Un espacio gourmet a cuatro cuadras del Río Mapocho
Es parte de un programa destinado a recuperar sitios eriazos para convertirlos en puntos de encuentro donde pueden disfrutar una diversa oferta gastronómica que va rotando periódicamente, ofrecida por foodtrucks (carros de comida), en mesas que cuentan con toldos y plantas.
Desde hace dos semanas, los vecinos, clientes y locatarios del barrio de Las Telas, que abarca las primeras cuadras de la avenida Independencia, en la comuna homónima, tienen un lugar para tomarse un café, beber un jugo natural o comerse un rico taco mexicano.
Se trata de la segunda Plaza de Bolsillo que habilita el gobierno metropolitano en la capital, un programa destinado a recuperar sitios eriazos para convertirlos en puntos de encuentro donde pueden disfrutar una diversa oferta gastronómica que va rotando periódicamente, ofrecida por foodtrucks (carros de comida), en mesas que cuentan con toldos y plantas.
Morandé 83, al frente de La Moneda, erigido en un antiguo estacionamiento sin usar, fue la primera de estas plazas. Inaugurada en enero, se calcula que ha sido visitada por más de 40 mil personas, pasando por el lugar más de 30 vehículos gastronómicos distintos desde enero pasado. El nuevo espacio, ubicado en la esquina de las calles Aníbal Pinto y avenida Independencia, a cuatro cuadras del río Mapocho, funciona de 11:00 a 18:00 horas, de lunes a sábado, y actualmente ofrece las creaciones del estadounidense Gregory Romm con su carro «Pinche Gringo» y los jugos «Del Árbol» de Flavio Campi.
«El espacio es muy lindo. Se ve seguro, hay una preocupación», comenta Alfredo Alonso, quien vino con un amigo a degustar un jugo natural. «Yo vengo porque me gusta este nuevo concepto de la comida en carro de gente nueva, atreviéndose a hacer cosas distintas, en un espacio que permite probar cosas distintas. Básicamente vengo a probar. El jugo está espectacular, además estás al lado de La Vega así que sabes que estás comiendo y tomando productos naturales, comprados en el día, cosa que no pasa en todos los negocios».
Ambos estaban consumiendo productos del food truck «Del Árbol», dedicado a jugos, sopas y batidos naturales. Flavio Campi destaca que entre los primeros destacan frutilla-jenjibre, naranja-plátano y piña. Entre las sopas resalta la de zapallo-albahaca y zanahoria-jenjibre, y entre los batidos el frutilla con leche y plátano con leche. «Todas las frutas son procesadas por nosotros, compradas en La Vega y Lo Valledor. Eso la gente lo valora, porque ve que no son pulpa». Lo mismo ocurre con las verduras.
Campi confiesa que no conocía mucho el barrio. «La gente se sorprende por encontrar en este barrio una especie de intervención urbana. En el fondo rompe un poco el esquema de lo que es una compra habitual. La gente nos ha valorado, encuentra bonita la combi, le es un poco más grata la compra también. Y el público es bien variado».
El otro carro actualmente presente es del estadounidense Romm, quien lleva diez años en Chile. Como buen nativo de California, es un gran seguidor de los burros, tacos y quesadillas mexicanas. Antes estuvo en la Plaza de Bolsillo de Morandé 83 y allí muchos compatriotas pasaban a degustar su especialidad.
Es su primera vez trabajando en Independencia. Aunque admite que vender un producto distinto y más difícil de vender que un completo, por ejemplo, «la gente acá es muy abierta para probar cosas diferentes».
Pero no sólo los clientes y gastronómicos están contentos, sino también los locatarios. Rosa Fontt, cuyos padres poseen una mueblería, dice que vive en este barrio y quiere verlo mejor.
«Queremos darle al espacio un uso familiar, por ejemplo, que el sábado, mientras la mamá va de compras, que lo usen el papá y los hijos», dice. De hecho los días sábados ya se ha cerrado la calle Aníbal Pinto para darle más espacio al café y poder hacer actividades como títeres y la presentación de grupos folclóricos.
Francesca Martini tiene un local directamente frente al café y también está feliz. No sólo le han subido las ventas, entre otros porque el sector ahora está mejor iluminado, sino que se hizo «adicta» al foodtruck de hamburguesas que estuvo al comienzo.
«El lugar se volvió más acogedor, la gente tiene donde servirse un cafecito, descansar un poco después de vitrinear. Se logró hacer un buen espacio», comenta.
«Este programa es extraordinariamente valioso porque permite apoyar, estimular y promover la comercialización en un barrio único, que abastece de telas a toda la Región Metropolitana, ofreciéndole además una experiencia agradable a nuestros visitantes», comenta Gonzalo Durán, alcalde de la comuna.
Lo especial de la Plaza de Bolsillo de Independencia es que forma parte de un plan más amplio para darle valor al barrio Las Telas. Se trata de una iniciativa del Servicio de Cooperación Técnica (Sercotec), una entidad pública cuya misión es promover el desarrollo de las micro y pequeñas empresas, en este caso a través del Plan de Fortalecimiento de Barrios Comerciales, que apunta a 60 barrios de todo Chile.
En este caso, Vladimir Figueroa ha sido quien, como funcionario de este servicio, y junto a la Municipalidad de Independencia, se ha encargado de contactar a los locatarios del barrio, crear una agrupación local (el Grupo Asociativo Local) y, a partir de un análisis de las carencias urbanas y comerciales del sector, promover diferentes ideas, desde un logo, totems y carteles que lo identifican.
«El objetivo es potenciar y desarrollar las competencias urbanas y comerciales del barrio Las Telas», que además posee una enorme riqueza patrimonial por sus iglesias y otras construcciones. «En el ámbito de las carencias urbanas, este barrio, a pesar de sus tremendas potencialidades, no tenía un espacio recreativo».
«La idea de este nuevo espacio, que nace a partir de la participación activa de los comerciantes del barrio, es que las personas vivan una experiencia de compra, para que venir al barrio Las Telas sea un panorama para toda la familia y de esta forma, potenciar y dinamizar comercialmente el sector”, remata el director regional metropolitano del Sercotec, Juan Ignacio Olave.
“Las Plazas de Bolsillo son una forma eficaz de ocupar espacios públicos y humanizar el entorno en sectores hoy inutilizados», coincide el intendente Claudio Orrego. «Pequeñas intervenciones a bajo costo pueden hacer una gran diferencia contribuyendo a mejorar la calidad de vida en la ciudad”.
Los seguidores de la Plaza de Bolsillo ya esperan con ansias la apertura de los nuevos cuatro espacios ya seleccionados para implementar esta iniciativa: Santa Isabel con Santa Rosa, Cumming con Catedral y Teatinos con Santo Domingo (comuna de Santiago, este último en septiembre), Independencia con Artesanos (Independencia) y Padre Mariano 140 (Providencia, en agosto).
