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El Fórmula 1 de Salas Opinión

El Fórmula 1 de Salas

Pablo Flamm
Por : Pablo Flamm Periodista deportivo
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La dirigencia y gerencia técnica popular se esmeraró en los tiempos y cantidad de jugadores solicitados por Salas, con lo cual el técnico de los albos ya no tiene margen para aceptar y soportar nuevos fracasos como los tuvo que el 2019: Fuera de la Sudamericana y a 14 puntos del campeón U.Católica. Para este 2020 -en gran medida- los albos remecieron algo el alicaído mercado de fichajes y llegaron nombres que para el hincha albo son atractivos.


Aníbal Mosa le da una entrevista al colega Hernán Chanampa a la salida del Estadio Monumental el miércoles 15 de Enero:
-Chanampa ¿Mario Salas tiene un Fórmula 1?
-Mosa: Claro que tiene un Fórmula 1 o algo muy cercano a ello.

Es bonita la analogía del presidente albo, pero lamentablemente en Chile no hay plantel o equipo que se precie de tal.

La dirigencia y gerencia técnica popular se esmeraró en los tiempos y cantidad de jugadores solicitados por Salas, con lo cual el técnico de los albos ya no tiene margen para aceptar y soportar nuevos fracasos como los tuvo que el 2019: Fuera de la Sudamericana y a 14 puntos del campeón U.Católica. Para este 2020 -en gran medida- los albos remecieron algo el alicaído mercado de fichajes y llegaron nombres que para el hincha albo son atractivos.

Partamos por Matías Fernández. El “niño mimado” de la casa alba partió hace 13 años y claramente no es el mismo que el 2006 cuando fue premiado como el mejor de América. Su última campaña en el Junior de Barranquilla fue pobre, jugando muy poco y con reiterados problemas de lesiones. Sin embargo, el fanático blanco le perdona todo al volante, no obstante, se le trajo para que brille y sea un líder del equipo y eso se verá partido a partido. La responsabilidad que recae en el jugador y más aún en Mario Salas es gigante, lo que estará en tela de juicio cada fin de semana.

[cita tipo=»destaque»]Se viene un 2020 duro para Mario Salas y si bien cada vez que declara, señala estar más convencido que nunca de su proyecto y sus ideas de juego, éstas se deben plasmar, por que el margen ya no está. La dirigencia cumplió, ahora es el turno d «El Comandante» demostrar si conducir el “Fórmula 1” y ganar las carreras que están por delante.[/cita]

La llegada de Miguel Pinto, viene a tener una mirada de un jugador de experiencia y confiable. Está claro que el titular es Bryan Cortés, pero ante cualquier eventualidad está Pinto y eso es prenda de garantía. Más allá del ruido que hubo por ser formado en U.de Chile, está curtido y sabe lo que puede entregar. Lo de César Fuentes pasa por un elemento que conoce muy bien Salas y le será útil en la zona media. Viene a consolidar su puesto de titular y como volante central, dejando como opción a Carmona.

Con Valencia, Salas gana en opciones y variantes, dado que el exBotafogo puede ser volante externo, de enlace o un punta por ambas bandas. Para Valencia también esta jugada es clave si quiere tener una opción en las listas de Reinaldo Rueda y puede ser uno de los nuevos rostros que más puede ganar en esta versión de Colo Colo 2020.

Y claramente la apuesta más fuerte y donde es inobjetable que el equipo popular se anotó un golazo fue en la traída de Nicolás Blandi, su flamante centro delantero, por el cual se pagó más de un millón de dólares y un contrato por tres años para el jugador de 29 años, que es el goleador de la década en San Lorenzo. Éste es tal vez, la gran tratativa que manejó la directiva popular.

Acá está el tópico que tanto anhelaba Salas y el gerente deportivo, Marcelo Espina, por que sin mirar y quedarse criticando el carnet de identidad -la calidad no tiene edad- Blandi está llamado a ser la gran contratación de este verano y de cara al torneo nacional 2020. El trasandino debería tener una buena temporada en Macul y responder a las expectativas en relación su arribo.

Y esta temporada es dura para Mario Salas, dadas las responsabilidades que se le avecinan. Partiendo por la semifinal de Copa Chile ante Los Cruzados. Sería un gran balón de oxígeno para el cuerpo técnico avanzar a la final de este certamen y dejar fuera de carrera a un rival tan complejo que le permitiría al técnico sentir que empieza bien el 2020.

Pero claramente, las exigencias y resultados están apuntados a Copa Libertadores y Torneo Nacional. En el certamen internacional, los albos deben -a lo menos- avanzar a la siguiente fase, en un grupo que se ve bastante amigable con A. Paranaense, Peñarol y Wilterman. No seguir en camino, sería una herida muy profunda, que podría ser determinante en el futuro inmediato de Salas y su continuidad en Pedreros. El Torneo Nacional también no tiene excusa. La diferencia obtenida por Los Cruzados en el certamen 2020, fue tan amplia, que eso en un club como Colo Colo es un golpe duro al ego y autoestima.

Se viene un 2020 duro para Mario Salas y si bien cada vez que declara, señala estar más convencido que nunca de su proyecto y sus ideas de juego, éstas se deben plasmar, por que el margen ya no está. La dirigencia cumplió, ahora es el turno d «El Comandante» demostrar si conducir el “Fórmula 1” y ganar las carreras que están por delante.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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