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Nostalgia, bajos precios y ediciones únicas en la versión 23 de la Feria del Libro Usado La XXIII versión del encuentro estará abierta hasta el 15 de febrero

Nostalgia, bajos precios y ediciones únicas en la versión 23 de la Feria del Libro Usado

Son 41 libreros que llevaron su mejor material a las dependencias de la Facultad de Arte de la Universidad Mayor. Libros del recuerdo, que pasaron por distintas manos y que hoy llegan al centro de Santiago para ser parte de la feria. En esta oportunidad el tema central es el “Duelo de poetas” que existió entre Neruda, Huidobro y de Rokha, hecho plasmado en una exposición de fotos, recortes y ediciones especiales.


En pleno centro de Santiago, entre las calles Santo Domingo y Mac Iver, es posible encontrar un espacio perfecto para los amantes de la literatura. Se trata de la Feria del Libro Usado que organiza la Universidad Mayor en conjunto con las agrupaciones de libreros de Santiago, y que hoy celebra su versión 23. La amplia gama de libros caracteriza al encuentro que se ha convertido en un panorama tradicional para el mes de febrero, con entrada liberada.

En dos patios, pasillos y una sala de exposiciones, los 41 libreros pertenecientes a la agrupación Pablo de Rokha e independientes, dispusieron todo su material y sus caballitos de batalla. Hojas amarillentas y olor a polvo proveniente de cajas que guardan cientos de historias en su interior. Es la nostalgia, en muchas ocasiones, la que llama a los lectores a abrir un ejemplar y hojear sus páginas que ya han sido recorridas por otros en épocas desconocidas.

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Todo comenzó con la idea de la Universidad Mayor, quienes buscaron apoyo en el librero y dramaturgo, Luis Rivano, para concretar el proyecto. En un inicio eran 17 libreros de San Diego y Parque Almagro que se reunieron para dar vida a la primera versión de la feria, pero rápidamente fue creciendo llegando a los 57 expositores.

A partir de los $500 es posible encontrar libros de todos los géneros y temas, incluyendo revistas antiguas. Todos con algo en común, ya fueron leídos, descansaron en otras mesas o escritorios y algunos fueron un regalo significativo. “El libro usado, como ya está usado, lo puedes utilizar sin miedo a romperlo, porque te costó más barato y tiene una movilidad. Tiene una historia. De repente viene un libro firmado o dedicado, hay mucha gente a la que le gusta. Hay muchos que le anda tomando el olor a los libros también”, afirma Octavio Rivano, hijo del dramaturgo y librero.

“Está todo abierto, y a la gente le gusta tomar el libro, hurguetearlo, darlo vuelta, y aquí nadie le pone objeciones. Esa es otra facilidad y dinámica para el lector. Se conversa, pueden ver el libro, no es como en las librerías que el libro está sellado. Aquí ya está usado y a la gente le gusta”, agrega.

feria5Joyitas de colección

El libro usado tiene un valor de rescate histórico, ya que existen ediciones únicas que hoy simplemente no se pueden encontrar. Esto es lo que Luis Rivano destaca: “Lo interesante es el rescate de la literatura antigua, autores que ya las editoriales no editan y que son muy importantes. Montones de autores que sólo se encuentran en los libros usados porque no hay ediciones nuevas”.

Quienes acuden a la feria pueden dar vueltas hasta encontrar lo que buscan, sentarse en torno a la fuente del patio central a hojear libros y revistas o hurguetear en las cientos de cajas que ocupan el lugar. “Hay de todos los públicos, hay muchos que quieren encontrar el libro más barato, pero hay muchos más que quieren encontrar el libro que no encuentran en las vitrinas, no están en el comercio. Quieren releer el libro que leyeron hacer 30 años o recuperar el que se les perdió”, comenta Octavio Rivano.

Esta importancia para coleccionistas y afamados lectores, hace de este encuentro un espacio único para el rescate literario. Así, los libreros desempolvan algunos de los ejemplares más curiosos y de mayor valor. Rivano destaca una edición de 1800 de “Vivian Grey”, la primera novela de Benjamin Disraeli, quien fue uno de los principales ministros de la Reina Victoria.

Un ejemplar curioso y escaso es “Port Pourri literario”, estudio en escritura musical que fue editado en Manila en 1845. “Es un libro muy escaso y apenas está en una que otra biblioteca”, explica el dramaturgo. Finalmente, aparece “Sistema de las contradicciones económicas o la filosofía de la miseria”, cuyo autor es el filósofo anarquista Pierre-Joseph Proudhon. La edición de 1870 consta de dos tomos empastados en cuero y fue atacado por Marx en “La miseria de la filosofía”.

Por su parte, Eduardo Morel exhibe en su puesto un libro firmado por Pablo Neruda y dedicado a Salvador Allende.

Para todos los gustos, la variedad esconde joyas de la literatura. En el apogeo de la caricatura de Condorito el creador del comic, René Ríos, más conocido como Pepo, conformó un grupo de diez dibujantes para trabajar en la editorial Zigzag. Entre ellos estaba Miguel Ortiz, quien se dedicaba a dibujar las páginas a lápiz, y que fue invitado especial en la Feria del Libro Usado. Luego de dar una charla en la que narró su experiencia como dibujante y anécdotas de su trabajo, Ortiz se dio el tiempo de recorrer la feria para encontrarse con una sorpresa: una edición de la historieta “El intrépido Peneca”.

feria2El caricaturista trabajó en la revista pero no cuenta con ningún ejemplar en su poder. “Yo mismo encontré esto, la revista El intrépido Peneca. En la época que yo entré a Zigzag se estaba terminando con el Peneca y se puso ‘el intrépido’ porque iba a transformarse en una revista de aventuras. Yo hice el logo y por eso la compré aquí, porque no guardé revistas”, confesó Ortiz.

Duelo de poetas

Para esta versión el tema central es el “Duelo de poetas”, hecho que se dio en los años 30 entre los poetas más importantes de la literatura nacional. La intensa relación que existió entre Pablo Neruda, Vicente Huidobro y Pablo de Rokha se ve plasmada en una exposición de manuscritos, artículos de diario, fotografías de los autores, las primeras ediciones de algunos y recortes de la época, la mayoría es material de los mismos libreros.

Contexto que la periodista Faride Zerán denominó “la guerrilla literaria y que tuvo como clímax una serie de deslenguados comentarios, ataques directos y discusiones entre ellos, que marcaron un hito importante de la literatura nacional.

“La pelea era por escrito. Publicaban artículos, se insultaban, a veces duramente y más de lo que corresponde a personas educadas y decentes. Era una pugna, tenían celos literarios, envidia, egolatría, todas estas cosas que tienen los artistas. Da la sensación de que el país era demasiado chico para los tres”, concluye Luis Rivano.

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