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El entrenador prepara cambios en el equipo Opinión

El entrenador prepara cambios en el equipo

Germán Silva Cuadra
Por : Germán Silva Cuadra Psicólogo, académico y consultor
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De seguro, Piñera aprovechará la polémica gira a China para pensar en los cambios. Y aunque en estos días la agenda estará marcada por la reunión con los ejecutivos de Huawei, pese a las amenazas de Mike Pompeo, veremos a los ministros saliendo a diario para mostrarse muy proactivos y acumular puntos. Pero como dijo la vocera el jueves pasado: el entrenador decide a qué jugadores pone o saca del equipo.


Parece que el Presidente quiso entregar una señal clara a sus ministros antes de partir a la gira que inicia hoy a China y Corea del Sur. Lo cierto es que, en el anunciado Consejo de Gabinete realizado el jueves 18, el Mandatario le hizo un llamado a su equipo ministerial a ser “honestos y humildes”, de manera de reconocer sus logros, pero también identificar dónde tienen los problemas y las dificultades. Y remató con una frase que dejó a más de uno inquieto antes de iniciar el fin de semana largo: “Vamos a aprovechar estas semanas para hacer una evaluación”. Claro y directo, sin rodeos. Se viene el cambio de gabinete.

Recordemos que, a fines de febrero, el Presidente Sebastián Piñera había descartado un cambio al iniciar su segundo año de mandato. Claro, las condiciones eran muy distintas. Recién había reiniciado sus actividades luego de tres semanas de vacaciones y se aprestaba a comenzar el malogrado viaje a Cúcuta. Las encuestas aún lo acompañaban y tampoco iniciaba la tramitación de sus denominadas “reformas esenciales”.

Pero el panorama cambio radicalmente. Cayó más de 10 puntos en un mes, la desaprobación supera por más de 16 puntos a la aprobación y para qué decir de las reformas. La tributaria apenas logró sortear la idea de legislar –gracias a los votos de la DC y luego de ser modificada dos veces antes de ingresar a trámite– y se pronostica que la integración, la médula del proyecto, no logrará sortear los votos necesarios.

Las reformas de pensiones y laboral también están cuesta arriba. En esta última, el Ejecutivo tuvo que dividir el proyecto en tres para poder ingresarlo por la Cámara de Diputados y el Senado y, así, evitar su rechazo en general. La única tabla de salvación ahora podría ser la Ley de Salud e Isapres, pero que contará con el seguro rechazo de los poderosos dueños de esas prestadoras. Sumemos que ya existe preocupación en La Moneda por la molestia expresada por el mundo empresarial ante la negativa gubernamental de cumplir con una promesa de campaña: la rebaja de impuestos a las grandes empresas.

De ahí que un cambio de gabinete podría traer un poco de aire fresco a un Gobierno que cumplió recién un año y que está teniendo dificultades que van en aumento. Además de los problemas políticos con las reformas, debemos agregar un escenario económico adverso –el último Imacec fue de apenas un 1,4% y las expectativas de crecimiento volvieron a recortarse a la baja, esta vez a 3,3%– y una sensación de inseguridad ciudadana que parece no detenerse con nada. Y una de las promesas que le significó a Piñera conquistar la votación más alta del país en 2017 –en La Araucanía– terminó por desdibujarse completamente al fracasar, a solo dos meses de lanzarse, el plan que apuntaba a bajar la violencia en la zona debido al caso Catrillanca.

A la salida del encuentro con el Presidente, la vocera de Gobierno señaló que aceptaban con humildad el llamado y que estaban dispuestos a enmendar los errores cometidos y tener autocrítica.

Lo cierto es que la frase sonó más bien a un grupo de estudiantes que reciben un reto de parte del profesor jefe. No recuerdo un momento en que una ministra saliera a dar tantas explicaciones después de un Consejo de Gabinete. De ahí que el cambio parece ser inminente y de seguro ocurrirá antes de la cuenta anual del 1 de junio que, de paso, se realizará ahora en horario estelar y probablemente con menos audiencia que de día.

