
Fotógrafo alemán Harald Hauswald: las dictaduras de Chile y la RDA “no se pueden comparar”
Sus imágenes sobre el “lado B” de la República Democrática Alemana -la cultura underground y el movimiento opositor- se podrán ver hasta el 10 de noviembre en la galería Aninat. El próximo 18 de octubre además habrá un conversatorio sobre la resistencia cultural en el extinto país socialista.
Harald Hauswald (Alemania, 1954) ha venido a Chile por primera vez para mostrar sus fotos de la extinta República Democrática Alemania, realizadas en la década de los 80 y principios de 1990.
Sus imágenes se pueden ver en la Galería Aninat (Alonso de Córdova 4355, Vitacura) hasta el 10 de noviembre, en el marco de un nuevo aniversario de la reunificación alemana, celebrada el 3 de octubre de 1990, gracias a la gestión del chileno Rafael Insunza, quien vivió su exilio en ese país y curó la muestra.
Además habrá un conservatorio el próximo 18 de octubre, titulado “La resistencia cultural en la RDA”, en la misma galería.
“La muestra de Harald Hauswald tiene por objetivo promover en la audiencia una opinion crítica y estado de reflexión. Las personas que visiten esta exhibición podrán conocer el relato en primera persona de un protagonista de la RDA y valorar la importancia de libre expresión. Desde sus inicios Galeria Aninat promueve reflexiones sociales y politicas para que el espectador pueda realizar sus propias conclusiones”, afirma Javiera García-Huidobro, directora ejecutiva de Galeria Aninat.
“Es importante destacar no solo el valor simbólico de las piezas fotográficas que componen esta muestra, sino que tambien las fotografías tienen valor artístico y estético. La forma de captar la luz, retratar la escena nos traslada a experimentar el momento histórico en carne propia”.

Die Mauer ist gefallen, das Brandenburger Tor offen, Berlin-Mitte, Dezember 1989, Berlin, DDR, Deutschland, Europa. Harald Hauswald/OSTKREUZ, GRENZKUNST (ARTE DE FRONTERA) CIRCUITO CONTRACORRIENTE / LA RESISTENCIA CULTURAL EN LA RDA
El origen de la muestra
El año pasado, Insunza viajó a Alemania en el marco de un libro que estaba haciendo vinculado a su exilio en la RDA, y en ese marco se reencontró con Hauswald. El artista le había tomado algunas fotos en su juventud como miembro de una banda underground del país socialista.
Ese reencuentro fue la semilla de la muestra actual, centrada en la “cara B” de Alemania Oriental: jóvenes fuera del sistema, grupos de oposición, la cultura underground.
“Mucha gente estaba muy triste en la RDA. La gente no estaba convencida de la sociedad en la que vivían, de hecho cayó el Muro y salieron todos corriendo. El problema era que el sistema impedía que la gente que tenía ideas diferentes pudiese desarrollar su visión crítica de la sociedad”, comenta Insunza que sufrió, él mismo, ese tema.
“No es que hubiese habido una represión física como lo que hubo acá (en dictadura), porque eso no se puede comparar: no había desapariciones, no había tortura, no había muerte, eliminación física de las personas. Pero todo lo que salía fuera de la norma de lo establecido del bien y el mal, todo lo que se salía de este parámetro, era reprimido”.
Obviamente el paso del tiempo -y el talento del propio Oswald- han aumentado el valor de la obra de Hauswald.
“Es como la música. Hay canciones que uno escucha un verano y pasan, y hay canciones que quedan para siempre”, afirma Insunza sobre las imágenes.
“Él es un gran fotógrafo por sí solo, pero eso, más el lugar, las circunstancias donde se desarrolló su obra, le dan un peso extraordinario”, dice.
La exposición además fue apoyada por la embajada de Alemania en Chile.
“Las fotos de Harald Hauswald son más que simples imágenes. Son testimonio de una época, que capturan de manera única la atmósfera y la vida cotidiana en la RDA en la década de 1980. Sus obras nos muestran los detalles que a menudo se omiten en la historia oficial. Son un puente hacia el pasado que nos ayuda a comprender aquella época. Al mismo tiempo, también documentan el coraje de muchos artistas y activistas por la paz que lucharon por una vida en libertad y democracia más allá de los muros divisorios”, afirma la embajadora de Alemania en Chile, Susanne Fries-Gaier.

