
Artista iquiqueño: “La aspiración del ‘Miami Chileno’ es parte de la política cultural neoliberal”
Por estos días, la exposición “Creadores de Valor. Desfiguraciones del paisaje” de Camilo Ortega en la Galería Gabriela Mistral ha llamado la atención de la escena artística por su reflexión sobre el impacto del boom inmobiliario en el norte del país.
Camilo Ortega (Iquique, 1985) es un artista visual que por más de una década ha destacado en el contexto de las artes visuales en Chile por su particular enfoque que mezcla los signos del muralismo y la pintura contemporánea.
Por estos días su exposición “Creadores de Valor. Desfiguraciones del paisaje” en la Galería Gabriela Mistral ha llamado la atención de la escena artística.
La muestra pone en la palestra las ecuaciones físicas e intangibles del vertiginoso mercado inmobiliario que vivencia el norte de Chile.

Exposición Creadores de Valor-Desfiguraciones del Paisaje. Camilo Ortega. Galería Gabriela Mistral, Santiago de Chile, 2025
– ¿Cuál es tu mirada respecto a las problemáticas que aparecen en tus propuestas para la exposición en Galería Gabriela Mistral? Conociendo tu contexto social y político en Iquique, ¿crees que el proyecto de ‘Miami Chileno’ es uno de los símbolos más destacados de lo eminentemente neoliberal?
– En primero lugar, el neoliberalismo está muy presente en la contingencia global. Es cosa de observar el avance de la ultraderecha con su agenda económica liberal. En este sentido y tomando en consideración lo neoliberal, yo en esta exposición también evidencio el fenómeno del turismo como parte del neoliberalismo y la presión que éste ejerce sobre la geografía alterando los imaginarios de las comunidades que lo habitan. Y para ser más específicos podría agregar que, la simple idea de instalar Miami en las costas del desierto tarapaqueño configura las aspiraciones, ilusiones y fantasías propias del sistema político y económico en cuestión.
– Ciertamente el desierto y su materialidad han inspirado a un sin número de artistas. ¿Cuáles crees que son las aspiraciones de la sociedad del norte de Chile?
– Por ejemplo, en el caso de Iquique, a las y los iquiqueños les acomoda bastante residir en el borde costero. Convivir bajo la sombra de construcciones en altura, palmeras. Es sin duda una imagen seductora para quienes residen bajo el manto de una estética que pareciera no tener límites. Finalmente, la aspiración del “Miami Chileno” es parte de la política cultural neoliberal para el desierto y esta estrategia y sus métodos pretenden obtener una rentabilidad a través de estos paisajes artificiales y exóticos que evaden la realidad de un desierto muchas veces convertido en el patio de Chile, en un basural.

“Oro blanco” de Camilo Ortega.
– Tengo el privilegio de visitar diversos lugares de Chile y he podido observar últimamente propuestas pictóricas que han generado una certera revisión a las historias de las territorialidades y sus propios conflictos con el capitaloceno. De la mano de estas historiografías, ¿desde qué enfoque histórico reivindicas, por lo general, tus proyectos?
– Creo que lo que marca mi obra son el ideario del progreso y desarrollo que se implementaron con la dictadura de Pinochet y que alcanzaron su auge en los años noventa. En esa misma época, irrumpe el boom económico del cobre, la apertura comercial instala al país en la aldea global y las repetidas promesas de un futuro próspero pero repleto de contradicciones provocaron una serie de abusos medioambientales. Este periodo marca mis procesos creativos desde lo estético hasta lo político. Todos estos elementos son mezclados con humor e ironía para abrir el diálogo y hacer de estos asuntos una discusión accesible y no críptica.
– La contingencia geopolítica mundial está muy candente entre genocidios y guerras. En este sentido, en varias exposiciones en las que has participado, por ejemplo, en Centro Cultural de España, Museo Nacional de Bellas Artes y el Museo de Arte Contemporáneo, también es posible evidenciar tu crítica a la noción contemporánea de Estado-Nación. ¿Me podrías comentar cuáles son los principales emblemas, citas y poéticas que exhibes al respecto?

Exposición Creadores de Valor. Desfiguraciones del Paisaje. Camilo Ortega. Galería Gabriela Mistral, Santiago de Chile, 2025.
– La mayoría de los proyectos que he desarrollado, tiene en común la intención de revelar los signos del colonialismo a partir de distintas estrategias. Ejemplo de aquello es lo que he buscado representar a partir de lo que ocurrió en la época del salitre con el uso de los deportes como forma de dominación de los obreros, y junto a ello el slogan tierra campeones, con el cual es conocida hasta el día de hoy la ciudad de Iquique.
Por lo que hice el juego de cuestionarme si somos campeones o peones. Otro caso es lo que he pintado en concordancia con la bolsa matutera como contenedor de mercancías transfronterizas y en donde la mercadería pirata o falsificada funciona como metáfora de una identidad no original/no pura, si no que más bien contaminada/sucia muy propia del norte del país. Ahora, en mi último proyecto en la Galería Gabriela Mistral, exhibo una palmera metálica que busca ser instalada en el borde costero, siendo esta figura de hojalata, otra forma más de colonialidad. La palmera es la exotización misma del paisaje en Atacama.
– Además de tener una carrera como artista visual, también has formado con tu compañera Loreto González Barra el Colectivo Caput, un espacio que ha reivindicado –como lo he definido–, el ‘ensayo territorial’ dentro del contexto de las residencias artísticas, especialmente en la zona costera de la región de Tarapacá. ¿Cuáles son los ejes de trabajo que promueve Caput?
– En Caput nos interesa abordar el estudio de las dinámicas del borde costero de Tarapacá y del mundo, aprender de los contextos que habitamos, promover experiencias de aprendizaje en contextos específicos. Disfrutar de la alimentación cercana y sabrosa que entrega el océano pacifico.
Caput busca producir ejercicios creativos relacionados a diversas temáticas, todas relacionadas a los contextos que habitamos. A lo largo de los años hemos levantado ciclos de residencias, proyectos propios que toman distintos formatos, y también organizamos encuentros colectivos. El juego, arte, experimentaciones corporales, la soberanía alimentaria, son algunas de las líneas de hemos desarrollado. Todos estos asuntos se cruzan con procesos educativos a través de pedagogías experimentales, porque nos interesa popularizar las artes y con ello abrir espacios para la reflexión sobre temáticas que nos convocan.

Crédito: Camilo Ortega