CULTURA
Se trata de una iniciativa de la Curatoría de Talentos Fanjul&Ward, donde los beneficiados trabajaron junto al compositor chileno Carlos Zamora, que vive en la ciudad de York, en Inglaterra, y el compositor franco-chileno Marco Pérez-Ramírez, residente en Suiza. Entre los jóvenes beneficiados figuran los chilenos Jimmy Beas, Lucas Muñoz, Tom Bañados Russell, Esteban Morales (Esteban Moralier), Rodrigo Espinoza Pulquillanca y Javiera Campos Gatica, la única mujer parte de esta iniciativa. Además estuvo el peruano Gianni Bencich.
Un proyecto para compositores emergentes finalizará este viernes con un concierto.
Se trata de una iniciativa de la Curatoría de Talentos Fanjul&Ward, donde los beneficiados trabajaron junto al compositor chileno Carlos Zamora, que vive en la ciudad de York, en Inglaterra, y el compositor franco-chileno Marco Pérez-Ramírez, residente en Suiza.
Entre los jóvenes beneficiados figuran los chilenos Jimmy Beas, Lucas Muñoz, Tom Bañados Russell, Esteban Morales (Esteban Moralier), Rodrigo Espinoza Pulquillanca y Javiera Campos Gatica, la única mujer parte de esta iniciativa. Además estuvo el peruano Gianni Bencich.
Los profesores Zamora y Pérez-Ramírez trabajaron junto a estos grandes y jóvenes talentos musicales y creadores, quienes compusieron obras para cuarteto de cuerdas.
Las creaciones serán interpretadas por el Cuarteto Artes el viernes 4 de junio, a las 19:00 horas, en un concierto que se transmitirá por streaming desde la Galeria de Arte Patricia Ready y se transmitirá a través de las redes sociales (Facebook y Youtube) de CNN Chile y Fanjul&Ward.
Los jóvenes compositores manifestaron su satisfacción con la experiencia.
«Fue una experiencia de mucho aprendizaje y orientación del trabajo de un compositor, despejé muchas dudas y reafirmé mi vocación de componer», señaló Rodrigo Espinoza Pulquillanca.
Por su parte, Tom Bañados Russell, dijo que el evento «fue una experiencia única dentro del nuevo mundo aislado en que nos encontramos».
«Pude conocer personas nuevas con intereses similares pero contrastantes, y aprender de profesores con mucha experiencia. Mis ánimos musicales, que se veían debilitados con la pandemia, fueron completamente revividos, algo que siempre agradeceré profundamente», dijo.
Los organizadores destacaron que «algo interesante, dentro de este proceso, es que cada estudiante fue auspiciado por personas inspiradas a ser parte y las obras serán dedicadas especialmente a la nueva ‘nobleza musical’, que proviene de personas de la comunidad que creen y sienten que el arte puede transformar el mundo».
«En los campos de composición pude revalorar el no planificar todo en la creación», planteó Esteban Moralier.
En tanto, el peruano Bencich manifestó que fue «un proceso muy nutritivo para la creatividad».
«Aprender de las experiencias y opiniones de compositores de larga trayectoria es una de las mejores formas de prepararse para una carrera en la música, mientras que compartir ideas y propuestas con compositores jóvenes me sirvió para formar lazos y apreciar la diversidad de ideales estéticos que pueden encontrarse hacia el futuro de la música académica en América Latina», dijo.
Por su lado, la única mujer participante, Javiera Campos Gatica, indicó que «el amor puesto en este proyecto es contagioso: me dio la oportunidad de potenciar las ganas de descubrir nuevos mundos musicales y de tener muchos nuevos aprendizajes en este mágico y arduo camino que es la composición. ¡Agradecida del alma!».
Lucas Muñoz Ramírez, finalmente, calificó su experiencia de «tremendamente enriquecedora. El poder trabajar la composición desde cero en un tiempo concentrado obliga a concentrar fuerza en un solo objetivo».
«Además, acerca a una experiencia de trabajo profesional, bajo un encargo y con un ensamble formado con desconocidos, en contraposición de lo que uno vive en la universidad, donde generalmente se trabaja con amigos, donde el trabajo suele ser un poco más ameno y relajado», opinó.
«No puedo dejar pasar la oportunidad de mencionar a los profesores Marco y Carlos, quienes pusieron a disposición todo su conocimiento para nosotros. Me encuentro tremendamente satisfecho de haber participado», concluyó.
Por su parte, Angélica Fanjul, expresó su alegría desde la organización.
«Estamos muy contentas e inspiradas a que esto siga sucediendo, realmente los compositores son un mundo muy interesante… Creadores, innovadores, sin ellos no hay música o tal vez es más preciso decir que sin ellos no podríamos capturar la música del universo. Queremos que los Campos de Composición sea una experiencia que siga sucediendo y que promueva el trabajo de los grandes compositores y de los compositores emergentes», dijo.
«También decir que fue un lujo tener a Carlos Zamora y Marco Pérez-Ramírez como parte de este proceso. Ya conocemos en Chile el gran trabajo de Carlos y él sin duda ha sido un embajador de nuestro país en muchos lugares del mundo a través de su música. En el caso de Marco Pérez-Ramírez, increíblemente aún su obra no se ha tocado en Chile y él tiene un gran trabajo desarrollado en Europa, entonces es definitivamente un honor que él haya sido parte como profesor», agregó.
Fanjul además agradeció a la Fundación Ibañez Atkinso, a la Fundación Arte + y a la Galería de Arte Patricia Ready, «quienes a través de sus auspicios hacen posible que estos eventos sucedan».
Finalmente, Editorial Nacional publicará la obra de estos siete compositores emergentes, la cual quedará disponible para ser usada libremente por un año. Luego de eso, se podrá adquirir en la misma editorial. También algunas de estas obras serán interpretadas como música de cámara de la Orquesta Sinfónica de Biel/Solothurn, en Suiza.
