
Joven astrónoma y su nuevo planeta: “No es tan común que un chileno haga un descubrimiento así”
Maritza Soto hizo historia al hallar con apenas 25 años un cuerpo celeste tres veces más grande que Júpiter, a 290 años luz de nuestro sistema solar. El descubrimiento fue publicado en la Real Sociedad Astronómica de Londres. Este trabajo, realizado entre otros desde el observatorio de La Silla, en la IV Región, tomó más o menos ocho meses en completarse.
La astrónoma chilena Maritza Soto (1990) ha hecho historia al descubrir un planeta con apenas 25 años. Licenciada en Ciencias en mención astronomía de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, actualmente cursa el programa de Doctorado en Ciencias, mención Astronomía, de la misma casa de estudios.
“No es tan común que un astrónomo chileno haga un descubrimiento así”, cuenta a Cultura+Ciudad esta joven de la comuna de Cerrillos, consultada sobre su hazaña.
Soto señala que en los últimos años se ha disparado la detección de planetas, debido a que aumenta cada vez más el número de astrónomos que se dedican a esta área, y también por los avances tecnológicos, que permiten alcanzar una mayor precisión en la obtención de datos.
“Un astrónomo que se dedica a los exoplanetas tiene una alta posibilidad de detectar alguno, pero en Chile aún somos pocos”, acota.
Un trabajo mayor
El descubrimiento se enmarca en un trabajo más grande. Soto es parte de un equipo –compuesto por su profesor guía James Jenkins, académico de la Casa de Bello, y Matías Jones, investigador del centro de astro-ingeniería de la Universidad Católica- que quería estudiar a cinco estrellas que tenían por lo menos un planeta confirmado, y entre ellas estaba HD110014.
“Analizamos los datos de esta estrella y logramos confirmar el primer planeta descubierto -HD110014b- pero también encontramos una señal correspondiente a otro objeto”, relata. “Luego de analizar otras causas para esta señal, como una mancha en la superficie de la estrella o actividad magnética, logramos descartarlas y confirmar que esta señal se debía a la presencia de un nuevo planeta orbitando a la estrella”.
Este trabajo, realizado entre otros desde el observatorio de La Silla, en la IV Región, tomó más o menos ocho meses en completarse.
Soto afirma que este es un planeta que tiene por lo menos tres veces la masa de Júpiter, y está a 0,6 veces la distancia a su estrella que la Tierra del Sol (más o menos a la distancia que está Venus del sol). “Es un planeta gaseoso y se demora 130 días en orbitar a su estrella. Todo el sistema está a 290 años luz de distancia de nosotros”, cuenta.
El descubrimiento fue publicado en la Real Sociedad Astronómica de Londres, con lo cual quedó convalidado.
“Ése fue un proceso muy largo, en que un investigador del área leía el paper y mandaba comentarios de vuelta. Una vez que este investigador aceptó el paper, y el editor de la revista científica lo acepta para su publicación, este descubrimiento se encuentra válido, porque se confirma lo que escribimos en el paper”, señala Soto.
Astrónoma de chica
La pasión de Soto nació de chica, cuando mirada enciclopedias y libros de astronomía. “Me interesaban los distintos tipos de objetos celestes que habían en el Universo, y quería llegar a entenderlos mejor. Cuando me empezó a ir bien en física y matemáticas en el colegio me di cuenta de que tal vez si tenía las facultades para llegar a convertirme en una astrónoma, y eso aumentó mis deseos de seguir por esa carrera”, dice.
Hoy le gustaría poder aportar al estudio de la formación de los sistemas planetarios. “Esa es un área muy nueva en la que se están descubriendo muchas cosas, y si la detección de nuevos sistemas ayuda a poner limitantes a los modelos que ahora se tienen para su formación, me sentiría muy feliz”, cuenta.
También invita a otros, especialmente los más chicos, a seguir su camino en esta ciencia tan particular. “Les diría que sí es posible ser un científico en Chile, sólo que tienen que esforzarse mucho y estudiar, y con perseverancia pueden lograr hacer un descubrimiento igual de importante para la ciencia”.