La historia de amor oculta tras “Gente”, la canción más popular de Florcita Motuda

Te miro… Gente

Te respiro… Gente

Y acerco mis manos

Y te siento… Gente

Así parte la más famosa canción de Raúl Alarcón, alias Florcita Motuda, popularmente conocida como “Gente”, pero cuyo título original es “Brevemente Gente”. ¡Quién no la ha escuchado, cantado, tarareado o reconoce!

Lo que pocos saben o recuerdan -a propósito del Día de los Enamorados o Día de San Valentín- es que el oriundo de Curicó pensó originalmente esta canción para dedicarla no a la gente sino a uno de sus amores juveniles, modificando el nombre de la musa de su inspiración por “gente”.

La historia conocida de la canción es que con ella el cantante nacional participó en la competencia internacional del Festival de Viña del Mar el año 1977. Gracias a su trabajo e histriónica propuesta sobre el escenario, Florcita Motuda obtuvo ese año el premio al mejor intérprete.

 De una simple canción de amor con dedicatoria a himno galáctico

Pero no todo parte como se cree ni termina como se espera. El origen de la composición de Florcita está en la búsqueda de una forma de acercarse a una amiga, según cuenta el mismo Motuda, porque la primera intención con la que la hizo fue buscar la manera de llamar la atención de una compañera para crear algo más que una amistad.

“Había una compañera de clase en el Conservatorio que se llamaba Valeska y yo era su amigo”. Hasta ahí todo bien. El problema se presentó en la forma con la cual Valeska veía a Raúl. “Ella me encontraba su mejor amigo. Entonces yo no podía expresar mis sentimientos hacia ella, así que ahí fue que la escribí”, confiesa.

En cuanto a la letra buscaba esa confesión. “Te miro, te respiro, te acerco mis manos. Eso fue el principio del tema”. El problema vino con el nombre de la mujer deseada. Según manifiesta el cantante, “Valeska no pegaba con la canción. Además buscaba hacerlo con disimulo”. De ahí, entonces, que para referirse a esa persona, modificó el Valeska por “gente”.

“Ese escrito quedó por ahí y un día que decidí hacer una canción se me vino la idea de que era un ser del espacio y empezó a agarrar una textura galáctica”, narra el músico nacional.

Lo que en un principio fue una creación dedicada al amor personal, con el tiempo evolucionó en un himno social, con una mirada más amplia y menos restrictiva a ese enamoramiento puntual. “Al principio era una canción de amor, pero tiempo después tuve otra interpretación de lo que había escrito”.

Señala además que con la propuesta de escribir una canción para el Festival de Viña del Mar le dio vueltas a la idea y pensó que las canciones repetían su destinatario y no abordaban el amor en un más amplio sentido. “’La gente’ se centraba mucho en el amor personal y no había amor a la galaxia, amor a la vida, a otros temas que involucra el amor”, cuenta.

Foto: Constanza Araya

De esta forma, la ampliación del punto de vista original de la canción por uno más sideral marcó la carrera del cantante, que para ese entonces, 1977, fue revelación de su época. La canción con el tiempo se transformó en un ícono de la música popular chilena y ha sido la base para que distintos músicos, a partir de su original letra, jueguen y modifiquen su sonoridad, incorporando nuevos arreglos e instrumentos, como Manuel García o Tea Time (Los Tetas) y Juan Sativo (Tiro de Gracia).

“Para mí fue un himno galáctico, dedicado al espacio que no vemos y que está lleno de vida. Incluso a los planetas. Hasta ahora mantiene la esencia con la cual fue compuesta. Todo el mundo la conoce”, señala.

Difícilmente algún Romeo dedique esta canción hoy a su Julieta, pero consultado sobre si cabría la posibilidad, Flor responde: “Es una canción para dedicar a temas que no tienen relación con el amor personal ni con festividades que llamen a comprar ni a consumir para dárselo a la polola”.