Publicidad
Misión Tokio 2020 Opinión

Misión Tokio 2020

Pablo Flamm
Por : Pablo Flamm Periodista deportivo
Ver Más

Desde una mirada esperanzadora, el grupo de trabajo de Redín pueda ser un equipo competitivo y en una de esas tener opciones de pensar en el boleto a Tokyo 2020, pero claramente otros países están más adelantados y fuertes que nosotros, por lo cual vaticinar o proyectar resultados se ve poco auspicioso.


Chile tiene un escollo difícil de cara a la clasificación de Tokyo 2020. Jugará el Preolímpico ante Argentina, Colombia, Venezuela y Ecuador. A simple vista el “Grupo de la Muerte”, al contar con el local y los trasandinos que raramente quedan fuera de toda cita planetaria.

¿Ahora…qué tiene Chile para ofrecer? Hay un grupo interesante de jugadores, de lo cuales, varios ya tienen minutos en Primera División. Claramente la Roja Sub 23 se ha ido formando en base a una columna vertebral que podría disputar la opción de avanzar en la zona de grupos, pero hay muchas dudas si le alcanzará.

Tomando como base la nómina de Redín para el amistoso ante Brasil; que se jugó en Septiembre; el técnico colombiano y asistente de Rueda cuenta con jugadores como Collao y Ureta en el arco. El primero no juega en la U y se irá en Diciembre al Extremadura de España, el meta de O’Higgins alterna titularidad con Pinto en el conjunto del Fantasma Figueroa.

En la zona defensiva; destacan Sebastián Cabrera de Coquimbo; un lateral de características modernas, de mucho ataque y buena técnica, además de Ibacache de Cobreloa. Los zagueros Nicolás Ramírez y Nicolás Diez han sumado muchos minutos en los primeros equipos, Huachipato y Palestino respectivamente.

Gabriel Suazo y Camilo Moya en la zona de volantes son titularisimos en sus escuadras y tal vez acá está la máxima “estrella” del equipo como es el caso de Angelo Araos; quien fue fichado por Corinthians, pero al no tener acción en el Timao, buscó algo de continuidad en el Ponte Preta. El ex Antofagasta y U.de Chile asomaba como una carta importante en el mentado recambio generacional, pero no ha podido plasmar las condiciones que lo llevaron a ser catalogado como un jugador de “exportación” y tal vez el torneo en suelo colombiano pueda darle un nuevo impulso a su carrera y por que no, ser una alternativa válida para el largo camino de Qatar 2022.

Vamos a la parte de arriba; donde hay tres nombres que sobresalen. Iván Morales, Nicolás Guerra y Víctor Dávila. Atacantes que también saben de las exigencias de estar involucrados en sus equipos titulares, pero que no logran una consolidación estable para seguir sumando roce y experiencia.

De acuerdo a esto, la base está. Pero…¿Alcanzará para superar a países que tienen un peso y capacidad tal vez un peldaño más arriba que los nuestros? Y claramente, en una de esas este equipo logra entrar en sintonía y dar una grata sorpresa, por que el fútbol es así, no se puede ser tajante y rotundo, el tema es que se generan dudas y cuestionamientos propios del análisis, no por los resultados en la previa obtenidos, sino más bien por el funcionamiento y especialmente por esa capacidad de nuestros jugadores de poder responder a la lata presión que se genera en un torneo breve y dinámico. Un error este tipo de certámenes es determinante, por que el margen de corrección o reacción es ínfimo.

A eso agreguemos que la ANFP tomó la determinación de no asistir a un torneo internacional en España; donde se iban a medir con Argentina, Brasil y estados Unidos. ¿Por qué se desistió? Dada la situación política y social de nuestro país y la constante postergación del torneo, los clubes no tienen la obligación de facilitar a los jugadores sub 23 para el viaje. Primó el interés particular sobre el colectivo. Puede ser una mirada válida y tal vez egoísta, pero se perdió una excelente oportunidad para que esta Sub 23 pudiese calibrar el momento de cara al Sudamericano a disputarse en enero del 2020…¿Cuántos de estos jugadores son inamovibles en sus primeros equipos? ¿Son más del 60%? Claramente no. Entonces, por qué no haber hecho un gesto y permitir el viaje a España.

Una cosa es entrenar y jugar amistosos a nivel local y otra es medirse con potencias en otras circunstancias y ambientes. Insisto y tomando como base la última nómina, no eran más de seis jugadores titulares en sus conjuntos. Se entiende que se viven días confusos y complejos en Chile y en eso el fútbol no está ajeno, pero sigo creyendo que debió existir voluntad y muñeca para lograr estar presentes en el cuadrangular de España, por que ya no habrá más margen para prepararse a nivel internacional.

Todo esto lleva a un viejo axioma del conflicto club vs selección, donde el jugador queda como el jamón del sándiwch. De acá a que termine el torneo, cuántos de estos deportistas tendrán acción todos los fines de semana, tomando en cuenta que restan seis fechas en Primera División y Primera B, desde donde provienen la mayoría de los potenciales seleccionados.

Ojalá desde una mirada esperanzadora, el grupo de trabajo de Redín pueda ser un equipo competitivo y en una de esas tener opciones de pensar en el boleto a Tokyo 2020, pero claramente otros países están más adelantados y fuertes que nosotros, por lo cual vaticinar o proyectar resultados se ve poco auspicioso.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
Publicidad

Tendencias