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Legendaria activista por la transformación cultural, Angela Davis, regresa a Chile después de 44 años Este martes a las 15:30 horas dictará una clase magistral en el Teatro de la Universidad de Chile

Legendaria activista por la transformación cultural, Angela Davis, regresa a Chile después de 44 años

Activista antirracial y feminista, alumna de Marcuse y Adorno, inspiradora de John Lennon y The Rolling Stones, Angela Davis es un ícono de la resistencia cultural desde los años 60 a la actualidad. La primera vez que estuvo en Chile fue en 1972, durante la UP, y ahora regresa después de cuatro décadas, en el marco del Encuentro del Instituto Hemisférico de Performance y Política de la Universidad de Nueva York para dictar la charla «De la abolición carcelaria a #BlackLivesMatter: Movimientos sociales y la lucha global por la justicia» .


Tuvieron que pasar 44 años, pero finalmente ocurrió. La activista estadounidense Angela Davis, uno de los íconos del movimiento progresista de los años 60 en su país y el mundo, volvió a Chile tras una recordada visita en 1972, en plena época de la Unidad Popular.

Davis está en nuestro país en el marco del Encuentro del Instituto Hemisférico de Performance y Política de la Universidad de Nueva York, que en esta ocasión se realiza en Santiago, y que además es organizado por la Universidad de Chile y el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA).

Hoy realizará la charla magistral «De la abolición carcelaria a #BlackLivesMatter: Movimientos sociales y la lucha global por la justicia», a las 15:30 horas en el Teatro de la Universidad de Chile (Providencia 043, Metro Baquedano).

El domingo visitó una población que lleva su nombre en la comuna de Recoleta («me emociona mucho estar aquí, recibida por toda esta comunidad», dijo) y ayer brindó una conferencia de prensa donde abordó la actual ola de violencia policial en Estados Unidos. Porque, aunque hoy Davis está dedicada a actividades académicas, sigue adelante con las mismas convicciones que la hicieron legendaria por su lucha por la transformación cultural.

Ícono

¿Pero quién es Angela Davis? ¿Qué importancia tiene? ¿Y qué peso tiene actualmente en la escena política y cultural de su país?

Tal vez baste con decir que nació en 1944 en un estado (Alabama) cuando los negros eran segregados, que fue expulsada de la Universidad de California (UCLA), donde enseñaba filosofía, por militar en el Partido Comunista de Estados Unidos, y que el mismo Ronald Reagan, entonces gobernador de California, pidió que se le prohibiera dictar clases. Que fue detenida por su supuesta vinculación a un crimen por el que fue absuelta, lo que desencadenó una campaña mundial por su liberación, y que en 1997 se declaró públicamente lesbiana.

En los años 60 fue alumna del filósofo Herbert Marcuse en su país y de Theodor Adorno en Alemania, recibió el Premio Lenin de la Paz en Moscú en 1979 (también visitó la RDA y conoció a Erich Honecker) y solidarizó con la Revolución Sandinista, tal como antes protestó siempre contra la Guerra de Vietnam.

Por todo esto y mucho más, en los 70 el trovador cubano Pablo Milanés le escribió una canción («Canción para Angela Davis»), igual que The Rolling Stones («Sweet Black Angel») y John Lennon («Angela»).

Cuando vino a Chile en 1972, dio un discurso en la Universidad Técnica del Estado (UTE). Fue acompañada por Hortensia Bussi, esposa del Presidente Salvador Allende, y premiada por el rector Enrique Kirberg.

En Recoleta

El domingo, en Recoleta, Davis tuvo una recepción multitudinaria, emotiva y colorida en un barrio que lleva su nombre. Llegaron centenares de vecinos de la comuna y también de otros lugares de Santiago.

La propia Municipalidad de Recoleta, dirigida por su alcalde comunista Daniel Jadue, organizó el evento «La Angela, en la Angela», sumando a diversas organizaciones sociales.

