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Pancho Melo y Necrolovers, el demencial cortometraje de terror de Víctor Uribe Con su obra anterior “Un día Sagrado” el realizador ganó el premio Pedro Sienna

Pancho Melo y Necrolovers, el demencial cortometraje de terror de Víctor Uribe

Pasaron más de 11 años para que el proyecto lograra concretarse. Antes de Melo, el protagonista fue un demente real, quien se lanzó de un muro de cinco metros al interpretar mal una instrucción del director. La historia que narra el recorrido de un psicótico al Cementerio General guarda referencias claras al expresionismo alemán y al cine gótico italiano. Aunque en Chile el cortometraje no es muy visto, en el extranjero ha arrasado en premios. Fue seleccionado entre los tres mejores cortos del Festival de cine de Terror de Transilvania.


Hace 14 años el realizador Víctor Uribe, entonces estudiante de cine, quedó trastocado al ver la versión nacional, en teatro, de Metamorfosis, de Kafka. Más allá de la transformación de Gregor Samsa, su atención la concentró el protagonista: Francisco Melo, el hombre cucaracha. “Él estaría fantástico para mi historia”, imaginó.

Mientras ejercía labores de producción de la película Tuve un sueño contigo de Gonzalo Justiniano, Uribe se topó con Melo y le presentó el guión de Necrolovers, su necrofílico proyecto. El actor se interesó, le gustó la historia y el estilo, pero a poco andar Uribe se amilanó y cayó en cuenta de su realidad. No tenía ni uno y menos nombre, como para atraer verdaderamente a un actor famoso. Divagaba en eso, cuando -lo que parecía ser la solución al problema- lo tomó por asalto. Un hombre con rostro desvencijado y mirada perdida se paró frente a él.

“La verdad es que este hombre tenía cara de cadáver o por lo menos fue la primera sensación que tuve al verlo”, recuerda el director. La expresión mortuoria en el rostro de esta persona calzaba perfecto para su historia. Estaba dispuesto a sacrificar a Melo por su reemplazante, aventuró.

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“La cosa es que lo seguí y resultó que trabajaba en un local de entretenimientos en el barrio universitario. Tras observarlo un rato me acerqué a él y me presenté. Le comenté que tenía una idea (para una película) y que me gustaría que actuara en ella. El hombre no entendía nada. Me pidió que hablara con su jefe y así lo hice. Ahí me explicaron que este señor sufría de esquizofrenia”, cuenta Uribe, para quien dirigir a un discapacitado mental, le resultaba aún más enloquecedor.

Después de largas conversaciones con el jefe y la familia, consiguió que lo autorizaran para rodar la película. Obtuvo los permisos para filmar en el Hospital Psiquiátrico y en el Cementerio General y se lanzó. ¡Fue un desastre! El sujeto estaba realmente enfermo. En el primer día de rodaje tuvieron un accidente que casi resulta fatal. Su actor se lanzó desde un muro de 5 metros de altura al vacío, al interpretar mal una instrucción del director y al tercer día simplemente desapareció.

Así, pasaron 11 años y tuvo que volver al punto de partida. A Pancho Melo.

A la caza del actor

Víctor Uribe estudió cine en el IACC a fines de los 90 y desarrolló su carrera en el mundo de la publicidad como muchos de los cineastas chilenos. Paralelamente participó en cuanto proyecto cinematográfico pudo, desde trabajos sencillos como asistente de cámara hasta algunas colaboraciones con Ricardo Larraín, Alejandro Jodorwosky, Raúl Ruiz y Fernando Trueba.

Pero lo de Víctor siempre ha sido el rock. Potente y a la vena. Lo suyo -sostiene- son historias con oscuridad y humor. “Mucho humor negro”, remarca.

Su primer cortometraje fue Un día sagrado por el que obtuvo el 2010 el premio Pedro Sienna como mejor cortometraje de ficción. Es una historia de crímenes absurdos con actuaciones notables de Fernando Farías, Luis Dubó, Edinson Díaz y Ramón Llao, entre otros.

Con el premio en sus manos y financiamiento, volvió a la carga por Melo.

