Andrónico Luksic y su “buenismo” lleno de condiciones y con tono de candidato

El país vive tiempos de cambio y el descontento social se ha tomado las calles. Las movilizaciones en todo el país no se detienen y la búsqueda de mejores condiciones de vida es la consigna de un movimiento transversal y sin líderes. Todo partió con un llamado a evadir el Metro -tras el alza en el precio del pasaje que anunció el gobierno de Sebastián Piñera hace alguna semanas- y hoy, las manifestaciones más intensas ya cumplen una semana.

Bajo este contexto, el empresario Andrónico Luksic, fiel a su estilo, anunció hace unos días que ningún trabajador directo de su holding, Quiñenco, ganará menos de 500 mil pesos, instancia que sirvió para que otras empresas imitaran el gesto del empresario.

Luksic se llenó de aplausos y hoy, en una especie de columna o “carta abierta” enviada a El Mercurio y La Tercera, el empresario y tuitero hizo un llamado a sus pares para ayudar a «pagar la cuenta». A través de esta misiva planteó que está disponible para el análisis de cualquier impuesto especial a los más ricos o mecanismo que ayude a pagar la deuda que existe con el país.

«Cuenten conmigo (…), pero asegurémonos que ahora sí habrá un buen servicio al país y a los que lo necesitan», señaló.

Luksic partió por condenar la poca acción de los empresarios, la clase política, y a «todos los que podemos hacer más por Chile, que vemos cómo un nuevo terremoto y tsunami arrasan al país».

El presidente de Quiñenco, que asegura que con su medida «no busca votos ni los buscará», apunta a que para salir de esta crisis, «se necesitan acciones concretas». A su juicio, esto se traduce en «fijar correctamente las prioridades y recursos, y los que podemos; ayudemos a pagar la cuenta».

«Algunos dicen que para eso es necesario un impuesto del 1% al patrimonio de los más ricos , y otros opinan que con eso estamos abriendo una puerta al descalabro de la economía», apuntó.

El hombre detrás de Canal 13 asegura que «si queremos soluciones de verdad no podemos seguir haciendo lo mismo». ¿Quieren discutir de ese impuesto al patrimonio? -se pregunta- «perfecto, ningún problema», dice.

«Abrámonos a evaluar todas las alternativas, pero aprendamos también las lecciones: discutamos cómo se administrarán esos nuevos recursos. Pongamos más, pero ¿para qué? ¿Para seguir llenándonos de más y más ministerios, subsecretarías, gobernadores sin atribuciones, mesas de trabajo, seremis y tantos otros cargos para repartir, de asesores parlamentarios y programas sociales probadamente ineficientes? No, para eso no estoy dispuesto», sentenció.

En tono de candidato, Luksic hizo un llamado a «ponernos de acuerdo en un presupuesto nuevo, eficiente, sin arrastres de amiguismo y repartijas de cargos públicos, sin negarse a cerrar ministerios o disminuir parlamentarios, y sin negarse tampoco a hacer más eficiente y flexible la administración pública».

Al mismo tiempo, el antofagastino con una de las mayores fortunas del mundo,  propone que «mejoremos los salarios nivelando para arriba, ¡hasta cuándo nivelamos para abajo, con ideologías que fracasaron en todo el mundo! ¿Tarde? Sí, puede ser, pero es el momento de dar un primer paso con fuerza y convicción. ¿O vamos a seguir esperando?», se pregunta.

Andrónico Luksic repasó parte de las demandas que hoy se exigen en la calle. «Mejoremos las pensiones sin consignas, el transporte público, la salud, la educación, la seguridad. Hagámoslo ahora, ajustemos todo lo que sea necesario, pero sin retroceder lo mucho que hemos avanzado, porque la fórmula chilena ha sido exitosa para sacar a muchos de la pobreza. Mejorémosla, pero cuidémosla», concluyó.

Finalmente, en modo “estadista”, expresa que “hoy hay que volver a levantarse , todos juntos y enfrentar esta nueva emergencia. Derrotar, aislar y neutralizar a los que causan la violencia, pero atender de una vez por todas los desafíos pendientes.