
El quintral: de parásita a guardián ecológico frente a especies invasoras en Chile
Actualmente, se conocen más de 4.500 especies de plantas parásitas distribuidas por la mayoría de los biomas del planeta, desde los densos bosques tropicales hasta los áridos desiertos.
Un equipo de científicos ha revelado el inesperado y crucial rol del quintral -Tristerix corymbosus-, una planta hemiparásita nativa, en la contención de especies arbóreas invasoras en Chile central. Tradicionalmente vistas como plagas forestales, las plantas parásitas podrían estar jugando un papel clave en la conservación de la biodiversidad nativa, al limitar el crecimiento de especies exóticas como álamos, sauces y aromos.
La investigación plantea una nueva perspectiva ecológica ya que el quintral podría actuar como un agente natural de control biológico, afectando negativamente a especies invasoras, pero fortaleciendo la resiliencia de ecosistemas alterados al atraer fauna nativa, enriquecer el suelo y aumentar la diversidad vegetal.
“El estudio proporciona un ejemplo modelo de cómo las plantas parásitas podrían ayudar a resistir invasiones en general y recuperar ecosistemas”, concluyen los autores Alex Fajardo, Claudia Reyes-Bahamonde, Francisco Fontúrbel, Frida Piper y Ragan Callaway en su artículo “Shining a new light on parasitic plants: resistance to invasion” recientemente publicado en la revista New Phytologist.

¿Qué son las plantas parásitas?
Las plantas parásitas obtienen recursos vitales como agua y nutrientes a partir de otras plantas. Dentro de este grupo, se distinguen dos tipos: las hemiparásitas y las holoparásitas. El quintral pertenece al primer tipo, ya que aunque extrae agua y nutrientes de sus hospederos, también realiza fotosíntesis gracias a sus hojas.
“Hay plantas hemiparásitas, a las que pertenece el quintral, que son las que adquieren tanto agua como nutrientes de su planta hospedera y que son capaces de realizar fotosíntesis, de ahí que sean ‘medio’ (hemi) parásitas. Y están las holoparásitas, que adquieren todos los tipos de recursos de sus hospederos”, explica Alex Fajardo, investigador del Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB) y académico de la Universidad de Talca.
Por su parte, Francisco Fontúrbel, investigador del Núcleo Milenio Lili (Millennium Nucleus of Patagonian Limit-of-Life, y co-autor del paper, señala que “algunas plantas parásitas pueden causar daño, aunque la mayoría tienen efectos no letales sobre sus hospederos. Y al contrario de lo que se piensa, pueden tener impactos positivos directos sobre la planta en la que crecen e incluso efectos positivos indirectos sobre las plantas vecinas no infectadas, lo que puede convertirlos en especies clave en la estructura y diversidad de los ecosistemas”.
Actualmente, se conocen más de 4.500 especies de plantas parásitas distribuidas por la mayoría de los biomas del planeta, desde los densos bosques tropicales hasta los áridos desiertos. Algunas infectan solo una especie vegetal, mientras que otras son generalistas, aunque suelen mostrar ciertas preferencias.
El caso del quintral en las ciudades de Chile
En Chile, el quintral se distribuye a lo largo de más de 10 grados de latitud, habitando biomas tan variados como el matorral mediterráneo del centro del país y el bosque templado lluvioso del sur de Chile y Argentina. Se le encuentra parasitando más de 30 especies de árboles, arbustos e incluso lianas, incluyendo especies nativas como el maqui -Aristotelia chilensis-, el corcolén -Azara integrifolia- y el maitén -Maytenus boaria-. Además, es la única especie de planta hemiparásita que puede encontrarse en áreas urbanas.
Fajardo destaca que “el quintral rara vez mata a sus hospedadores nativos, lo que sugiere que tanto el hemiparásito como el hospedero han convivido y coevolucionado durante muchos miles de años”. Fontúrbel añade que “muchas especies de animales dependen de él para alimentarse. Durante el invierno, el néctar de sus flores es el principal alimento del picaflor chico, y en verano, sus frutos son clave para el monito del monte”.
