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Sergio Riesenberg: «La televisión pública de hoy es temerosa y facilista» El ex director fue invitado a dictar una charla sobre TV al Instituto Arcos

Sergio Riesenberg: «La televisión pública de hoy es temerosa y facilista»

En el marco de la charlas del instituto Arcos y la productora Moba «La televisión sin cortes», Riesenberg se mostró crítico y enfático al afirmar que «la televisión debe elevar el nivel intelectual de la sociedad a la cual tiene que servir. Si eso no sucede, será un pasatiempo que la gente prenderá o apagará según las circunstancias».


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Hoy, Sergio Riesenberg no está detrás de las cámaras o de las perillas, como le decían en los 80. El periodista, actor y director de TV, quien es dueño de un Emmy por la transmisión en Estados Unidos de una de las versiones del Festival de Viña, hoy tiene una vida pausada, lejos de la algarabía de los programas de televisión en vivo de hace 20 o 30 años. La industria de la televisión ha cambiado con el mundo digital, pero a Riesenberg no le preocupa el formato, le preocupa la forma de cómo se está haciendo televisión. «Existen muchos talentos en este país que nos estamos perdiendo porque la televisión de hoy es facilista y temerosa, en definitiva realmente fome”.

En el marco de la charlas del instituto Arcos y la productora Moba «La televisión sin cortes», Riesenberg  se mostró crítico y enfático en afirmar que «la televisión debe elevar el nivel intelectual de la sociedad a la cual tiene que servir. Si eso no sucede, será un pasatiempo que la gente prenderá o apagará según las circunstancias».

El ingreso a la pantalla de 525 líneas de uno de los primeros directores del Festival de Viña ocurrió en 1962, durante su primer año de estudiante de Periodismo en la Universidad Católica. “El subdirector de la escuela de la UC, era a su vez el director de Canal 13, él me invitó a animar un programa de elección de reinas. Luego continué haciendo puestas en escena, animando y observando de qué se trataba todo este nuevo mundo”.

Pero su momento llegó por casualidad. “Algo le pasó al director y tuve que hacerme cargo de la programación de ese día, en tiempos que la TV transmitía 3 días a la semana y por algunas horas”, contó.

Formado en la producción televisiva en directo siente que esa experiencia le formó el carácter como realizador. “Es una escuela de verdad, una experiencia impagable, hoy son muy pocos los directores que se atreven a hacer TV en directo, todos se ponen nerviosos”, dijo.

Aficharcos

Según el ex director de TV, esa falta de atrevimiento, de querer hacer cosas distintas, en beneficio de la calidad y el público, no se aprecia sólo en la falta de carácter a la hora de hacer TV en vivo, sino que se ve en la falta de creatividad, y el público es muy claro en eso, señala. «La gente está aburrida de ver más de lo mismo. Surge un esquema y se copia de inmediato”.

“Los mismos invitados diciendo lo mismo en diferentes programas; más que aburrido, llega a ser exasperante”, exclamó. “Todo esto quiere decir que tenemos una televisión pensada y estructurada desde escritorios, desde la oficina. Está bien, pero hay que salir a la calle, caminar por la ciudad. Hay que mirarla, observarla, descubrir”.

“Hay mucha gente creativa, y ellos tienen que pelear con los que prefieren repetir las cosas. Esos que repiten lo que quieren en el fondo lo único que buscan es cuidar sus trabajos en vez de hacer televisión, que implica correr riesgos e inventar, innovar”, sostuvo.

Un ejemplo de innovación, recuerda Riesenbeg, fue cuando se grabó en la Antártida un programa con Los Jaivas en 1983, cuando nadie pensaba que eso fuera posible. «La buena televisión surge de la razón y no de la fuerza. Se debe escuchar y proponer para llegar a un acuerdo, y con Los Jaivas es muy fácil trabajar”.

Uno de los hitos que con mayor frecuencia le son asociados al director es el Festival de la Canción de Viña del Mar. “Es un programa que me llena de sensaciones encontradas. Gracias a él me gané el mayor de mis reconocimientos, cuando me premiaron con el Emmy compitiendo con norteamericanos, pero definitivamente no es lo más importante que he hecho en TV”, sostuvo.

Entre los hitos que destaca Riesenberg cuenta a Martín Rivas, que dirigió para Televisión Nacional. “Yo creo que es el único proyecto que realicé sin presupuesto. Me dieron de todo en TVN. El móvil a color recién llegado, en fin, fue una tremenda producción”, recordó.

“Como director he tenido presupuestos holgados, pero también he administrado pobreza. Cuando te entregan la posibilidad de trabajar sin presupuesto, sientes respaldo y satisfacción. La preocupación entonces como director está en la puesta en escena, hacer que la estética y el ritmo funcionen, y finalmente que haya un juego de seducción creíble”, remató.

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