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«Arica», el documental sobre el juicio a una minera sueca que envenenó a Chile CULTURA

«Arica», el documental sobre el juicio a una minera sueca que envenenó a Chile

Codirigido por Lars Edman, sueco de origen chileno, y su compatriota William Johansson, es una secuela de “Toxic Playground” (2010), y muestra la lucha por justicia de parte de las víctimas del desastre, ocurrido en Arica. El filme sobre la multinacional Boliden tuvo su estreno latinoamericano en el festival AricaDoc, que termina este sábado. «La lección más difícil es la de pelear por justicia y en lo que tú crees que es justo. Es extremadamente complicado luchar contra una compañía multinacional. El sistema legal tal vez parezca distinto en cada país, pero la lógica central y su estructura es muy similar en la mayoría de los países modernos. También creo que, después de ver el filme, quedamos con la necesidad de discutir cómo funciona la justicia y cómo no funciona también. Es interesante ver cómo este tipo de historias de casos legales afecta las perspectivas que la gente tiene», afirma Johansson.


Un documental que registra el juicio al que fue sometida la empresa sueca minera Boliden en el país escandinavo, tras exportar materiales tóxicos a Chile durante la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-1990) y causar daño ambiental y centenares de enfermos, tuvo su estreno latinoamericano en el festival AricaDoc, que termina este sábado.

Arica, codirigido por Lars Edman, sueco de origen chileno, y su compatriota William Johansson, es una secuela de Toxic Playground (2010), y muestra la lucha por justicia de parte de las víctimas del desastre, ocurrido en Arica, que sufrieron malformaciones, cáncer y muerte. Previamente la obra pasó por el Festival Internacional de Documentales de Ámsterdam (IDFA) y se puede ver gratis online en el sitio del festival para Chile, Perú y Bolivia.

El documental retrata cómo personas humildes se atreven a enfrentar a una de las empresas mineras más grandes del mundo. Entre ellas destaca Joselyn, una joven que apareció en el primer documental y ha padecido las consecuencias de la contaminación.

15 años de filmación

Edman, nacido en Chile y criado en Suecia, estudió en la Escuela de Cine de Valparaíso, donde conoció a Johansson. Toxic Playground fue el primer filme de ambos, ganó seis premios internacionales y se proyectó en más de 30 festivales internacionales y por televisión en toda Europa.

En este nuevo trabajo conjunto, desarrollan todas las aristas del caso y dan espacio a las argumentaciones vinculadas a la empresa, para que el espectador sea quien tome la decisión.

“El movimiento, la acción colectiva surgen de la la rabia. ¿Qué nos queda después de la rabia? Testimonio de los costos socioambientales de la codicia humana, Arica nos expone a toda la crueldad imperante en el actual sistema económico, pero situando a sus protagonistas ya no solo como víctimas, sino como activos actores que luchan por sus vidas”, afirma Juan Pablo Donoso, director de AricaDoc.

“El oro de las minas nos ha hecho ricos, y se podría decir que pagó por mi educación y la de Lars. Estaba increíblemente molesto cuando escuché que los desechos tóxicos que quedaban cuando el oro fue procesado, causaron enfermedades y muertes en una comunidad pobre lejos de casa”, opina Johansson.

Él admite que es difícil reducir 15 años de material filmado y varios meses de procedimientos judiciales a una película de una hora y media.

«Arica es la película más complicada con la que he trabajado. Estamos muy orgullosos de lo que hemos logrado y se siente bien que la película por fin se proyecte en Arica”, agrega.

Dos realidades opuestas

La cinta refleja dos realidades muy diferentes: por un lado, el Tribunal de Distrito de Skellefte, en el norte de Suecia, y por otro la pobre zona residencial en el norte de Chile. El equipo legal permitió a los cineastas seguir el extenso y único proceso legal desde dentro con sus cámaras.

“La película muestra cómo funciona la justicia y cómo no funciona. Nuestra película anterior trataba de la justicia moral. Esta vez se trata de justicia legal, cuando gente pobre del otro lado del mundo desafía a una de las compañías mineras más grandes del mundo», dice.

«Fue un largo y complicado viaje navegando a través de la esperanza y la desesperación, la tensión y los giros desgarradores. Por supuesto que entendíamos de antemano que sería difícil para la gente pobre de una zona vulnerable en Chile que demandaran a un gigante minero en Europa. Durante el rodaje de la película, pudimos ver de cerca cómo la gran multinacional Boliden –con sus interminables recursos y consultores contratados– podía producir un sinfín de documentos, teorías y modelos para demostrar su inocencia. Pero incluso, si las pruebas de los consultores pueden haber funcionado en los tribunales, se volvió visiblemente absurdo cuando se enfrentaron a la realidad de la gente en Arica”, señala.

Johansson cuenta que la primera vez que escucharon del caso fue en 2004, durante sus estudios en Valparaíso. 20 mil toneladas de desechos tóxicos, en los que había sustancias como arsénico y plomo, entre otros metales pesados, fueron dejados al aire libre en Arica entre los años 1984-85, lugar que luego se convirtió en un espacio popular donde jugaban los niños. Boliden pagó un millón de dólares a una empresa chilena, Promel, con el compromiso de que procesara el material, pero el reciclaje fue abandonado al poco tiempo.

