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Crítica de ópera: “Carmen de los 90´s” CULTURA|OPINIÓN Crédito: Patricio Melo

Crítica de ópera: “Carmen de los 90´s”

Toda la expresión del carácter español que viene con la música se termina de enmarcar con el diverso y gran colorido del vestuario en los distintos personajes de la ópera. Del mismo modo, la luminosidad es determinante en dar la expresión estética y emocional a los cambios de ambiente y personajes.


Carmen, la ópera más famosa y popular de todos los tiempos, del compositor francés Georges Bizet (1838-1875), considerada una obra maestra del repertorio galo, abre la Temporada Lírica 2023 con una nueva producción, esta vez contemporánea: ambientada en los años 90, por Rodrigo Navarrete (Regie) y Ramón López (escenografía e iluminación).

Bizet fue niño prodigio, dotado de oído absoluto y de una memoria musical extraordinaria. Gracias a estas condiciones fue aceptado en el Conservatorio a la temprana edad de 9 años. Su interés y atracción fueron los temas exóticos, que lo llevaron a encontrarse con el escritor Prospero Merimé y el mundo de la cultura española, el estilo de lo gitano, los contrabandistas, las cigarreras, las corridas de toros… todo aquello que se despliega en la novela Carmen, de Merimé, de la cual surge esta ópera.

El compositor curiosamente nunca estuvo en España. La obra fue dramatizada por Henri Meilhac y Ludovic Halévy, grandes libretistas para cualquier obra europea.

“Carmen” es una obra compuesta con un estilo totalmente personal, en cuanto a la melodía, la armonía, el ritmo y la instrumentación. Bizet no se influenció aquí por Wagner ni por Verdi, influencia de la que muy pocos músicos fueron capaces de librarse. Tanto las voces solistas como los conjuntos y los coros son de gran fuerza y autenticidad musical.

A partir del carácter de los personajes de la obra, Bizet plantea toda una renovación del género operísco. En el caso de la protagonista, su registro no es una mezzo bel cantista, está alejado de cualquier vestigio sopranil, de virtuosismo virginal; su canto es fuerte y seguro. Inventó un prototipo vocal y dramático nuevo.

De temperamento fuerte y libre, la protagonista trabaja en la fábrica de tabacos: es el primer personaje proletario de la historia de la ópera, por tanto, tenemos en la figura de Carmen una mujer independiente, que se sabe libre, hermosa y seductora. La ópera Carmen no es de ninguna manera una ópera-Comique, como algunos habrían pretendido, sino una ópera dramática, seria y realista. Con esta creación Bizet da un gran vuelco del género operístico hacia las llamadas óperas “veristas”.

El personaje principal masculino es Don José, de temperamento débil. Soldado ingenuo, cuyo amor por Carmen lo lleva a traicionar su sentido del honor y dejar atrás la vida tradicional que ha conocido. José se convierte en una victoria fácil para Carmen, ella lo atrae en la Seguidilla y él cae rendido, dominado por su pasión incontrolable y deseo.

Escamillo el torero, el otro amor de Carmen, es el reverso de la moneda de Don José. Es un personaje ganador, pagado de sí mismo, incluso zafio. A Carmen le seduce esta personalidad un tanto brutal que arriesga constantemente la vida frente a un animal bravío. Bizet le escribió un cuplé, la famosa aria del Toreador.

Micaela es la joven campesina, inocente, que ha amado desde siempre a Don José y representa el pasado en las raíces del soldado.

La historia tiene lugar en Sevilla, hacia 1820. La protagonista es una hermosa y provocativa gitana, Carmen, de la que se enamora perdidamente Don José, un cabo de la guardia. Arrastrado por su amor incumple sus deberes como soldado, y acaba uniéndose a una banda de contrabandistas. Pero la atención de la gitana cambia hacia el torero Escamillo. Loco de celos, mientras el público aplaude la faena del torero, Don José matará a Carmen.

En el último acto Bizet despliega paralelamente la escena de fiesta con Escamillo y la escena de Carmen enfrentando la muerte en manos de Don José. ¡Creación magistral!

