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«Siete películas antes de matar al señor Scrooge», el nuevo libro de Gianfranco Rolleri CULTURA|OPINIÓN

«Siete películas antes de matar al señor Scrooge», el nuevo libro de Gianfranco Rolleri

El estilo es alucinante, o alucinatorio, por llamarlo de alguna forma, y sin que eso desaparezca, y manteniendo el humor, a medida que avanza la historia va cambiando el tono, se va moviendo desde la ironía y el humor, a uno más dramático, a ratos sombrío, hasta desembocar en el sorpresivo final, que desde luego no comentaré para no hacer spoiler. Una gran novela, que invito a leer, para que la disfruten ojalá tanto como yo.


«Siete películas antes de matar al señor Scrooge» (Editorial Espora), la nueva novela de Gianfranco Rolleri, se puede leer inicialmente como una sátira, pero de a poco se va transformando en clamor contra el statu quo, contra el tipo de sociedad que hemos construido, con sus desigualdades y abusos. La marginación de los personajes, nos hace pensar en esa realidad que nos explotó en la cara en el año 2019, en esa rebelión que fue bautizada como el estallido social.

Gianfranco lo hace con su maestría de escritor, y el talento que ya había mostrado en sus primeros libros: diálogos asertivos, situaciones extremas, un gran trabajo de los personajes. El humor es excelente, parte desde la primera película. Creo que en los últimos años solo me he reído tanto con alguna de las novelas de Andrea Camilleri. No sé si son muchas las novelas y cuentos que provocan carcajadas.

Uno de los ejes de esta nueva novela, es la cruda la soledad del personaje Zamboni y su amor por Matilda, una joven cuya voz suena como la de un niñita de seis años y que sueña con la revolución y el ajuste de cuentas a la burguesía. Esta relación, así como la amistad del protagonista con el bueno del Anfeta, van cambiando a Zamboni, sacándolo de a poco de su escepticismo, y haciéndolo tomar partido y pasar a la acción, en este caso, y como anticipa el título del libro, una faena encaminada a matar al multimillonario señor Scrooge, para así intentar desafiar una sociedad y un sistema que ya no soportan.

El trío anterior, se completa con otro personaje potente; la monja guerrillera, que afirma haber visto al diablo tres veces, y que reza mientras les da a los jóvenes entrenamiento militar, con métodos muy poco canónicos, en su casa llena de retratos de santos. Un puñado de personajes deschavetados, que son tratados con ternura por el autor.

En cuanto a la estrategia narrativa: la idea de que cada capítulo gire en torno a una película, es un recurso novedoso y una delicia para los cinéfilos. La estructura, se basa en estos capítulos, que además de girar en torno a la temática de una o varias películas, se separan en partes, algunas de las cuales pueden ser cuentos por sí mismas. Por ejemplo cuando la familia de Zamboni, (él, su madre y su hermano) van al cine a ver «El joven manos de tijera», esa y otras historias van apareciendo sin que en ningún momento se pierda la continuidad de la obra. Un gran logro, una joyería fina engarzando historias dentro de la historia principal.

El nombre del protagonista principal, es un homenaje a Anteo Zamboni, un adolescente de quince años, que en octubre de 1929, consiguió acercarse a pocos metros del dictador italiano Benito Mussolini y dispararle. El dictador salvó la vida de milagro. Zamboni alcanzó a hacer un solo disparo, inmediatamente después una horda de fascistas se le echó encima y lo lincharon, su cuerpo quedó con 14 puñaladas, un balazo y signos de estrangulamiento.

Esta referencia italiana, ronda en la novela más allá del nombre del protagonista, si bien la historia claramente transcurre en Chile, y la monja que les da entrenamiento militar fue miembro del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, en la historia, como se señala en la contratapa del libro, flota un aroma a las Brigadas Rojas.

El estilo es alucinante, o alucinatorio, por llamarlo de alguna forma, y sin que eso desaparezca, y manteniendo el humor, a medida que avanza la historia va cambiando el tono, se va moviendo desde la ironía y el humor, a uno más dramático, a ratos sombrío, hasta desembocar en el sorpresivo final, que desde luego no comentaré para no hacer spoiler. Una gran novela, que invito a leer, para que la disfruten ojalá tanto como yo.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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