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“Cartas a mis padres muertos”, nueva película de Ignacio Agüero, tuvo premiere mundial en Marsella

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Marco Fajardo Caballero
Por : Marco Fajardo Caballero Periodista de ciencia, cultura y medio ambiente de El Mostrador
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Recoge cincuenta años de la vida del cineasta y del país en base a materiales de archivo personales, familiares y públicos más material filmado hoy.


Resumen
Síntesis generada con OpenAI
“Cartas a mis padres muertos”, la nueva película de Ignacio Agüero, tuvo su estreno mundial en la 36ª edición del festival FIDMarseille, en Marsella. Este documental de 106 minutos mezcla cine en blanco y negro y color; Agüero dialoga con sus padres fallecidos a través de recuerdos, sueños, archivos personales y políticos, cruzando lo íntimo con la historia nacional. El filme transita entre memoria, dictadura y poesía, mostrando cómo pasado y presente se entrelazan en un viaje emocional y reflexivo.
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“Cartas a mis padres muertos”, la nueva película de Ignacio Agüero, tuvo este jueves su premiere mundial en el festival 36 FIDMarseille, que termina este domingo.

En la cinta, el cineasta se dispone a crear la forma de poner al día a sus padres de los sucesos tanto íntimos y familiares como sociales y políticos desde la muerte del padre, días después del triunfo de Allende hasta hoy.

Cincuenta años de la vida del cineasta y del país en base a materiales de archivo personales, familiares y públicos más material filmado hoy, en un tejido íntimo, social y político que persiste en la forma indagatoria y exploratoria del cine de Agüero que ha derivado en lo que llama cine de la divagación.

“Presentar una película nueva en cualquier lugar que sea es una gran cosa, porque es ver el parto en la pantalla de una nebulosa muy confusa con la que la película parte, y que durante el rodaje y el montaje se va abriendo pasos y creándose”, dijo el cineasta a El Mostrador.

“Es maravilloso cuando eso se puede hacer en una sala muy buena, en un festival muy bueno, como el de Marsella, a sala llena y con público también muy rico, muy diverso, de cinéfilos y gente común, y contar por ejemplo con amigos cineastas muy admirados por mí también, y entre los cuales también estaban chilenos que admiro mucho, como José Luis Sepúlveda y Carolina Adriazola. Una gran experiencia, y lo rico que queda es que la película está empezando a mostrarse recién, y va a poder mostrarse en Chile y eso va a ser algo riquísimo”.

Conexión

“La película busca conectar con los padres no por la tristeza de su ausencia, sino por el deseo de revivir la vida que perdieron. La literatura y el cine son medios muy apropiados para ello”, afirmó además Agüero en una entrevista publicada por el sitio web del certamen.

“Me fascina el juego que permite el cine. El juego de interactuar con los padres fallecidos a través de imágenes y palabras. En este juego, la película se convierte en una carta, una carta visual, que se aleja de la forma de ‘carta filmada’, que presupone un texto familiar escenificado que evoca imágenes. En mi película, se trata más bien de diversos textos que se organizan con las imágenes que desean aparecer en la pantalla, creando un estado de contacto”, explicó.

“La duración de la película es la de una sesión de contacto con mis padres, compartida con los espectadores. La película es la necesidad —o más bien el deseo— de revisitar el pasado, de tener conversaciones que me habría gustado tener, de crear un estado de conexión viva”.

“Tuvimos una linda premier en un festival al que le tenemos mucho cariño y representa para nosotros un bastión del cine autoral”, expresó por su parte la productora Tehani Staiger a El Mostrador.

“Una sala llena, con públicos de diversas edades disfrutaron nuestra primera función. La película recibió un caluroso aplauso y el director junto al montajista pudieron conversar con el público después de la proyección”, destacó Staiger.

“Está película da la posibilidad de abrir muchas y diversas conversaciones y eso esperamos poder hacer en Chile cuando estrenemos, abrir la conversación a través de una obra cinematográfica”, declaró.

Otras dos funciones de este fin de semana además contarán con un espacio de conversación con el director y el montajista de la película.

Crédito: Cedida

Punto de partida

Anteriormente, en el mismo evento, Agüero se hizo merecedor de dos Grand Prix (en 2016 con “Como me da la gana II”, en 2019 por “Nunca subí el Provincia”). Marsella será el punto de partida de su tour de proyecciones por diversos festivales de Asia, Europa y América Latina.

Asimismo, la película ha firmado recientemente un contrato con la distribuidora europea Uma pedra no sapato, interesada en obras que ellos definen de realizadores visionarios, y que cuenta con una catálogo nutrido de películas de vanguardia como Grand Tour de Miguel Gomes. El contar con el trabajo de esta distribuidora permitirá darle un impulso a una mayor circulación a nivel mundial.

En Chile, su premier nacional está programada en octubre, para luego estrenar en salas de la Red de Salas de Cine y un circuito universitario en varias regiones del país.

Agüero es un referente importante en el cine documental en América Latina. A lo largo de más de cuatro décadas, su trabajo ha contribuido a construir una mirada profunda y crítica sobre la sociedad chilena, interpelando las relaciones entre lo íntimo y lo político, lo cotidiano y lo histórico.

Sus películas —entre las que destacan No olvidar (1982), Cien niños esperando un tren (1988), Sueños de Hielo (1992), Aquí se construye (o ya no existe el lugar donde nací) (2000), El diario de Agustín (2008), El otro día ( 2012 ) y Notas para una película (2023)— no solo registran procesos sociales y políticos fundamentales, sino que lo hacen desde una sensibilidad estética y ética singular, que ha influenciado a generaciones de cineastas.

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