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Enrique siendo Enrique, una nota en torno a “Enrique Lihn en la cornisa” de Claudia Donoso CULTURA|OPINIÓN

Enrique siendo Enrique, una nota en torno a “Enrique Lihn en la cornisa” de Claudia Donoso

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Ramiro Villarroel Cifuentes
Por : Ramiro Villarroel Cifuentes Poeta, escritor y productor ejecutivo para cine y TV. Vive y trabaja en Temuco.
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Estas ideas, estas palabras, estas imágenes que nos brinda el trabajo de Ediciones Universidad Diego Portales no vienen más que a destacar la vida y obra de uno de los poetas chilenos que colocó en circulación la sustancia, contradicciones y complejidad de ser uno de los grandes en las letras nacionales. 


Sin duda a manera que vas conociendo la vida y la obra de Enrique Lihn, la figura de este poeta y artista multifacético se va transformando en una de las más entrañables. Quizá por eso mismo es que cada cierto tiempo y de forma constante su biografía se va enriqueciendo con nuevas referencias que nos crean un dibujo móvil de su existencia, donde aportes como la publicación de “El Circo en Llamas” (LOM, 1997), “Textos Sobre Arte” (UDP, 2008), materiales como “Las Cartas de Eros” (Overol, 2016), o novelas como “La Casa de Dostoievsky” de Jorge Edwards (Planeta, 2008) y “Lihn. La Muerte” de Mario Valdovinos ( Ed. Desatanudos, 2012), mas un verdadero torrente de reediciones,  investigaciones, estudios y tesis, nos permiten dimensionar su verdadera estatura. Es así que “Enrique Lihn en la cornisa”, esta entrevista inédita que aparece a más de treinta años de la muerte del autor, viene a estremecer nuestra mirada y a darnos un nuevo ángulo para interiorizarnos en las ideas de este, uno de los poetas latinoamericanos más influyentes de la segunda mitad del siglo XX. 

Dividida en ocho partes, esta entrevista realizada cuando Lihn tenía cincuenta y dos años y había obtenido ya varios galardones, trata sobre sus estudios, su paso por El Bellas Artes, sus compañeros, sus esporádicas pegas gracias a pitutos sin orden ni concierto, su compinche: “Jodorowsky y yo fuimos algo así como Laurel y Hardy. Dábamos un mismo paso, él se subía a una tarima y yo me caía a un hoyo”, su primer libro: “me molestaron tanto con ese título que dejé olvidada la mitad de los ejemplares en el taller del pintor Reinaldo Villaseñor”. El poeta habla de Neruda, de Teófilo Cid, de Braulio Arenas, de Parra que, para él, “con ‘Poemas y Antipoemas’ le hizo una especie de parada de carro a la poesía chilena y latinoamericana en general”, cuestión, entre otras, que le hizo tomar “partido por la poesía de Parra por oposición a todo lo que se hacía en Chile”. En esta entrevista también nos habla de su abuela y de casi toda su familia, de sus publicaciones, de los concursos, de su relación con la Unidad Popular, el PC y la dictadura. Su idea de “la escritura como una manera de hacerse presente a través de la ausencia (…), una cuestión que está funcionando en todo momento” y, asistido por Benjamin, nos habla de la escritura como una “lengua dentro del lenguaje que ofrezca la misma resistencia que una lengua extranjera”, para terminar reconociéndose a sí mismo como “un exiliado interior, que es una práctica que se repite y se repite en la historia de Chile”, ese país horroroso del cual nunca salió. 

Esta entrevista se complementa con otros momentos o capítulos que son: “Una secuencia”, fotografías tomadas por Inés Paulino en el transcurso de la entrevista, entre las que podemos ver una evidente complicidad que descubre su verdadera dimensión en la siguiente parte, el poema “Escrito en François Villon”, que comienza con los versos “Golpeó a la puerta el día entrante/ la que iba a ser mi muy amada” y por último  “El hombre desinstalado”, un texto publicado por Claudia Donoso en la revista Apsi en julio de 1988, con motivo de la muerte de Enrique Lihn. 

Estas ideas, estas palabras, estas imágenes que nos brinda el trabajo de Ediciones Universidad Diego Portales no vienen más que a destacar la vida y obra de uno de los poetas chilenos que colocó en circulación la sustancia, contradicciones y complejidad de ser uno de los grandes en las letras nacionales. 

“Enrique Lihn en la cornisa”, Claudia Donoso, Ediciones Universidad Diego Portales, mayo de 2019, 113 páginas. 

Ramiro Villarroel Cifuentes. Escritor.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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