Konzert der Band Tacheles im Jahr 1987 in der Ostberliner Zionskirche. An der Gitarre links oben auf der Kanzel spielt André Greiner-Pol. Sänger ist Rafael Insunza Figueroa. Am Schlagzeuger ist Alex Kriening und Keyboarder ist Frank Tröger, häufig auch Trötsch genannt. Berlin-Mitte, 1987, DDR Harald Hauswald/OSTKREUZ, GRENZKUNST (ARTE DE FRONTERA) CIRCUITO CONTRACORRIENTE / LA RESISTENCIA CULTURAL EN LA RDA
Primera vez en Sudamérica
Hauswald nunca había estado en Sudamérica. Dice que al único chileno que conocía era a Insunza, a quien fotografió en los años 80 cuando el chileno integraba una banda de rock.
Tener contacto con los chilenos “era difícil, estábamos un poco separados, por decirlo de manera delicada”, y hace un paralelo con los soviéticos que se encontraban estacionados en la RDA en aquella época, “con ellos tampoco teníamos contacto. No era tan fácil como suele decirse”.
Él mismo nació en Radebeul, un pueblo a unos kilómetros de Dresden, la capital del estado alemán de Sajonia, al sur de Berlín. Estudió fotografía en la capital regional y en 1978 se mudó a Berlin, aunque mudarse dentro de la RDA no era fácil. En su caso lo pudo hacer gracias a una novia que vivía en la capital de la RDA.
“Berlín en realidad estaba bloqueado para las mudanzas. Uno sólo se podía mudar allá si tenía un trabajo. Y a un trabajo sólo se accedía si se tenía una vivienda. Así que no era fácil. Pero en aquel momento murió el abuelo de mi novia de entonces y simplemente nos instalamos en la casa”.
Para ese entonces, Hauswald ya tenía una formación profesional como fotógrafo en la Universidad Técnica de Dresden, y le interesaba mostrar la “cara no oficial” de la RDA (“la oficial se veía en todos lados”). Pero había otra razón vinculada a la imposibilidad de los ciudadanos para salir del país: debían pedir visa para ir a cualquier otro país, incluso un país socialista. Solamente a Checoslovaquia se podía viajar sin visa.
“Yo me sentía encerrado en la RDA, había un gran muro alrededor. Y para mí la fotografía era una especie de válvula. Así que intentaba liberar algo de ese encierro”.
Por eso dice que “el fotografiar era una especie de intento de salida. Y las fotos sólo las podía mostrar bajo ciertas condiciones en la RDA, porque las otras imágenes de la RDA oficial era más dominantes”.

Marx-Engels-Denkmal, Aufstellen der Friedrich-Engels-Skulptur, Februar 1986, Berlin-Mitte, DDR. Harald Hauswald/OSTKREUZ, GRENZKUNST (ARTE DE FRONTERA) CIRCUITO CONTRACORRIENTE / LA RESISTENCIA CULTURAL EN LA RDA
Exhibiciones
Como se podrá imaginar, no era fácil mostrar la obra de Hauswald, al menos no en la RDA.
“En la RDA había un lugar donde se reunía una especie de oposición, y era la iglesia (evangélica). Así que yo exponía en distintas iglesias y en pequeños clubes juveniles, que aunque eran financiados y dirigidos por el Estado, se manejaban con relativa libertad sin que fuera todo controlado. Era simple dejadez, porque aunque el Estado controlaba mucho, no podía controlarlo todo”.
Aún así, agrega que la mayoría de sus fotos aparecían en Berlín Occidental y en medio occidentales.
¿No temía Hauswald a la policía secreta (la Stasi)?
“Me sentía perseguido y era perseguido. Pero Berlín Oriental era un caso especial. Había varios periodistas de Berlín Occidental o Alemania Occidental en la RDA. Yo tenía contacto con ellos, y cuando me pasaba algo, por ejemplo cuando me interrogaban o algo así, se publicaba en los medios occidentales y esa era una especie de protección. Y no querían tanto alboroto”.
¿Fue detenido?
“Varias veces, pero sólo por el día, para ser interrogado. Nunca pasé una noche detenido”.

