
Profesor haitiano en Chile lanza segundo libro: “todo lo que escribo aquí tiene que ver con Chile”
Nació en Haití, estudió Licenciatura en Ciencias de la Educación, pero hace más de diez años vive en Chile, país que escogió para estudiar su especialización en Relaciones Internacionales en la U. de Chile. El próximo 29 de agosto lanza allí “Aproximación a la cultura de Haití”.
En su paso por Chile, Yvenet Dorsainvil ha liderado diversas iniciativas vinculadas al fenómeno migratorio en Chile. Primero, como director y creador de la Radio Konbit FM, también, como integrante del Consejo Consultivo del Instituto Nacional de Derechos Humanos y también como miembro del Consejo Consultivo Nacional de Migraciones del Gobierno de Chile.
El año 2017 la Casa Central de la Universidad de Chile fue sede del lanzamiento del diccionario kreyòl-español, primer libro publicado de Dorsainvil. En esta ocasión, el investigador y escritor alista las preparaciones para su nueva obra escrita, herramienta concreta que permite comprender las características más relevantes de la cultura haitiana.
Asegura que gracias a la acumulación de conocimientos que ha adquirido a lo largo de los años, ha podido escribir diversos textos, los que han permitido plasmar en el papel sus principales ideas, tanto desde su experiencia personal, como colectiva. “
Este libro es producto de todo lo que he vivido en Chile”, asegura.
En esa línea, el profesor Dorsainvil resalta en esta publicación los principales elementos que pueden aportar luces sobre el proceso de “adaptación” de la comunidad haitiana. Desde el entendimiento de un espacio más colectivo a uno más individual, el misterio detrás de los llamativos sobre amarillos que portan miles de haitianos o la variedad gastronómica que ofrece esta relevante cultura. Sobre esto y más, ahonda en la siguiente entrevista en exclusiva.

—A partir del lanzamiento de “Aproximación a la cultura haitiana”¿De dónde surge la idea de escribir este libro?
La idea viene de hace más de 10 años y se ha ido modificando de acuerdo a mis experiencias. Por ejemplo, yo cuando era dirigente social escribía sobre las cosas que iba enfrentando, que sabía de otra persona o incluso de mi propia experiencia como migrante. En esta acumulación de experiencias llegó un momento en el que dije, “no, yo tengo que tomar la decisión de escribirlo porque algo tiene que pasar y debemos producir conciencia”.
Donde he trabajado, he visto muchas situaciones que pasan en los consultorios. Por ejemplo, lo que sucedió con Joane Florvil fue una fuente de inspiración. Por eso, todo lo que escribo en este libro tiene que ver con Chile. Pero también incluye modificaciones, porque en un momento me di cuenta que este libro también puede ayudar a otras personas en otras partes del mundo, no tan solo en Chile.
En este libro hay tantos elementos, que si profesionales de distintas áreas como salud u otras, lo leen y adquieren conciencia, podrían corregir muchas cosas. A lo largo de los años, me he dado cuenta que muchas veces hay mucha maldad en las cosas que suceden, pero también me di cuenta de que se puede tratar de malos entendidos.
—¿Cómo evalúas el choque cultural al llegar a Chile?
Es muy difícil cuando ocurre un choque cultural, son cosas que pasan muchas veces y que la gente no entiende y no tienen por qué entenderlo también.
Imagínate una persona que viene de una cultura diferente, donde lo que prima es el colectivismo, la protección mutua y la ayuda colectiva es lo que manda. Pero llega aquí y tiende a equivocarse y no solamente a equivocarse, sino que puede caer en muchos malentendidos que muchas veces resultan en tragedia. Eso es lo más duro.
Yo tenía esa idea desde hace mucho tiempo en el propio diccionario, y justamente pongo el ejemplo de la micro. Si tú vas a Haití y una persona va sentada y ve a alguien de pie, lo primero que piensa es que le va a ofrecer a esa persona su pierna para que se siente, pero acá en Chile eso no se hace y entender esas diferencias culturales es clave.
Por ejemplo, en Haití hay lugares donde ni siquiera hay comisaría y a pesar de eso, la gente tiene seguridad, porque nosotros tenemos una estructura para protegernos, a nosotros y nuestras familias. La misma temática ocurre en el ámbito económico. Por ejemplo, cuando alguien no tiene suficiente dinero, no tiene comida y vive cerca de ti, se le ayuda.
Por ejemplo, yo vivo en un departamento y me cuesta demasiado entender que al frente hay un vecino que no conozco. En nuestra cultura si vivimos en un mismo barrio, nos conocemos entre todos y nos apoyamos.
Se viene a mi cabeza también el caso de Joane Florvil. Ella venía del Cabo Haitiano, del norte de Haití, un lugar donde es muy fuerte el colectivismo entre la comunidad, donde se cuidan entre sí y son muy buenas personas. ¿Y qué pasó con ella acá? Deja en un lugar a su hijo, pero ella piensa que es un lugar protegido, un lugar seguro. Pero acá eso no se entiende así.
—¿Cómo la comunidad haitiana logra instalarse a pesar de tantos choques culturales?
El pueblo haitiano es un pueblo que está acostumbrado a enfrentar y superar situaciones, eso a raíz de haber sufrido muchos enfrentamientos, algunos más trágicos, otros lamentables, pero el haitiano es es una persona que se acomoda y supera dificultades.
En el libro, yo lo planteo en varios capítulos y hablo de esa superación, de cómo vamos modificando ciertas cosas, finalmente para sobrevivir o simplemente para adaptarnos.
—¿Por qué le recomendarías a las chilenas y chilenos leer este libro?
El libro te puede hacer más cercano a personas que de por sí ya son muy amigables, somos personas que llegamos a este país a adaptarse y sobrevivir. Muchas veces tenemos culturas distintas, podemos actuar de manera distinta, pero eso no significa que sean malas personas.
Entonces, entender sus formas de actuar, por ejemplo cuando están contentos o cuando se sienten tristes, eso te genera más empatía y hace que tú te puedas comportar de cierta forma.
También lo recomiendo porque el libro tiene mucha información que puede ayudar en cualquier situación. Tener conocimiento de una cultura distinta es un recurso que es muy útil y relevante.
—¿Cómo evalúas el racismo que existe en Chile?
Es difícil. Como haitiano y como persona que lleva viviendo tanto tiempo acá, si hablo de racismo en Chile, de la forma en que lo veo yo, puede ser injusto. Pero también veo en algunas personas un racismo muy cruel en Chile.
Lo que más me causa pena es que, como persona negra en el país, veo que aumenta el racismo. Veo a mucha gente que sí bien tienen muchas ganas de integrarse, de estar en este país, sé que existen muchos haitianos que a esta altura sienten cansancio y ganas de estar solos.