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“Apocalipsis en los trópicos”: la teocracia brasileña CULTURA

“Apocalipsis en los trópicos”: la teocracia brasileña

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Llega a Netflix “Apocalipsis en los Trópicos”, el nuevo documental de Petra Costa, que expone el creciente poder de los grupos evangélicos en la política brasileña. La cinta ofrece un testimonio sobre los riesgos de mezclar religión y política, y cómo esta combinación puede amenazar a la democracia.


Este nuevo trabajo de Petra Costa se presenta como una especie de cuasi secuela de su aclamado documental nominado al Óscar, Al filo de la democracia. Ambos abordan la compleja realidad política de Brasil, pero desde diferentes perspectivas. Mientras que en Al filo de la democracia se analiza la polarización política, la fragilidad democrática y el encarcelamiento sin pruebas del expresidente Lula da Silva, hecho que abrió paso al ascenso de Jair Bolsonaro, Apocalipsis en los Trópicos se sitúa en el periodo posterior al COVID-19, durante la reñida campaña electoral que culminó con la victoria de Lula por un estrecho margen del 50,9%.

El enfoque de este nuevo documental se centra en el poder creciente de los grupos evangélicos y su peligrosa influencia en el ámbito político. Petra Costa plantea preguntas inquietantes sobre los límites de la democracia y cómo, bajo ciertas condiciones, puede empezar a transformarse en una teocracia.

A través de un análisis crítico y audaz, Costa nos sumerge en el interior de estos grupos evangélicos: desde su estrecha relación con Bolsonaro y el papel de los teleevangelistas, hasta sus estrategias de manipulación masiva, su discurso religioso, y su deseo de imponer una visión teocrática del país. También muestra una facción más progresista dentro del evangelismo, que se opone a Bolsonaro y apoya causas sociales como el matrimonio igualitario, pero son una minoría y han sido perseguidos por los pastores bolsonaristas.

El crecimiento del movimiento evangélico en Brasil es alarmante: aproximadamente el 35% de la población se identifica con esta fe, lo que convierte al país en el mayor bastión evangélico de Sudamérica. En el Congreso, la “bancada evangélica” tiene una presencia significativa: 132 de los 513 diputados y 14 de los 81 senadores pertenecen a este grupo. Esto dificulta aún más la separación entre Iglesia y Estado, ya que obstaculizan iniciativas legislativas relacionadas con derechos civiles, valores laicos y libertades individuales.

El documental, en su exploración religiosa de la historia de Sudamérica, aborda el papel de la Teología de la Liberación, un movimiento teológico y social dentro de la Iglesia Católica que surgió en América Latina durante la década de 1960. Esta corriente pone énfasis en la opción preferencial por los pobres, la justicia social y la liberación de la opresión, lo que la llevó a ser vista con recelo e incluso etiquetada como comunista por parte del  gobierno de Estados Unidos durante la Guerra Fría. En este contexto, existen evidencias de que ese país, a través de diferentes mecanismos (incluyendo en algunos casos el apoyo encubierto de la CIA), impulsó el crecimiento de iglesias evangélicas, especialmente las pentecostales, como una estrategia para contrarrestar la influencia de la Teología de la Liberación y consolidar un frente religioso más conservador. En este contexto es ilustrativa la cita que costa hace de una escena de la película El evangelio según Mateo de Pasolini, en la cual se muestra un Jesús más humano, y cercano a los pobres, en contraposición con las estructuras de poder.

El documental pone en evidencia un patrón que se repite en varios países, donde la extrema derecha utiliza las instituciones democráticas para alcanzar el poder, valiéndose de bulos, desinformación, manipulación mediática y apelaciones religiosas. Bolsonaro ha sido muy eficaz en todas estas estrategias, especialmente en su utilización del cristianismo para sus fines políticos. Establece alianzas con importantes pastores e incluso usa su segundo nombre, “Mesías”, para conectar con los sectores evangélicos. Es notable, como se muestra en el documental, la influencia del televangelista millonario Silas Malafaia, carismático, conservador, violento, controversial y manipulador,  cuya “misión divina” parece ser llevar a Bolsonaro al poder, cueste lo que cueste.

Aunque este documental no llega a los niveles del magnífico Al filo de la democracia, es una reflexión interesante, aguda y cargada de urgencia sobre el poder de las estructuras religiosas y su capacidad de condicionar la política y hacer más frágil la democracia. Son impactantes las imágenes que muestra el documental del asalto al palacio de Planato por los seguidores de Bolsonaro. La escena hace recordar a la violenta y patética invasión al Capitolio en Estados Unidos tras la derrota de Donald Trump.

El documental hace usos de acertados recursos cinematográficos para lograr sus objetivos. La narración en off de la directora le proporciona una vibrante y potente conducción. Por otra parte su textura visual, en la que se combinan imágenes de archivo, entrevistas reveladoras (incluida una con Lula muy significativa) y excelentes registros audiovisuales del caos que marcó este periodo, permite un rica y lúcida exploración de los extremos de irracionalidad a los que puede llegar el fundamentalismo religioso.

Petra Costa se confirma como una de las documentalistas más interesantes del siglo XXI en Latinoamérica, y es una gran noticia que su nuevo trabajo esté disponible en Netflix. Altamente recomendado para quienes deseen comprender mejor cómo operan los grupos extremistas en el entramado político contemporáneo.

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