Opinión
Los usuarios de datos abiertos de datos.gob.cl y otras plataformas, sabemos que la utilidad de estas herramientas está intrínsecamente ligada a la gobernanza de los respectivos datos y, por lo tanto, a que exista una estrategia clara para la publicación de la información. Para ello, es indispensable que haya una unidad encargada de estas estrategias, con un foco especial en la calidad de datos, y en contenidos que efectivamente estén alineados con las necesidades de los usuarios.
Recientemente la División de Gobierno Digital, dependiente del Ministerio Secretaría General de la Presidencia, realizó una consulta respecto de la propuesta de Norma Técnica de Datos Abiertos, lo cual es sumamente positivo. A quienes consumimos datos en nuestro trabajo diario, nos permitió plantear las principales deficiencias de la actual forma de disponer información pública.
Aún así, quedó en evidencia que la propuesta inicial del Gobierno es solo una actualización superficial del proceso vigente de publicación de datos en la plataforma datos.gob.cl. Los usuarios de datos abiertos de esta y otras plataformas sabemos que la utilidad de estas herramientas está intrínsecamente ligada a la gobernanza de los respectivos datos y, por lo tanto, a que exista una estrategia clara para la publicación de la información.
Para ello, es indispensable que exista una unidad encargada de estas estrategias, con un foco especial en la calidad de datos, y en contenidos que efectivamente estén alineados con las necesidades de los usuarios.
Lo anterior puede sonar muy técnico para algunos, pero, en su esencia, es la base para las democracias abiertas. Especialmente frente a los desafíos complejos que nuestro país enfrenta –igual como todos los países del mundo–, los riesgos de populismos, cambio climático y desigualdad, para nombrar solo algunos, debiera ser objetivo estratégico para Chile liberar un máximo de datos de interés público, pero cautelando que estos permitan que múltiples actores de la sociedad puedan realizar estudios de fenómenos de manera transversal o desarrollar aplicaciones a nivel nacional.
De no existir una gobernanza de datos, ni una unidad encargada de ello, el escenario futuro será muy similar al actual, con muchos data sets de muy poco uso, porque no tienen o la calidad o los contenidos requeridos. En la práctica, ¿cuánto sirve, entonces, esa transparencia?
Por ejemplo, a nivel municipal, se publican datos sobre patentes otorgadas, pero sin un formato común. Quienes analizamos esa información nos vemos imposibilitados de integrarla y darle algún valor agregado, O, para las compras farmacéuticas, se publican clasificaciones de medicamentos, sin que nadie parezca controlar que hay múltiples compras mal clasificadas, lo que hace casi imposible realizar estadísticas sobre los fármacos que el Estado finalmente compró.
Lo anterior sería considerablemente distinto si hubiese un responsable de definir la estrategia de publicación de estos datos, indicando, por ejemplo, qué campos debe contener, cómo levantar continuamente las necesidades de los usuarios, cómo controlar su calidad, cada cuánto se debe liberar, además de controlar el cumplimiento, y eventualmente tomar las medidas correspondientes frente a los incumplimientos.
Lamentablemente, la propuesta de Norma Técnica no se hace cargo de estos puntos, que desde el Observatorio Fiscal consideramos como base para la transparencia útil de los datos públicos. En este sentido, como usuario habitual de la actual plataforma datos.gob.cl, y de múltiples otros datos públicos, quisiera invitar a las personas encargadas a reflexionar acerca de lo expuesto. Se trata de maximizar la utilización de los datos públicos y, así, permitir el necesario escrutinio ciudadano a la actividad estatal, junto con facilitar emprendimientos basados en datos abiertos.
