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Tanto en Chile como en el mundo los científicos vuelven a la calle en pie de guerra La protesta se replicará en más de quinientas ciudades en una veintena de países

Tanto en Chile como en el mundo los científicos vuelven a la calle en pie de guerra

En el Día de la Tierra, los investigadores locales se unirán a una iniciativa originada en Estados Unidos en protesta contra las políticas del gobierno de Donald Trump. En nuestro país los temas son la incertidumbre por el futuro ministerio del ramo, la precariedad laboral y los problemas de gestión en Conicyt, entre otros.


Los científicos de todo Chile marcharán este sábado para defender su labor y ser escuchados en el diseño de las políticas públicas para el sector, en el contexto de la discusión del futuro Ministerio de la Ciencia y la irrupción de investigadores jóvenes que reclaman por la precariedad laboral.

Los organizadores han creado un sitio web con un manifiesto donde exponen las razones del movimiento, que se originó en Estados Unidos, donde sus pares protestarán contra la política sectorial del gobierno de Donald Trump que apunta a «restringir el desarrollo de la investigación, la difusión de sus descubrimientos e incluso ignorar o eliminar por completo la evidencia científica a la hora de hacer políticas públicas».

La protesta se replicará en más de quinientas ciudades en una veintena de países.

«En Chile vivimos un momento clave en la construcción de nuestra historia científica», señala el manifiesto.

«Hay más investigadores que en ningún momento y este año se debe definir la forma que tomará un ministerio en la materia. Esta discusión debe ser hacia los investigadores y hacia la ciudadanía, pues todos vivimos rodeados de ciencia. Aún así, la falta de políticas basadas en evidencias, el estancamiento de los presupuestos en los últimos 10 años, la precariedad laboral de investigadores y trabajadores e incluso la ausencia de una definición colectiva de una estrategia para desarrollo científico tecnológico del país, han sido las preocupaciones de la comunidad científica desde el regreso a la democracia».

Preocupación general

En Chile, la protesta se realizará en Antofagasta (Plaza Colón, 11:00 horas), La Serena (Sector El Faro, 11:00), Valparaíso (Plaza Victoria, 10:00 horas), Santiago (Museo Nacional de Bellas Artes, 14:30 horas), Concepción (Tribunales de Justicia, 15:00 horas), Valdivia (Costanera de la Ciencia, 10:00 horas) y Punta Arenas (Mall Espacio Urbano Pionero, 15:00 horas).

Entre los convocantes de la marcha figuran, entre otros, la Asociación Nacional de Investigadores en Postgrado (ANIP), el grupo Más Ciencia Para Chile, las Redes Chilenas de Investigadores (ReCh) y la Asociación de Investigadores en Artes y Humanidades (A&H), entre otros.

«Creo que la marcha es importante en el sentido que refleja una preocupación por el estado general de la ciencia e invita a reflexionar sobre su impacto en nuestras vidas», señala Pablo Astudillo, doctor en ciencias biológicas, divulgador científico y uno de los fundadores del movimiento “Más Ciencia para Chile”. «Soy de los que defiende la idea de que los científicos debemos involucrarnos más en la defensa de la investigación científica y su impacto, y en la necesidad de un mayor activismo en la materia».

Los científicos además han publicado un video en Youtube donde explican sus razones para participar en la protesta.

Las problemáticas locales

Uno de los principales coordinadores de la marcha es el químico Martín Pérez, docente e investigador en la Universidad de Chile sobre Estudios de Ciencia, Tecnología y Sociedad, para quien uno de los principales objetivos de la protesta es reivindicar los vínculos entre ciencia y política. ¿Cuál es el rol del Estado? ¿Cuál es el papel de los investigadores y su relación con las necesidades locales? Esas son algunas de las cuestiones, en su opinión.

A nivel más concreto, Pérez señala que pedirán poner urgencia al proyecto del Ministerio de Ciencia, mejorar la gestión de los programas en manos de Conicyt, en graves problemas de coordinación y acefalía, «y dignificar la situación laboral de los investigadores en Chile», muchos de los cuales trabajan durante años en proyectos a plazo a honorarios, sin cobertura médica ni previsional.

Para Jorge Babul, biólogo y presidente del Consejo de Sociedades Científicas de Chile entre las problemáticas locales están la incertidumbre sobre el futuro ministerio, la indiferencia con respecto a la ciencia «como herramienta para avances del país» en los círculos de poder, el gran número de científicos sin posibilidad de inserción laboral, la concentración del 70% de la investigación en pocas universidades, principalmente de la capital, y la falta de una discusión conjunta entre científicos, universidades, gobierno y el sector privado para abordar el tema.

Babul destacó como positivo «que se junten los científicos para pensar juntos. Nosotros los científicos somos expertos en resolver problemas. ¿Cómo no vamos a ser capaces de juntarnos todos, para ver cómo los actores que tienen que ver con la generación y avance del conocimiento podemos influir en este país? Creo que estamos en un buen momento para eso».

Ciencias duras y blandas unidas…

En ese sentido, Mauricio Sáez, director de Anip, destacó que en el Parlamento «se está discutiendo un proyecto para la creación de un Ministerio de Ciencia lo que significa que nuestros políticos no andan tan perdidos como en otras partes del mundo.

«No obstante la comunidad científica debe ser participe, opinar sobre este y otros temas en que tengamos los conocimientos para aportar. La comunidad científica chilena es diversa, incluye casi todos los campos del conocimiento y deben tener un espacio para aportar al amplio beneficio del país», advierte.

Como gran cosa, en la marcha además participarán representantes de las ciencias «blandas». El profesor Matías Ayala, presidente de la Asociación de Investigadores en Artes y Humanidades, destaca que actualmente por primera vez hay un diálogo más fluido entre investigadores de las «ciencias duras» y «ciencias blandas» por los problemas comunes.

«Sabemos que no se trata solo crecimiento económico, y las artes y humanidades también tenemos mucho que aportar al país», resalta. «Estamos orgullosos de marchar por la defensa del conocimiento. Hace un año, mediante una carta pública, exigimos participación en el proyecto de ley que crea el nuevo ministerio. Hoy, organizados como asociación, podemos decir con satisfacción que pudimos expresar nuestro punto de vista en la comisión del senado la semana pasada. Queremos una nueva institucionalidad, pero no sin las artes y humanidades».

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