[cita tipo=»destaque»]De ahí que un cambio de gabinete podría traer un poco de aire fresco a un Gobierno que cumplió recién un año y que está teniendo dificultades que van en aumento. Además de los problemas políticos con las reformas, debemos agregar un escenario económico adverso –el último Imacec fue de apenas un 1,4% y las expectativas de crecimiento volvieron a recortarse a la baja, esta vez a 3,3%– y una sensación de inseguridad ciudadana que parece no detenerse con nada. Y una de las promesas que le significó a Piñera conquistar la votación más alta del país en 2017 –en La Araucanía– terminó por desdibujarse completamente al fracasar, a solo dos meses de lanzarse, el plan que apuntaba a bajar la violencia en la zona debido al caso Catrillanca.[/cita]

¿Cuáles son los ministros con mayor posibilidad de salir o rotar en el cambio de gabinete que viene?

En primer lugar, el equipo político necesita urgente un nuevo aire. Andres Chadwick perdió completamente fuerza después del caso Catrillanca. Gonzalo Blumel ha tenido un desempeño menos que regular y lo que viene ahora para él es aún más difícil. Cecilia Pérez no es ni la sombra de lo que fue en el primer período de Piñera, evidentemente más irritable y confrontacional. Las tres “promesas” de este equipo han terminado por defraudar. Alfredo Moreno se desdibujó junto con el Plan Araucanía, Emilio Santelices sobrevive a punta de chascarros y José Ramón Valente cayó en su propia trampa al tratar de explicar la baja en el crecimiento por razones externas, lo mismo que criticaban a Bachelet.

Por otra parte, Marcela Cubillos también ha ido perdiendo fuerza para poder enfrentar en el Congreso el proyecto Admisión Justa. La sospechosa intervención en redes sociales para apoyar la iniciativa la dejó muy mal parada. Por el momento, se ve poco probable que salga del gabinete, más allá de que su posición no es buena para administrar políticamente el proyecto, pero su cercanía con la UDI y RN, por su marido, la ponen a salvo.

Carolina Schmidt estuvo con un pie afuera, debido al mal manejo inicial del Gobierno en el caso Ventanas-Puchuncaví, pero lentamente se fue afirmando hasta lograr revertir la situación con el plan de descontaminación que presentó para la zona. Y, sin duda, hoy es inamovible, puesto que debe liderar el encuentro COP25, una gran oportunidad para posicionarse en un rol que puede hacerla saltar a una candidatura parlamentaria para el 2021.

En cambio, los ministros que han logrado posicionarse bien y que de seguro no se moverán del equipo, son Felipe Larraín –tal vez el más sólido–, Gloria Hutt, Susana Jiménez, Isabel Plá y Alberto Espina.

¿Y cuáles podrían ser las modificaciones? Es posible que Piñera esté pensando, más que en cambios, en rotar gente. Me imagino que aún quiere apostar por Blumel. Es como Peñailillo para Bachelet, un delfín, y no estaría mal como vocero. Es un hombre ponderado y podría hacer un giro a la posición más peleadora de Pérez. Chadwick es un inamovible, su condición de primo y hombre de confianza hace imposible su salida, pero además sería una buena carta para la Segpres. El ministro es un hombre experimentado en el Congreso y eso podría ayudar en la negociación de las reformas. Y en Interior se necesita un peso pesado para tratar de proyectar control del tema delictual y Alberto Espina tiene los galones para eso.

Ahora, si el Presidente está buscando personajes que provengan desde fuera del Gobierno, el panorama se ve difícil. Consultar a RN y UDI en este rato no es muy rentable: la salida del ex intendente Jorge Ulloa dejó heridas profundas entre ambos. Esta no es la hora de experimentar con cuadros técnicos, se requiere tonelaje político. Y tal vez en el Congreso estén los candidatos, como Andrés Allamand, que es un viejo conocido de Piñera y también de su confianza. Lily Pérez podría reemplazar a Cecilia Pérez, pero su propio partido la tiene vetada. En Evópoli Hernán Larraín hijo es una buena carta, pero, claro, no sería muy estético tener a padre e hijo en el gabinete. Tampoco descartaría a algún DC o cercano al partido –Mariana Aylwin, Gutenberg Martínez o Soledad Alvear–, total, aún no sabemos cuáles son los compromisos “mutuos” entre el Gobierno y la falange, pero la salida del subsecretario Luis Castillo en esta vuelta parece inminente.

De seguro, Piñera aprovechará la polémica gira a China para pensar en los cambios. Y aunque en estos días la agenda estará marcada por la reunión con los ejecutivos de Huawei, pese a las amenazas de Mike Pompeo, veremos a los ministros saliendo a diario para mostrarse muy proactivos y acumular puntos. Pero como dijo la vocera el jueves pasado: el entrenador decide a qué jugadores pone o saca del equipo.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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