Conexión local

La historia los impactó porque ellos son de la ciudad que tiene a Boliden como la compañía más grande e importante. «Lars nació en Chile y fue adoptado por una familia sueca. Su padre trabajó en la compañía minera muchos años», dice Johansson.

En Toxic Playground lograron contactar al encargado de medio ambiente de Boliden, Rolf Svedberg, la persona «que trajo la idea de mandar los desechos a Chile. Él nos dijo que estaba convencido de que la compañía chilena Promel iba a procesar los desechos en un lugar seguro. Viajó con nosotros para ver las consecuencias de su decisión y conocer a las personas afectadas. Él mostró un gran remordimiento y de alguna forma se convirtió en una especie de héroe en ese filme», agrega.

Toxic Playground tuvo un gran impacto cuando fue estrenada. Incluso se discutió en el Parlamento sueco, pero no pasó mucho más. «Luego, un día, un abogado norteamericano nos llamó por teléfono diciendo que vio nuestra película y estaba estudiando la forma de demandar a Boliden en una corte sueca. Así que tuvimos que seguir el proceso desde adentro. Ese fue el momento que decidimos hacer nuestro filme Arica, grabado por más de 15 años, donde les hicimos seguimiento a las comunidades afectadas en su lucha por justicia», recuerda Johansson.

Arica se centra «básicamente en el caso judicial, en su mismo edificio y luego en los juicios de Suecia», complementa Edman. «El contexto del juicio nos permite presentar el problema más o menos en su totalidad: Visitamos a las personas afectadas en Arica y no solo dejamos que cuenten sus historias, sino que también su lucha por justicia representada por un líder comunitario muy dedicado, y ariqueño. El tratamiento de la historia de Arica les pertenece a las personas de su comunidad, al menos esa es la intención», dice.

Pero también el marco del juicio permite mostrar de una forma muy detallada cómo los dos grupos de abogados rivales muestran su caso de forma muy diferente. «Creo y espero que el público encuentre esta parte de la historia de la película tan reveladora y notoria como nosotros después del juicio», afirma.

Audiencias

Johansson también comenta que fue muy importante hacer un filme para ambas audiencias, Chile y Suecia, pero también para el resto del mundo, ya que este tipo de problemas socioambientales están siempre sucediendo, en muchas partes: «Durante el proceso de edición estuvimos haciendo pruebas de visionado con personas en Suecia, Chile y el resto del mundo. Esa fue una gran herramienta para estar seguros que nuestro filme era entendible para audiencias en todas partes».

«No sabíamos a dónde nos llevaría este filme la primera vez que viajamos con los abogados a Arica», recuerda Edman. «Creo que esto pasa en muchos documentales, en que, de cierta forma, uno sigue la historia para ver a dónde te lleva. Pero después de años en este proceso descubrimos su potencial, no solo para la realidad del presente, las consecuencias y sufrimientos de las personas en Arica, sino que también la lucha de las personas y la complejidad de los mecanismos que conocemos como justicia. Creo que el resultado pone el foco en la humanidad en todo su esplendor. Dicho esto, todavía soy un gran creyente en la humanidad y el cambio», remata.

Lecciones e impacto

Para ambos el caso además deja muchas lecciones. «Tuvimos la impresión muchas veces que existían dos realidades diferentes, una en la Corte y otra en el territorio de la ciudad de Arica. Aprendimos que existen científicos expertos contratados, que muy a menudo llegan a conclusiones que no tienen ninguna relación con la realidad de las comunidades contaminadas», destaca Johansson.

«También pienso que la lección más difícil es la de pelear por justicia y en lo que tú crees que es justo. Es extremadamente complicado luchar contra una compañía multinacional. El sistema legal tal vez parezca distinto en cada país, pero la lógica central y su estructura es muy similar en la mayoría de los países modernos. También creo que, después de ver el filme, quedamos con la necesidad de discutir cómo funciona la justicia y cómo no funciona también. Es interesante ver cómo este tipo de historias de casos legales afecta las perspectivas que la gente tiene».

La cinta además se estrenará en Suecia en marzo. «Aún no sabemos cuál será su impacto, pero lo que sí sabemos es que ya ha generado un alto interés en el país», afirma Johansson y agrega que «se siente muy bien que hayamos tenido el estreno en Chile antes de llevar la película a su otro país de origen, Suecia. Esto nos permitirá compartir las opiniones de la audiencia chilena en Suecia, especialmente cómo la película y el tema son percibidos por la gente del área afectada en Arica. Al final, esta es su historia y su búsqueda de justicia».

Edman complementa que hasta ahora ha habido una gran respuesta de la audiencia chilena que ha asistido al festival AricaDoc, que este año se realiza exclusivamente online: «Creo que el festival en línea ha hecho que su alcance sea mayor y espero que esto ayude para hablar del tema una vez más, también en Chile».

¿Habrá un tercer documental sobre el caso? «No hemos planeado nada aún, pero uno nunca sabe», responde Johansson. «No teníamos planeado este filme tampoco. Lo que sí sabemos con seguridad es que la lucha por justicia en Arica continúa y nosotros estaremos siguiendo todo lo que pase».

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