Publicidad
Turismo accesible: Recorriendo Atacama en silla de ruedas Opinión

Turismo accesible: Recorriendo Atacama en silla de ruedas

Durante las vacaciones de 2014, nuestra columnista, pudo apreciar cuánto le falta a Chile por mejorar en torno al turismo accesible. En su recorrido también se dio cuenta de que sí existen playas que están implementando avances en este ámbito. Se entiende como turismo accesible al complejo de actividades originadas durante el tiempo libre orientado al turismo y la recreación, que posibilitan la plena integración desde la óptica funcional y psicológica de las personas con movilidad y/o comunicación reducidas, obteniendo durante las mismas la satisfacción individual y social del visitante y una mejor calidad de vida.


soledad alamosEn el verano del año 2014, decidí irme de vacaciones al norte del país, específicamente a Bahía Inglesa y sus alrededores. El recorrido fue más o menos el siguiente: Copiapó, Caldera, Bahía Inglesa, Playa La Virgen y Pan de Azúcar.

Durante este periplo, pude apreciar cuánto le falta a Chile por mejorar en torno al turismo accesible, a su vez, me di cuenta que sí existen playas que están implementando avances en este ámbito. Se entiende como turismo accesible al complejo de actividades originadas durante el tiempo libre orientado al turismo y la recreación, que posibilitan la plena integración desde la óptica funcional y psicológica de las personas con movilidad y/o comunicación reducidas, obteniendo durante las mismas la satisfacción individual y social del visitante y una mejor calidad de vida.

A continuación les contaré como me fue en este viaje.

bahia

Con respecto al alojamiento, intentaré hacer una comparación de dos camping distintos, el primero llamado Bahía Club, el cual, se encuentra ubicado a unos 6 kilómetros de Caldera. Este recinto, si bien se destacaba por la amabilidad y buena voluntad del personal no se encontraba del todo habilitado para el desplazamiento de una persona con movilidad reducida (no tenía baños especiales, ni tampoco un sendero para llegar de forma relativamente fácil a tu sitio, ya que, en su mayoría el suelo estaba compuesto de arena). En lo personal, yo no me hago mayor problema y soy capaz de adecuarme a casi cualquier situación, más que mal yo elegí irme a un camping y no a un hotel ultra accesible. Sin embargo, me pregunto ¿No deberíamos tener todos la opción de elegir donde ir? ¿Por qué los ciudadanos que poseen algún tipo de discapacidad tienen que alojarse en hoteles que en su mayoría son muchos más costosos con tal de que estos sean accesibles? ¿dónde queda el espíritu de aventura de las personas que poseen algún tipo de discapacidad?

Para llegar a Pan de Azúcar, lo más fácil es contratar una empresa de turismo que te lleva por el día para que disfrutes del Parque Nacional, el precio es un poco elevado pero desde Caldera vale la pena porque la distancia es de aproximadamente unos 100 kilómetros. Nos costó gran trabajo a mi con mis amigos que una de estas Van nos quisiera llevar, ya que, decían que era muy complicado la accesibilidad en el Parque para una silla de ruedas. Sin embargo, finalmente lo logramos y nos llevó un señor muy amable que nos hizo hincapié a lo largo del trayecto que él era el único que trasladaba a personas con discapacidad para paseos en esta región. A su vez, al llegar al parque nos encontramos con la sorpresa de que con permiso de la CONAF se puede llegar hasta el mirador en auto y que los senderos son en gran parte accesibles si uno va acompañado y con cuidado. De esta forma, recomiendo a todos a visitar este mágico lugar ubicado en el farellón costero, donde encontrarán la principal área de protección de flora y fauna en medio del desierto.

pan de azucar

Es así, como decidimos quedarnos en este camping que cuenta con:

Una rampa de acceso para ir al Centro de Información Ambiental;

Baño con accesibilidad universal;

Sitios de Camping para personas que poseen alguna discapacidad física

Por otra parte, actualmente se está construyendo senderos y un mirador accesible en el parque. De esta forma, creo que es muy importante recalcar el gran trabajo que está realizando la CONAF para implementar el turismo accesible en diversos Parques Nacionales del país. A su vez, es fundamental la visibilidad de las personas que posean algún tipo de discapacidad para que utilicen estas infraestructuras, ya que, esta será la única manera de ir mejorando  los accesos y motivando tanto a los diversos organismos del Estado como a los entes privados en invertir en la construcción de lugares turísticos accesibles.

Por otra parte, me gustaría referirme a la playa de Bahía Inglesa. Para cualquier persona con movilidad reducida que utilice una silla de ruedas, el ir a la playa puede ser un gran inconveniente e incluso una misión imposible, ya que, trasladar una silla de ruedas en la arena es muy dificultoso, puesto que, es muy común que la ruedas se entierren en la arena y sumado al peso de la persona es muy fácil quedar atascado, realizando el conductor mucha fuerza para poder trasladarla. Sin embargo, la playa de Bahía inglesa cuenta con un sendero que llega hasta la orilla del mar, destacándose por ser una zona en donde todos nos podemos desplazar fácilmente.

Hasta mayo del año 2013, hay 13 playas y dos lagos que se encuentran acondicionados para recibir a los habitantes que poseen algún tipo de discapacidad en regiones como la  III, IV, V, VIII, IX y XV, es así, como el desafío que tenemos como país es enorme.

Si quieres descargar la aplicación para conocer los detalles de accesibilidad en nuestro país pincha en Ciudad Fácil

Publicidad

Tendencias