una misma familia-, fue revisar y analizar algunos de los aspectos psicológicos y motivacionales de los personajes, dada su experiencia de 28 años como director del diplomado de psicología forense y experto en áreas como la psicología jurídica y la psicología de las crisis, emergencias y cambio.
A su juicio “El fin de mis días” plantea una problemática que se repite en la sociedad chilena: “La disfuncionalidad sistémica, la incomunicación, la incapacidad de escuchar al otro, de ponerse en el lugar del otro, la percepción distorsionada de la realidad y de los afectos, el temor a la soledad y las soluciones violentas y rabiosas. Todas pueden leerse perfectamente como una metáfora de nuestra sociedad actual”.
-¿Cuánto aporta el modelo económico neoliberal a esta distorsión de la convivencia a escala familiar?
-Mucho. Existe un modelo que pone el centro en el éxito económico y el poder individual, dejando todo lo demás en un plano secundario, estableciendo una dinámica recurrente y permanente establecida de injusticias, desigualdad y resentimiento que en algún momento transgeneracional va a estallar violentamente, ya sea de forma física o simbólica.
-Sin embargo violencia intrafamiliar ha existido siempre.
-Exactamente, lo que pasa es que antes era social y legalmente aceptada: el padre o jefe de hogar tenía la potestad de castigar tanto a esposa como a hijos si estimaba que estaban faltando a sus deberes o al respeto jerárquico. El tema de la violencia intrafamiliar surge en Chile recién con la vuelta a la democracia y la primera ley de violencia es de mediados de los 90 por lo que se produce un estallido de casos y consultas. El problema es que es muy difícil desprenderse de la tradición patriarcal autoritaria en que la mayoría de los adultos actuales nos hemos criado y que de alguna manera también hemos sido influidos por esos valores y estilos. Lo que se ve actualmente es una lucha frontal entre dos formas opuestas de educación, crianza y valores: el buen trato y el mal trato. Antes solo existía el maltrato, y la necesidad de poder desprenderse de ese lastre que es el trato violento es el que lleva a que exista mucha consulta psicológica por estos temas y que la percepción social así también lo confirma.
-Chile es una sociedad muy conservadora en el discurso y bastante más liberal en los hechos.
-Podemos decir que la estructura familiar chilena percibida y enunciada es muy rígida, conservadora, autoritaria y poco permeable a los cambios, pero también podemos decir que en los últimos años la estructura familiar real ha cambiado y es mucho más liberal, informal y permisiva, y falta sincerar esa situación, tanto legal como moral y psicológicamente. Es necesario revisar las estructuras y darse cuenta que las personas requieren y exigen otro tipo de organización y de relación, donde las jerarquías, las formalidades, el trato y los derechos y deberes sean distintos, si no sucede en algún momento nos va a pasar la cuenta.
Compañía: Escena A Contraluz
Director: Eduardo Herrera
Dramaturgia: Ignacio de Vries
Actores: Regildo Castro, Patricia Velasco, Karl Scott, Patricia Díaz, Jimena del Barrio y Ignacio de Vries
Temporada: Del 05/07/2013 al 28/07/2013
Lugar: Teatro de la Aurora
Dirección: Avenida Italia 1133
Horario: Viernes y sábado a las 21 horas, domingo a las 20 horas.
Precios: General: $6.000. Estudiantes y tercera edad: $3.000.