“Me pareció una oportunidad apoyar un proyecto de esta envergadura.  Además intuía o quizás quería que Necrolovers llegara a ser una película que provocara, quería que fuera más que un simple corto de terror, una obra que diera que hablar. Y creo que Vitoco lo consiguió, no sólo con su energía inagotable y la claridad de su objetivo, sino también con la ayuda de mucha gente que creyó en él, porque su proyecto era honesto, verdadero y genial”, explica el actor, quien reconoce que lo primero que lo sorprendió fue “la pasión y energía que ponía (Uribe) en su sueño” y la innovación en “la estética, estilo e historia”.

Festival de Transilvania

Necrolovers es un cortometraje sin diálogos que rinde homenaje a dos estilos cinematográficos ya extintos: el cine expresionista alemán y el cine gótico italiano. En el argumento, emociones universales como la soledad, el amor y la locura se conjugan con la muerte y son expuestas a través de una estética preciosista y absolutamente cinematográfica.

La influencia visual en el uso de sombras, encuadres descentrados y ángulos de cámara se fusionan con lúgubres atmósferas góticas.

La historia trata de un enfermo mental que logra escapar de un hospital psiquiátrico, ayudado por una extraña fuerza de mujer. Esta presencia lo guía hasta un antiguo cementerio donde descubre saqueadores profanando la tumba equivocada. Fuerzas sobrenaturales se unen a la ira del loco desencadenando un final apocalíptico.

Rodada íntegramente de noche en sets que se crearon especialmente para FX y en dos escenarios históricos de la ciudad de Santiago como el antiguo Hospital Psiquiátrico San José y el Cementerio General, la película terminó de filmarse el 2013. A partir de ahí ha obtenido un sinnúmero de premios, siendo uno de sus mejores logros haber sido seleccionada entre los tres mejores cortometrajes del Festival de Cine de Terror de Transilvania.

Víctor Uribe

Víctor Uribe

“Tuvo una increíble recepción, a los rumanos y personas de otros países les llamó la atención que una película de cine fantástico viniera de Chile, ya que el director chileno más conocido por ellos era Sebastián Lelio, quien -por esos días- estaba presentando Gloria. La cosa es que Necrolovers les encantó y la comentaron mucho”, cuenta con orgullo el cineasta. Luego vinieron otros reconocimientos como el Primer lugar en la categoría cortometraje del Festival de cine de Girona, en Barcelona, y en el Festival Rojo Sangre, de Buenos Aires, entre otros.

Aunque desde la idea a la materialización de la cinta pasó más de una década, Pancho Melo no oculta su satisfacción por los logros de esta aventura cinematográfica, cuyo género en Chile carece de buenos cultores.

“Después de todo lo que significó para Vitoco llevarla a la pantalla, entre muchas otras cosas, conseguir las platas, coordinar los tiempos, afinar el guión, conseguir locaciones, planificar la filmación, filmar de noche, ensayar los efectos, ganarse amigos, perder amigos, reconciliarse con algunos…etc. Me pareció sin exagerar extraordinario. Y me refiero a fuera de la norma, ya que su creador en ningún momento, de ese largo, difícil  y a veces tormentoso viaje, cedió ni una milésima frente a la posibilidad de no llegar a realizar exactamente lo que él tenía en su cabeza. El resultado es un ejemplo de un trabajo sin autocomplacencias, sin tranzar frente a las dificultades, una lucha constante frente a los obstáculos del cine en Chile que a veces te hacen hacer lo que puedes hacer y no lo que quieres hacer. El rigor de Vitoco rompió ese sino trágico de la producción artística nacional. Al principio quizás a un alto costo pero, el tiempo y los reconocimientos han hecho valer el esfuerzo”, comenta.

Otro de los puntos altos de esta película fue la cuidada composición musical que corrió por cuenta de Jorge Aliaga, quien ha sido recientemente nominado a los Premios Altazor como mejor música incidental para audiovisuales, categoría en que compite con Camilo Salinas, autor de la banda sonora de la serie Los 80.

“El aporte musical de Jorge Aliaga al resultado de Necro es tremendo. Encontrar una comunión entre lo visual y lo musical en el cine no es fácil. Sobre todo si se trata del cine de Vitoco, pero creo que la violencia y oscuridad aportada por Jorge potencia el espanto del mundo de Necrolovers”, afirma Melo.

Por lo pronto, Uribe se prepara para debutar este jueves 8 de mayo en La Batuta como director del nuevo video clip de la banda metalera BOA con la canción “Sicópata”.

“El metal y el punk rock son parte de la banda sonora de mi vida”, remata.

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