Allí estuvo acompañada, además de Jadue, por la diputada Karol Cariola, también comunista, la socióloga María Emilia Tijoux –madre de la cantante Ana Tijoux– y vecinos fundadores de la población. Entre el público, como una más, se destacaba Javiera Parada, actriz y ex agregada cultural en EE.UU., hoy militante de Revolución Democrática.

Davis se dirigió a los asistentes y agradeció todas las muestras de cariño y afecto que ha recibido desde que pisó suelo chileno, reseñó la prensa edilicia. Lo hizo en la población a la cual entregó en 1972 una donación de dinero para instalaciones de agua y luz eléctrica.

“Me emociona mucho estar aquí, y ser recibida por toda esta comunidad en la población que lleva mi nombre. Estoy consciente de que yo no estaría aquí si no hubiera sido por mi liberación. Es la segunda vez que vengo a Chile, la primera fue en 1972 y hoy vengo a agradecer a todos quienes lucharon por mi libertad”, dijo.

Además, en su discurso recordó que esta es la tierra de grandes artistas como Víctor Jara y Violeta Parra y se refirió además al conflicto mapuche.

Tras dirigirse al público, se retiró del escenario en medio de una ovación popular que aclamaba su nombre, y se dio tiempo para compartir con la comunidad.

Mujeres, negros y mapuche

El lunes, en conferencia de prensa, realizada en el Hotel Mercure de Santiago Centro, Davis habló de colonialismo, feminismo, libertad y violencia. Enfatizando que «todas las luchas están interconectadas», respondió a múltiples interrogantes, marcadas por la contingencia mundial de temas como migración, represión policial y sistema carcelario.

“Fui feliz cuando recibí la invitación del Encuentro del Instituto Hemisférico, pero a la vez me preguntaba cómo me sentiría tantos años después (…). Me rompe el corazón ver el daño que le ha hecho el capitalismo a Chile, pero también me alegra ver a esta juventud de resistencia, que entrega esperanza en el futuro”, señaló Davis.

Haciendo un repaso de la trayectoria de algunos movimientos sociales, entre ellos, el de abolición esclavista, pasando por el de la reivindicación de los derechos de los afroamericanos, hasta la situación mapuche actual, la activista y académica se refirió a las diversas formas de represión y violencia que se viven en el mundo, explicando que, si bien hay quienes pretenden ver todas las luchas como algo diferente, “es importante ver las interconexiones de estos temas”.

El tema del colonialismo fue parte central de su mensaje cuando analizó las consecuencias de la “guerra contra el terrorismo” y de la “Pacificación de La Araucanía”, que aún tiene a generaciones de mapuches luchando por sus derechos. Planteó que este tipo de conflictos solo genera más diferencias y nuevas formas de racismo.

“La llamada ‘guerra contra el terrorismo’ ha causado más daño y terror que cualquier otra fuerza (…) estamos tratando de entender cómo (esta ayudó) a generar una nueva forma de racismo y cómo la ‘islamofobia’ ha fortalecido también al racismo antilatino, antinegro”, detalló Davis.

A su vez, reconoció que, si bien existe una relación entre el “Movimiento por los Derechos Civiles” de la década de los 60 y 70 con el recientemente nacido #BlackLivesMatter, esta no constituiría más que el hecho de ser respuestas ante la violencia, porque “la violencia policíaca de la que hemos sido testigos en los últimos años realmente no es algo nuevo. Esto ha estado ocurriendo por décadas”.

Sobre la violencia de género y racial

Davis se refirió a los problemas y virtudes del capitalismo y la globalización, señalando que hoy es más desafiante generar movimientos sociales, porque a pesar de tener las herramientas para unir gente en el mundo (refiriéndose a las redes sociales e Internet), ese tipo de nexos no son lo suficientemente fuertes.

