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Fondecyt y la naturalizada precarización en la investigación CULTURA|OPINIÓN

Fondecyt y la naturalizada precarización en la investigación

Esta denuncia va mucho más allá de la transferencia de fondos, tiene que ver con condiciones de bienestar y estabilidad en la construcción de conocimiento. Es un reclamo al trabajo precarizado sin contrato, sin derechos sociales y condiciones dignas de trabajo que se desarrolla en la investigación. La invitación es a la comunidad de investigación a desnaturalizar la precarización de la investigación y a repensar el modelo de financiamiento actual. Un modelo que no se sostiene y que transgrede la dignidad de lo que significa ser trabajador(a) en la investigación.


Deberíamos en estas líneas contar una historia feliz, pero en los siguientes párrafos contamos una historia de reclamos dando vueltas y frustraciones. La historia feliz es que en enero pasado, nos adjudicamos un proyecto de Fondecyt Regular. Quienes participamos activamente en la investigación desde las universidades sabemos lo importante de este financiamiento para la construcción de conocimiento y nuestra carrera académica. La felicidad de enero se sumaba a que era una adjudicación en temas de políticas de conocimiento y género desde conversaciones feministas.

Con lo difícil que es instalar investigación feminista en Chile, con un movimiento que nos tiene viviendo un proceso histórico con paridad de género y la creación de una política de género desde el Ministerio de Ciencias, Tecnología, Innovación y Conocimiento, nos sentíamos triplemente afortunadas. Toda la emocionalidad que rodea el financiamiento de una investigación regulada por una lógica neoliberal, basada en el incentivo a la competencia.

El Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondecyt), es uno de los financiamientos de investigación más competitivos, con una tasa de adjudicación del 25% al 35%, y aporta al país la generación de conocimiento pertinente y situado, teniendo además, altos estándares de calidad en el desarrollo de la investigación científica-tecnológica nacional.

Como equipo de investigadoras iniciamos nuestro trabajo en abril 2021, en línea con lo que la agencia indica. No obstante, el financiamiento adjudicado para la ejecución del proyecto, principal responsabilidad de ANID, fue entregado recién hace unos días. La comunidad de investigadores/as ha asumido que la ANID (ex Conicyt) se retrasa continuamente en las transferencias de dinero, con “historias de terror,” pero junto con ello, discursos sobre paciencia y comprensión de una gestión ineficiente de los recursos.

El atraso de meses en la transferencia de los recursos, no sólo pone en riesgo el cumplimiento de los objetivos de la investigación, sino que además, impacta las relaciones de confianza de un equipo de trabajo.

Las diferentes respuestas de la agencia a los requerimientos sobre el atraso de meses, son la manifestación más exacta de la precarización de la investigación; respuesta 1, la evaluación de la ética del proyecto está pendiente, aún cuando las universidades están a cargo de este proceso. Respuesta 2, se realizó la transferencia hace varias semanas. Respuesta 3, la transferencia fue realizada a un número de cuenta sin nombre y de un banco en el que la investigadora principal no está afiliada. Respuesta 4, no podemos dar respuesta a su requerimiento. Respuesta 5, debe hacer un reclamo si esa no es su cuenta del banco. Respuesta 6, esto no es un reclamo debe dirigirse a ayuda ANID. Entre reclamos y respuestas, la universidad de la investigadora principal, apoyaba vía telefónica para solicitar una respuesta a los requerimientos, porque entre uno y otro pueden pasar semanas.

Lo frustrante y doloroso, más allá de las respuestas que no son tales de parte de la agencia, es adeudar meses de honorarios a quien trabaja como ayudante a jornada completa en este proyecto. Pero al mismo tiempo, omitir que el “incentivo” a la investigación para una de las co-investigadoras no es tal, sino una de sus fuentes principales de ingreso. Es doloroso porque hay compromisos impostergables, como es la remuneración, la cual no puede no puede estar al vaivén de una agencia que no responde.

Es frustrante, porque mientras como investigadoras feministas consideramos relevante una política de género en la investigación, consideramos vergonzoso deberle meses de honorarios a la ayudante del proyecto (mujer). Es frustrante, porque somos mujeres académicas y feministas con conciencia de clase, y nos identificamos en su angustia. Lo que para un investigador principal puede ser un “incentivo,” para un (a) ayudante o colaborador (a) puede ser su principal fuente de ingreso y la manera a través de la cual paga los costos de la vida, esos que todos conocemos. Si se atrasa, puede no haber comida en la mesa, así de simple.

Como investigadoras, este reclamo que traspasamos desde los canales formales a una reflexión pública es relevante para dimensionar las facetas sobre cómo opera la precarización de la investigación, pero al mismo tiempo, las incoherencias de tener un Ministerio creando políticas para la comunidad científica, pero con una agencia que opera con vida propia, con escaso financiamiento, un exceso de burocratización y de espaldas a la comunidad de investigadores a la que debe servir.

Esta denuncia va mucho más allá de la transferencia de fondos, tiene que ver con condiciones de bienestar y estabilidad en la construcción de conocimiento. Es un reclamo al trabajo precarizado sin contrato, sin derechos sociales y condiciones dignas de trabajo que se desarrolla en la investigación. Tal como lo mencionaba Mandiola, Ríos y Varas en su análisis sobre aprobar proyectos fondecyt sin financiamiento, la idea de entender la investigación como un desempeño individual, donde se enfatiza la productividad invisibilizando los procesos y el reconocimiento de un trabajo colaborativo, se encuentra en crisis (1).

La invitación es a la comunidad de investigación a desnaturalizar la precarización de la investigación y a repensar el modelo de financiamiento actual. Un modelo que no se sostiene y que transgrede la dignidad de lo que significa ser trabajador(a) en la investigación.

(1): Mandiola , M., Rios, N. Varas, A. (2021). Aprobar sim Financiar: ¿Para qué sirve la ANID hoy? CIPER/Académico. https://www.ciperchile.cl/2021/06/01/aprobar-sin-financiar-para-que-sirve-la-anid-hoy/

Ana Luisa Muñoz García, Pontificia Universidad Católica de Chile (investigadora principal), Hillary Hiner, Universidad Diego Portales (co-investigadora) y Andrea Lira, investigadora independiente (co-investigadora).

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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