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Leonor González, la «Negra Grande de Colombia», hará bailar a todos esta noche gratis en San Joaquín Se presentará en parque La Castrina a las 21:00 horas, en el marco de Tocatas Mil, de Santiago a Mil

Leonor González, la «Negra Grande de Colombia», hará bailar a todos esta noche gratis en San Joaquín

Interpretando cumbias, joropos, bambucos y otros ritmos musicales típicos del país cafetero, la cantante y actriz, de 81 años, afirma “seguiré cantando hasta que Dios me lo permita”, mientras rememora el día en que conoció a Víctor Jara.


A Leonor González Mina (Jamundí, 1934), más conocida como la “Negra Grande de Colombia”, no se le notan los años. En su segunda visita a Chile, tras un viaje realizado en 1980 en el marco de la Teletón, llega a Santiago tras tocar en Iquique y Antofagasta, mostrando lo mejor de su más de medio siglo de carrera.

Acompañada de una banda de ocho músicos –incluida una marimba, una especie de xilófono–, la artista deleita a los asistentes con sus cumbias, joropos, bambucos, currulaos, pasillos y otros ritmos típicos de su tierra.

La cantante y actriz, de 81 años, actuará este jueves gratis en el parque La Castrina de San Joaquín, a las 21:00 horas, y el sábado a la misma hora en el GAM, en el marco del Festival Internacional Santiago a Mil. Interpretará éxitos como «Mi Buenaventura», «Yo me llamo Cumbia», «El alegre pescador», «Chocoanita» y «Mi cafetal», pero también su propia versión de “La jardinera” de Violeta Parra.

“En mi reportorio hago un recorrido musical de mi país, que tiene gran variedad de ritmos. Lo que yo hago es mostrar de cada zona aunque sea una canción, para que la gente vaya conociendo la idiosincrasia de la gente colombiana. Somos muy variados, Colombia es un país de países realmente”, expresa. “Dentro de toda esa música que tenemos, voy escogiendo lo mejor”, explica.

Para mañana y el sábado promete 90 minutos de espectáculo. Siente “un poco de angustia, porque uno no sabe qué clase de gente se va a encontrar, ni sabe si lo que uno hace gusta o no”, adelanta, nerviosa como si fuera la primera vez. “Es que uno nunca sabe cómo va a reaccionar el público”, precisa.

Un teatro lleno de milicos

Su vida ha sido de novela. Ha sido actriz de telenovelas y diputada de la República. Ha grabado más de 30 discos y participó en el festival de OTI de 1975. Además tuvo un rol en 1972 en la cinta italiana Más fuerte, muchachos, del director Giuseppe Colizzi, con la famosa dupla conformada por Bud Spencer y Terence Hill.
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De su primera visita a Chile, por la Teletón de 1980, tiene recuerdos fugaces y oscuros. “Había un ambiente pesado. Me impresionó mucho, por ejemplo, que el teatro donde se desarrolló todo estaba lleno de gente del Ejército. No vi a civiles ahí”, relata.

Esa vez la artista hizo su presentación de música colombiana y se regresó de inmediato a su país, porque estaba grabando una telenovela. “No tuve oportunidad realmente de conocer Santiago”, se lamenta.

Ahora ha sido distinto. El domingo cantó en Iquique en la Plaza Prat y el martes en Antofagasta –donde hay una importante colonia colombiana– en las Ruinas de Huanchaca. “Me fue muy, pero muy bien. Fue divino encontrarme con tanta gente. Todo lo que canté fue bien recibido”, destaca.

Con Víctor Jara en Moscú

De Chile no conoce muchos artistas, con excepción de Inti Illimani. Con una salvedad: en 1971 coincidió en Moscú con un tal Víctor Jara. “Él estaba haciendo conciertos allá y yo también”, cuenta.

“Yo no tenía idea de quién era Víctor Jara”, admite. “Él se acercó a saludarme y ahí estuvimos charlando. Charlamos un buen rato. Él estaba interesado en ir a Colombia, me preguntó con quién podría hablar, quién lo podía llevar. Toda la conversación se fue en eso”, recuerda. De hecho, Jara en aquella época tenía una que otra canción colombiana en su reportorio como parte del folclor latinoamericano que tanto amaba.

“Desgraciadamente no volvimos a vernos, hasta que volví a Colombia y un día supe la noticia de que había muerto. Para mí fue muy triste, muy doloroso”, testimonia.

Paz y telenovelas

Por el momento, la artista no piensa volver a la política –fue diputada por el Partido Liberal entre 1998 y 2001–. “Yo no sirvo para eso, soy demasiado sentimental y la gente que llega a eso tiene que tener corazón de piedra. Fue una experiencia que me permitió darme cuenta de la clase de gente que maneja al país. Tremendo”, confiesa.

Tampoco volverá a hacer telenovelas.  “Ese es un trabajo muy fuerte para mí. Uno llega a las seis de la mañana y se va a las dos de la mañana del otro día. Ya no tengo esa fortaleza”, dice.

Sí tiene fe en que el proceso de paz con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) termine favorablemente. “La gran mayoría en el país quiere la paz y, Dios mediante, la vamos a tener”. Una paz que ella misma ha apoyado con los “conciertos por la paz” en varias ciudades de su país. “Seguiré cantando hasta que Dios me lo permita”, concluye.

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