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Abundancia, muerte, fiesta y religión: El Arte urbano de Inti Castro I

Abundancia, muerte, fiesta y religión: El Arte urbano de Inti Castro

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INTI Castro, apasionado por la cultura altiplánica y el graffiti, llama a su creación un sincretismo cultural y son sus personajes quienes lo representan. Él mezcla lo ancestral de Latinoamérica, especialmente del norte de Chile con la actual cultura del continente, donde dos elementos considerablemente opuestos pueden unirse sin estragos, sin violencia, sin exterminio y hablar de una expresión de identidad a nivel mundial.


Si vives o has recorrido ciudades como Beirut, Colonia, París, Valencia, Valparaíso o Santiago de Chile, seguramente te habrás encontrado con los murales de Inti Castro, artista oriundo de Valparaíso, reconocido mundialmente por su extraordinaria trayectoria en el Arte Urbano, que manifiesta lo más profundo de sus ideas, su creación y acción social.

Hablar de Arte Urbano es adentrarse al concepto que le da origen, el Street Art, una manifestación que se expresa en la vía pública y que, muchas veces, es ilegal. Este estilo artístico surgió en la década de los 60 en Norteamérica y se expande a todo el mundo por su fama y controversia.

Grandes artistas como Banksy, Blek le Rat, Roa, Obey, sólo por nombrar algunos, y considerados por muchos como subversivos, han revolucionado la escena con sus trabajos, y es que han provocado que nuestra mirada se torne reflexiva frente a los mensajes que contienen los muros intervenidos por ellos.

Latinoamérica no es la excepción. El arte de los muralistas fue, es y será una manifestación de protesta y denuncia. Las calles, en este plan, se transforman en el escenario perfecto para que los personajes y colores inviten a la lucha social y a la reflexión.

Hoy INTI Castro, apasionado por la cultura altiplánica y el graffiti, llama a su creación un sincretismo cultural y son sus personajes quienes lo representan. Él mezcla lo ancestral de Latinoamérica, especialmente del norte de Chile con la actual cultura del continente, donde dos elementos considerablemente opuestos pueden unirse sin estragos, sin violencia, sin exterminio y hablar de una expresión de identidad a nivel mundial.

Fotografía: Arty City

¿A qué se refiere INTI cuando habla de sincretismo cultural? Pues para eso, es necesario un poco de historia.

Desde su conquista, Latinoamérica ha tenido una tradición de fusión y mezcla de culturas, en la que se impuso la cultura europea sobre los pueblos originarios surgiendo el llamado sincretismo latinoamericano, una mezcla de elementos originarios cargados de espíritus ancestrales, de la tierra viva, del sol y elementos del mundo cosmogónico que nos circunda; fusionándose de manera violenta y sin opción, con los elementos culturales y religiosos que trajeron los colonizadores.

Al viajar un poco por Latinoamérica, fácilmente podemos encontrar figuras como “La Catrina”, de las ceremonias mexicanas, o la Virgen de la Asunción en Urkumpiña vestida con ropas altiplánicas. En el norte de Chile, Bolivia y Perú, por ejemplo, podemos encontrar danzas festivas como la diablada, donde los seres paganos y religiosos se unen en una sola ceremonia.

En sus murales INTI representa la identidad latinoamericana bajo su nombre, con personajes que para algunos son espeluznantes y para otros un fiel reflejo de la vida y cultura del continente.

Ellos reflejan la abundancia, la muerte, la fiesta, la religión, lo pagano, el sol, el tiempo, todo lo que la naturaleza puede entregar y todo lo que el hombre puede transformar. Son tomados de la vida cotidiana de nuestros pueblos originarios, de las fiestas religiosas, de las idolatrías de las comunidades, de la artesanía ancestral, de la flora y la fauna.

Los dioses y personajes de ceremonias nortinas son parte de la vida y cultura del artista. Sin conocer al kusillo o bufón altiplánico, ni al ekeko, no podría entenderse qué significado tienen los personajes de INTI.

Fotografía: Arty City

El Kusillo o Kusquillo, nombre de uno de los personajes de INTI, representa la abundancia en toda su expresión; su rostro está completamente cubierto por una máscara de lana o telas de diferentes colores y bordados, no tiene forma definida, puede tener un rostro de animal o incluso de un insecto; su danza y movimientos son improvisados y toda su estética es un símbolo de fertilidad, especialmente la representación de su nariz prominente que muestra más bien una intención fáli-ca y de reproducción; su danza se utiliza en épocas de siembra y cosecha.

El artista toma este personaje y lo hace propio, transformándolo en seres que iluminan y encienden las miradas de los transeúntes; llenando el espacio de colores vivos y contrastantes, con figuras e imágenes como las calaveras de diferente tamaño, el maíz, los cacharros de greda, los ani-males como las cabras o los perros, que son parte del hábitat del cotidiano andino.

Otro de los íconos que destaca INTI es el Ekeko, Iquiqu o Tonupa, el dios de la abundancia para culturas como los Aymarás o los Collas. Él es respetado en gran parte de la cultura sudamericana, principalmente en Perú, Bolivia, Chile y el norte de Argentina. El Ekeko, al igual que el Kusillo, representa la abundancia. Si quieres que tu pedido sea cumplido, debes poner un cigarrillo en la boca de la figura, él lo fumará y al pasar de los días como lo dice la tradición, tu petición de hace realidad.

Antiguamente este dios estaba desnudo y era símbolo de fertilidad; sin embargo, con el sincretismo español, los rasgos fueron cambiando hasta transformarse en lo que es hoy, un hombre vestido con ropas andinas y colgando de su cuerpo innumerables bolsitas y billetes.

Es así como los llamativos personajes de INTI cuentan su milenaria historia. Donde estén llevarán consigo la marca de su autor, mostrarán su nombre y lo que piensa. A través de sus personajes establece un diálogo con la comunidad, quiere mostrarse y revelar su identidad, dejar la huella de las venas en los rincones del mundo; expresar el sentir de lo que existe y existió. Hacer, en definitiva, un llamado al mundo con decoraciones ancestrales.

Andrea Rivera Moreno es profesora de enseñanza media en el área de Lenguaje y comunicación y creadora de Arty City, sitio destinado a recuperar y promover el arte urbano de manera turística y cultural.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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