Por ello, “la comunicación ha transformado el escenario en las últimas décadas; los medios sociales crean conexiones con gente que probablemente no tendría oportunidades de conocerse (…) tenemos que aprender a usar las tecnologías productivamente”, dijo.

Sobre el #BlackLivesMatter, movimiento que partió a través de Internet, y que abordará en su conferencia magistral de hoy –que el público podrá seguir en tv.uchile.cl– se mostró crítica ante la cobertura mediática que se les ha dado a los asesinatos policiales, puesto que –según sus palabras– lo nuevo no son los asesinatos ni los movimientos sociales, tampoco la violencia policial, lo nuevo es que los policías acusados fueron veteranos de guerra, espacio “donde adquirieron las habilidades para infligir tal nivel de daños y devastación”.

Para Davis, esta formación justificada en la guerra contra el terrorismo “tiene muy poco que ver con una organización pacífica para crear un mejor mundo, una equidad racial, y desafortunadamente los medios (de comunicación) asumen que existe una relación ante la cual yo pienso lo contrario”, sentenció.

Respecto al tema de la violencia de género, que se da a nivel mundial con matices y en ámbitos diferentes según las distintas realidades, “debemos preguntarnos no qué hacemos con quienes cometen violencia de género, que son juzgados por sus actos, sino cómo dejamos que la sociedad siga permitiendo este tipo de actos”.

“En general buscamos soluciones de corto plazo, pero para detener la violencia de género es necesario cambiar el mundo. Y otra cosa que ha estado clara por mucho tiempo es que los hombres tienen que tomar una parte importante en esta lucha. ¿Cómo puede ser que estemos en el siglo XXI y aún se siga pensando que este es un tema solo de las mujeres?”, cuestionó la académica, agregando que en problemáticas como estas se hace evidente que existe una conexión entre “la violencia y el racismo, entre la violencia y la guerra, entre la violencia y la policía, entre la violencia y los ambientes más íntimos”.

Finalmente, Davis –una de las líderes feministas más reconocidas en el mundo– hizo un llamado a las mujeres chilenas a “continuar haciendo, que un mundo mejor sea posible para todos”.

Apoyo a causa mapuche

Davis también expresó su apoyo a la causa mapuche. A su juicio, su lucha por la tierra y mayor autonomía territorial y política «es una lucha anticapitalista, una lucha antirracista y feminista» y dijo estar «especialmente emocionada por tener la oportunidad de ser testigo de la cultura y el estado político del pueblo originario».

Además, agregó que la violencia policial ocurrida en Estados Unidos durante el último año no es nada nuevo sino que, por el contrario, ha estado ocurriendo durante décadas, al tiempo que destacó, como respuesta, el creciente interés de las personas jóvenes por involucrarse en actividades antirracistas.

«Lo que es nuevo en el momento actual es la organización de la gente joven. No hace mucho tiempo, en Chicago, tres chicas negras de 16 y 17 años organizaron una gran manifestación (antirracista)», precisó la activista.

Dijo que ese interés de los jóvenes, «más que la violencia en sí», establece el punto donde se puede hacer una comparación entre el presente y los años 60.

«Si fuera posible hacer una comparación con los años 60, no me referiría a la violencia en sí sino a la organización, particularmente de la gente joven», acotó.

La activista también admitió que, tras décadas de lucha feminista y antirracista, «nada ha cambiado realmente» en el mundo.

«Las estructuras del racismo y de un heteropatriarcado son claros productos del capitalismo, son casi lo mismo, pero se han enquistado de manera profunda para identificar esos orígenes similares. El cambio de conciencia es algo muy diferente de lo que fue en los 60. La liberación de los afroamericanos, en esos años, fue la liberación del hombre negro», señaló.

«En Estados Unidos las mujeres de color han entendido que una forma de luchar contra las brechas de género son las formas de crianza, llevar una agenda de clase y género en la discusión, en un imperialismo en el que todo está interconectado», puntualizó la académica.

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