Además, el quintral aporta hojarasca rica en nutrientes, lo cual es clave en ecosistemas pobres en nitrógeno. “Los muérdagos no necesitan ahorrar nutrientes, ya que los obtienen con relativa facilidad. Por eso, presentan una baja eficiencia en la reabsorción de nutrientes, es decir, no recuperan muchos nutrientes de sus hojas antes de que caigan”, señala Fajardo. Esta hojarasca mejora la calidad del suelo, impulsando el ciclo de nutrientes.
¿Un ajuste de cuentas ecológico?
La vegetación nativa del valle central ha sido fuertemente alterada por siglos de actividad humana, siendo reemplazada por especies exóticas como el álamo negro -Populus nigra-, el sauce llorón -Salix babylonica- y aromos -Acacia dealbata y Acacia melanoxylon-, estas últimas reconocidas como invasoras y potenciales promotoras de incendios forestales.
La masiva presencia de quintral en especies exóticas motivó a los investigadores a indagar en su comportamiento. “El fenómeno representa un patrón ecológico que necesita ser explicado. Es un buen ejemplo de cómo se realiza el trabajo de investigación ecológica: observaciones de sistemas naturales, establecimiento de un patrón, establecimiento de hipótesis que expliquen el patrón y evaluación de dichas hipótesis”, explicó Fajardo.
El estudio encontró que el quintral crece más y es más abundante en especies no nativas de gran tamaño y rápido crecimiento, como álamos, sauces y acacias.
“Mayores dimensiones, más recursos. Los álamos, sauces y acacias son especies de rápido crecimiento, capaces de adquirir recursos rápidamente; entonces, constituyen hospederos ideales para la proliferación del quintral”, afirmó el investigador. También encontró que las especies con mayor grado de infección de quintral tienden a morirse. Esto ha llevado a los autores a proponer al quintral como controlador biológico de las especies arbóreas exóticas. “Es posible que el quintral no agote los recursos de las especies nativas, a la velocidad que lo hace en las especies exóticas, y que eso explique la feliz convivencia entre el quintral y las especies nativas. Estamos estudiando también si es posible que el quintral le provea carbohidratos producidos por su propia fotosíntesis a las especies nativas“, agrega Frida Piper, investigadora del IEB y de la U. de Talca.
Esto ha hecho que sea vista como una plaga forestal intensamente dañina. Pero, aunque afecte a estos árboles, es probable que aumente la diversidad de la comunidad, especialmente en sistemas alterados, atrayendo a animales polinizadores y dispersores de semillas y aumentando los nutrientes del suelo, así múltiples efectos positivos directos e indirectos sobre las comunidades y paisajes modificados”, señala Fajardo.
“El quintral está haciendo lo que he denominado como una ‘recuperación del territorio’, al colonizar de nuevo el valle central que antiguamente estaba lleno de especies nativas”, añade. “En el caso de la relación quintral-hospedero exótico, creemos que puede estar dándose un ‘ajuste de cuentas’ entre ambas partes, es decir, que está ocurriendo selección natural en donde habrá algunos individuos exóticos que no resulten ser hospederos fáciles para el quintral y que, por otro lado, el quintral pueda evolucionar ante estos nuevos desafíos”.
Nuevas interacciones tróficas
Por otro lado, la expansión del quintral también está generando nuevas relaciones ecológicas. Sus semillas son dispersadas por el monito del monte -Dromiciops gliroides-, en los bosques templados del sur, y por la tenca -Mimus thenca-, un ave frugívora común en ambientes urbanos y rurales del centro del país. En ambos casos, el quintral contribuye a la persistencia de estas especies.
Los árboles exóticos ofrecen perchas para la tenca, la cual al posarse defeca las semillas del quintral, facilitando su propagación. Así, el quintral no solo afecta a sus hospederos, sino que también mantiene en funcionamiento redes ecológicas de polinización y dispersión en entornos alterados.
Por último, hay que considerar que existen varias especies hemiparásitas en Chile, pero hasta ahora sólo el quintral ha sido reportado proliferando en especies exóticas e invasoras.
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