Punks bei einem Konzert an der Freiluftbühne Weißensee, 1988, Weißensee, Berlin, DDR, Deutschland, Europa. Harald Hauswald/OSTKREUZ, GRENZKUNST (ARTE DE FRONTERA) CIRCUITO CONTRACORRIENTE / LA RESISTENCIA CULTURAL EN LA RDA
Protestas y eventos
Hoy en día es muy fácil enterarse de algún evento, basta buscar en Internet o en las redes sociales. ¿Pero cómo se enteraba Hauswald de las protestas o actos culturales que fotografiaba en una era sin celular?
“Había mucha propaganda de boca a boca. Además en Berlín Oriental había pocos restaurantes donde uno pudiera juntarse, la mayoría cerraba a la medianoche, pero algunos abrían hasta la una de la madrugada. Ahí se juntaban diez tipos y se contaban las cosas”.
En ese ambiente, no todo el mundo se conocía personalmente, pero muchos se ubicaban aunque fuera de vista, explica.
¿Pensaba o sentía Hauswald que algún día la RDA se acabaría?
“No, aunque muchos trabajaban en ello, de lo contrario no habría habido oposición. Muchos trabajaban para reformar la RDA, pero nadie pensaba en el fin de la RDA”.
Finalmente, a mediados de 1989, la crisis que se incubaba desde hace largos años en la RDA -y otros países socialistas- explotó. Muchos alemanes orientales que vacacionaban en Hungría aprovecharon que las autoridades locales abrieron sus fronteras y escaparon hacia Alemania Occidental. Y en la propia RDA empezaron protestas. ¿Cómo recuerda Hauswald esos días?
“En éxtasis, el éxtasis de la liberación. Fue un gran momento. Bebimos mucho, aunque no me emborraché mucho. El éxtasis era simplemente la gran libertad”.
En 1989 el fotógrafo tenía 35 años, ¿era consciente del momento histórico?
“Sí, seguro. Sabía que el mundo funcionaba de forma diferente a cómo lo hacía en el bloque oriental. Y cuando cayó el Muro, ese mundo simplemente nos alcanzó, fue totalmente lógico. Y estaba claro que ya no íbamos a tener alquileres por 20 u 80 marcos”.

Hauswald en un conversatorio en la UNAB. Crédito: UNAB
Tras la caída del Muro
Y aunque no fue fácil seguir adelante tras el fin de la RDA -como le sucedió a millones de sus conciudadanos- Hauswald logró trabajar con los medios y con el paso de los años sus fotos de la RDA ganaron más y más valor.
“Obviamente primero viajé, y mucho. Disfruté tener libertad, claramente. También tenía invitaciones, exposiciones. Fui a Suiza, Italia, Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y España”.
La presente exposición forma parte de ese derrotero.
“Yo conocía a un chileno y volvió a contactarme. Una vez lo había fotografiado con una banda cuando vivía en Berlín Oriental. Él estaba en búsqueda de esas fotos y volvimos a vernos el año pasado. Y la idea de la muestra en realidad fue de Rafael”.
Y agrega:
“Siempre es algo especial exponer en otro lugar. Y ahora venir a Chile es aún más exótico porque nunca atravesé medio mundo para llegar a mis propias fotos. Y creo que está claro que probablemente será la última vez que me pase algo así. Por eso lo disfrutaré totalmente”.
¿Cómo recuerda hoy Hauswald a la RDA, a más de 35 años de su desaparición?
“Voy a citar a dos buenos amigos. Uno, un escritor con el que trabajé mucho, dice que el gobierno era una mierda, pero la gente era buena. Y otro amigo, que trabajaba mucho con la oposición, dice que no vivíamos gracias al gobierno, sino a pesar del gobierno. No puedo sino coincidir. Bajo esas circunstancias, nosotros intentábamos lograr lo que queríamos”.
Y finalmente:
“Debo decir que Chile es un caso muy especial. Siempre existen las comparaciones entre Chile y la RDA, con sus dictaduras. Debo decir que no se pueden comparar. Esa es la tarea que tengo aquí. No vivíamos en tanto peligro como la gente acá, que estaba en la resistencia. Esa gente merece mi mayor respeto”.
Inscríbete en el Newsletter Cultívate de El Mostrador, súmate a nuestra comunidad para contarte lo más interesante del mundo de la cultura, ciencia y tecnología.