Comienza la ópera con la obertura que anuncia tres temas recurrentes, los que irán reapareciendo a lo largo de toda la ópera. Un brillantísimo tema inicial que representa el ambiente festivo de corrida de toros, luego se da paso al tema de la canción del Toreador y finalmente viene el tema sensible del destino, asociado al personaje de Carmen, acompañado de los chelos en conjunción con los metales sobre un fortísimo trémolo de violines y violas, produciéndose un crescendo orquestal que se corta bruscamente, y ahí es cuando comienza la primera escena de la ópera. La obertura muy bien conducida con la Orquesta Filarmónica de Santiago por el maestro Rizzi Brignoli.

En medio de la congregación de los militares suena un toque de trompeta que anuncia el cambio de guardia, aparece un grupo de niños que llena de alegría la escena e imita la marcha de los militares con el sonido de sus trompetas. Gracioso y excelente musicalmente el desempeño del Coro de niñas y niños de la directora Cecilia Barrientos.

Luego en este primer acto viene la escena de la pelea de las cigarreras: de gran dinámica, ritmo, con un movimiento de volumen in crescendo… un despliegue operístico total con la orquesta y el coro concertándose. Dramáticamente muy bien lograda la escena con la dirección de los maestros Rizzi y Klastornick.

Los coros son un elemento importantísimo en la trama, aúnan los hitos de los personajes dándoles continuidad y son la expresión del pueblo. Hemos presenciado en esta función una interpretación magnífica, dirigida por el maestro Jorge Klastornick

En esta producción contemporánea, en el primer acto, la acción ocurre en la periferia de la cuidad. La plaza y la fábrica de las cigarreras tienen arquitectura modular de ambientación industrial, propuesta interesante y original que se va transformando de acuerdo al ambiente de cada uno de los actos.

En la taberna del segundo acto aparece el atractivo Tablao Flamenco, al que se incorpora Carmen bailando. Un guiño contemporáneo a la Movida Madrileña. Buen tino de Rodrigo Navarrete, director de escena.

Toda la expresión del carácter español que viene con la música se termina de enmarcar con el diverso y gran colorido del vestuario en los distintos personajes de la ópera. Del mismo modo, la luminosidad es determinante en dar la expresión estética y emocional a los cambios de ambiente y personajes. Profesionalismo de Loreto Monsalve, vestuarista y de Ramón López, escenógrafo e iluminador.

Carmen interpretada por Natalia Kutateladze : gran registro de mezzo, interesante color, expresiva, con línea y musicalidad, muy buena su interpretación.

Don José interpretado por Galeano Salas : buen registro de tenor, muy expresiva su aria de la Flor, una de las arias más bellas de la historia operística, bien posesionado en su dramático rol.

Micaela interpretada por Alexandra Razskazoff : interesante voz de soprano algo dramática. Musical, expresiva, buena técnica, interpretó excelentemente el dúo y aria importante del tercer acto.

Escamillo interpretado por Artur Janda: Buena voz en su registro interpretó correctamente todas sus arias, respecto al rol y expresión se habría esperado un poco más intención del carácter del personaje.
Vanessa Rojas (Frasquita), Gabriela Gomez (Mercedes), Gonzalo Quichahual (El remendado), Patricio Sabaté (El Dancairo): excelentes intérpretes, cantan el incomparable “Quinteto” del 2° acto, y Jaime Mondaca (teniente Zuñiga), Ismael Correa (Sargento Morales) buenas voces y expresión escénica.

Ficha Artística
Dirección musical: director titular Orquesta Filarmónica de Santiago Roberto Rizzi Brignoli
Dirección de escena: Rodrigo Navarrete – Escenografía e iluminación: Ramón López
Vestuario: Loreto Monsalve – Movimientos coreográficos: Lorena Peñalillo
Coro del Municipal de Santiago: director Jorge Klastornick
Coro Mawünko de niñas y niños directora musical Cecilia Barrientos
Título de la ópera Carmen, autor Georges Bizet (1838-1875)
Duración 2 hrs. 40 min. /Crítica realizada a la función del 1° de julio

 

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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