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Suspenso psicológico como recurso literario del noir en “El diario de Edith”, de Patricia Highsmith CULTURA|OPINIÓN Crédito: Open Media Ltd

Suspenso psicológico como recurso literario del noir en “El diario de Edith”, de Patricia Highsmith

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Gabriela Aguilera Valdivia
Por : Gabriela Aguilera Valdivia Escritora y tallerista.
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La autora muestra el escenario estadounidense que ella misma vivió hasta donde pudo tolerarlo, así como la lucha cultural desarrollada por las personas de izquierda en un país y en un momento absolutamente adverso y violento.


“Podía decirse que el diario se conservaba muy bien. A Edith le parecía ahora más bonito que recién estrenado. Lo guardaba siempre entre sus objetos personales, junto con el papel para escribir a máquina, el diccionario y el Almanaque Mundial”.

La gran escritora estadounidense Patricia Highsmith fue pionera y maestra en el trabajo del suspenso psicológico en la literatura. En la década de los 50, le dio una vuelta de tuerca a las dos corrientes del noir entronizadas hasta ese momento (la corriente del enigma y el hard boiled), cuando cambió el foco y lo situó en el personaje del asesino.

Las obras más conocidas y exitosas de Highsmith son “Dos extraños en un tren” y la serie Ripley, que fueron llevadas al cine. Libros como “Crímenes Bestiales”, “Pequeños Cuentos Misóginos”, “Cadáveres Exquisitos” y “Small G” entre otros, se suman en la lista de obras de excelencia. En todos, la autora despliega su manejo de la psicología y de técnicas escriturales que le permiten mantener el interés ansioso del lector a lo largo de una narración extensa.

Highsmith inserta sus historias en contextos cotidianos, comunes y corrientes, en los que de pronto, se desencadena lo imprevisible, a veces horrendo, otras insoportable. Siempre inquietantes (la mayoría de las veces con uno o varios asesinatos), las historias envuelven a tal punto, que el lector deja de ser un espectador de los hechos para estar “dentro” del entretejido malévolo de los acontecimientos y participar del actuar perverso de sus personajes.

Es el caso de la novela “El diario de Edith”, escrita en 1977 y reeditada por Anagrama. Inicia con un hecho que podría ser la opción de cualquier persona: la mudanza geográfica voluntaria para hacer un cambio de vida. Edith y Brett, periodistas jóvenes con tendencias izquierdistas y con un hijo de doce años, dejan Nueva York y su vertiginosidad para trasladarse a un lugar pueblerino en Pennsylvania, en busca de un pasar que imaginan bucólico. Planean fundar un periódico político independiente y autogestionado, mientras él trabaja en un diario institucional y ella escribe artículos y los vende a distintos medios de información.

Sin embargo, desde el primer capítulo hay claves que dejan ver que la realidad construida en los sueños y la imaginación de la pareja no será tal, porque existe otra realidad (la realidad real), que se impondrá tarde o temprano, incluyendo un asesinato. Cuatro elementos que funcionan como ganchos, se evidencian en el inicio de la novela, cuando la familia ya se ha instalado en la nueva casa.

Primero, que Edith lleva un diario de vida desde hace un tiempo y al releer páginas pasadas se da cuenta de que ha escrito cosas que le extrañan, tanto, que duda de haber sido ella la autora de aquellas líneas.

Segundo, las actitudes de Cliffie, el hijo preadolescente, que se muestra como un chico rebelde y retorcido a quien los padres no pueden controlar, lo que los lleva finalmente a fingir que nada malo ocurre.

Tercero, el anuncio de la existencia de George, el tío de Brett, que está internado en una residencia para adultos mayores y que podría eventualmente vivir con ellos contra el deseo de Edith, cuestión que ocurre más adelante.

Y por último, una imagen, algo así como una visión aterradora en la que Edith evidencia su temor de que Cliffie pudiera hacerle algo atroz a su gata.

En los 30 capítulos que siguen, la familia desenvuelve su vida con todo lo que significa el cuidado de George (cuyo deterioro físico y mental avanza implacablemente y por supuesto, a cargo de Edith); los fracasos consecutivos de Cliffie y sus actos cada vez más antisociales; la voltereta política y emocional de Brett que termina abrazando la vida burguesa del periodista de medio empresarial y regresa a Nueva York; la resistencia sonriente de Edith, de pie en ese mundo que se cae a pedazos, recurriendo a la escritura de un diario en el que falsea los hechos, inventando una vida perfecta en la que es feliz. Así, construye un texto de ficción verosímil inscrito en el formato del diario de vida, de modo que cualquiera que lo lea podría interpretarlo como un testimonio veraz. Un juego de espejos.

La novela, ambientada a lo largo de poco más de dos décadas, releva acontecimientos políticos que ocurrieron en Estados Unidos en esos años: la guerra fría, el macartismo, los asesinatos de Martin Luther King, John Kennedy y su hermano Robert, la lucha por los derechos ciudadanos, la guerra de Vietnam, el gobierno de sucesivos presidentes hasta llegar a Nixon y el caso Watergate. Highsmith muestra el escenario estadounidense que ella misma vivió hasta donde pudo tolerarlo, así como la lucha cultural desarrollada por las personas de izquierda en un país y en un momento absolutamente adverso y violento.

La excelencia del trabajo literario del suspenso psicológico realizado por Patricia Highsmith, posibilita que el lector llegue al final de la novela con el mismo entusiasmo con el que inició la lectura y se asombre con la vertiginosidad con la que se precipitan los acontecimientos, cerrando con un broche de oro y una cierta melancolía en un acto de reparación de la dignidad de la protagonista. Una novela con muchas capas, en la que la autora refrenda su mirada acerca del papel subordinado de las mujeres y su destino impuesto centrado en los quehaceres del hogar y los cuidados de otros. Todo para sostener un sistema injusto que no les da más chance que la huida por caminos también predeterminados y que conducen a la depresión y la muerte.

Sin duda una novela de calidad, como todas las narraciones de Patricia Higsmith, y que abre un mundo de interrogantes y certezas.

FICHA TÉCNICA:

“El diario de Edith”, novela, Patricia Highsmith, Editorial Anagrama, Barcelona, 2024, 381 páginas.

 

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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