Publicidad
“Un muerto en el camarín”: una novela sobre la corrupción en la familia del fútbol CULTURA|OPINIÓN

“Un muerto en el camarín”: una novela sobre la corrupción en la familia del fútbol

Publicidad
Juan Ignacio Colil
Por : Juan Ignacio Colil Ha publicado los libros de cuentos: “8cho relatos” (EDEBÉ, 2003), “Al compás de la rueda”(Das Kapital, 2010) y las novelas “Lou” (Magoeditores, 2007), “Tsunami” (Das Kapital, 2014), “El reparto del olvido” (Lom, 2017), “Los muertos siempre pueden esperar” (Raíz de dos, 2017, Argentina), “Un abismo sin música ni luz” (JPM Ediciones, España 2017 y Lom Ediciones, Chile, 2019), “Espejismo cruel” (Los perros románticos, 2021, Chile) además publicó las novelas infantiles “Bajo el Canelo” (Edebe 2012) y “Zumbidos y estrellas” (Das Kapital, 2015). Algunos de sus cuentos han sido incluidos en antologías y ha obtenido varios premios de novela y cuento en Chile, España y Argentina.
Ver Más

Creo que la forma en que se pinta a algunos personajes es un tanto caricaturesca; aunque yo no conozco los detalles de las vidas de los involucrados en el mundo del futbol; quizás sea así.  Caricaturas que se mueven tras las sombras. Es una novela ágil, bien armada y con un final abierto que puede dar para una segunda parte; pero también es una denuncia sobre el negocio del fútbol, ya no importa el deporte ni los hinchas. Lo que vemos es solo el arreglo al que llegan las partes en un ambiente corrupto que sigue dando grandes dividendos a sus protagonistas, grandes cantidades de dinero girando alrededor de la pelota yendo a los bolsillos de unos pocos,  mientras otros tantos quedan al margen y el público sigue aplaudiendo la gesta deportiva que ha quedado olvidada.


“Un muerto en el camarín” es la última novela de Juan Cristóbal Guarello, publicada por editorial Zigzag este año 2023. 

La novela trata sobre el negocio del fútbol en Chile y sus ramificaciones.  Conocemos la historia de Jadue escapando de Chile en momentos cruciales, los carretes de los ídolos de la selección tapados por dirigentes, sospechamos de los enredos de plata que corren entre futbolistas, representantes, clubes, canales de televisión y casas de apuestas.

En esta novela se mezclan los factores: Una selección chilena que viene en caída y que tiene como emblemas a unos pocos próceres que queman sus últimos cartuchos en las ligas europeas, un entrenador uruguayo de la selección chilena que se acomoda a las circunstancias; una joven promesa del futbol, el llamado Messi del Wallmapu; William Colipi; el siempre fiel utilero de la selección Leonel Castro, un periodista que investiga los enredos del fútbol, un detective con algo de intuición  y un representante de los futbolistas quien maneja los diferentes hilos de la industria, un tipo sin escrúpulos que ha escalado desde los negocios truchos de poca monta hasta controlar las distintas cuerdas del negocio. Por supuesto la mayor de los personajes uno puede tratar de identificarlos con sus pares reales, aunque hay una mezcla. Guarello es buen observador.

Los enredos de plata, son en parte el detonante de esta novela; pero también vemos como se muestra esta decadencia deportiva y vital de los grandes emblemas que se niegan a dejar su cupo y dejar de ganar lo que ellos consideran que les corresponde, el representante es un ladronzuelo que ocupa todas las artimañas para hacer caer a sus víctimas en sus juegos; la ambición desbordada los ciega. El deporte queda relegado a un plano secundario. Lo que importa es el dinero, la fama, la influencia. Por otro lado tenemos al periodista y al detective; ambos en el equipo de los perdedores; que son quienes tratan de llegar alguna parte, pero siempre encuentran trabas. 

La novela está dividida en dos partes. En las primeras páginas aparece el muerto en el camarín, y en las siguientes conocemos a los personajes, sus mundos y la tensión existente entre ellos con motivo de una nueva fecha FIFA hasta que volvemos nuevamente al cadáver en el camarín y el evento que significó el funeral con show de barra brava incluida.

La segunda parte ocurre años después y tiene que ver con la investigación desarrollada por el detective sobre el caso; la suerte que han corrido los personajes y el desenlace.

“Un muerto en el camarín” es una novela que tiene mucho suspenso, crea falsas pistas y va entusiasmando al lector. Uno cree que “X” es la víctima y al rato piensa que el mismo “X” es el culpable; pero después uno se sorprende y eso siempre es atractivo. El autor no le juega sucio al lector, sacando argumentos a última hora para explicar los hechos. Además Guarello conoce de lo que habla y muestra la aldea del futbol con sus colores. 

Creo que la forma en que se pinta a algunos personajes es un tanto caricaturesca; aunque yo no conozco los detalles de las vidas de los involucrados en el mundo del futbol; quizás sea así.  Caricaturas que se mueven tras las sombras. Es una novela ágil, bien armada y con un final abierto que puede dar para una segunda parte; pero también es una denuncia sobre el negocio del fútbol, ya no importa el deporte ni los hinchas. Lo que vemos es solo el arreglo al que llegan las partes en un ambiente corrupto que sigue dando grandes dividendos a sus protagonistas, grandes cantidades de dinero girando alrededor de la pelota yendo a los bolsillos de unos pocos,  mientras otros tantos quedan al margen y el público sigue aplaudiendo la gesta deportiva que ha quedado olvidada.

Sería bueno una mesa redonda que incluyera futbolistas, representantes, dirigentes, barras bravas y periodistas conversando sobre este libro.  Seguramente dirían que el argumento es absurdo y se tomarían de las manos para sacarse una foto para mostrar la unidad de la familia del deporte.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
Publicidad