Publicidad
La liga más observada Opinión

La liga más observada

Pablo Flamm
Por : Pablo Flamm Periodista deportivo
Ver Más

Lo que pase en la cancha es otra cosa. No puede haber distanciamiento, no se puede impedir el roce o contacto, por que este deporte es así y así será siempre, pero de alguna forma todo cambió. El mundo cambió y cambiará, el fútbol también, aunque los más puristas renieguen de eso. Pero es clave el paso que está dando la Bundesliga en intentar retomar la actividad, ya que las otras ligas grandes como España, Italia e Inglaterra están a la vuelta de la esquina para dar el ok. Si fracasara el intento de la Alemania, será efecto dominó y no habrá opción real de ver fútbol en lo que resta del 2020.


El clásico del Ruhr siempre ha sido uno de los partidos más atractivos de la Bundesliga y hoy, seguramente, tendrá una audiencia mundial, ya que el fútbol de primer nivel competitivo retorna en Alemania tras casi tres meses detenido por la pandemia del COVID 19.

Si ya por historia es un partido álgido y tenso, el de hoy lo será aún más. Todos los ojos del orbe estarán concentrados en el Signal Iduna Park y en cómo una sociedad tan estructurada y respetuosa de las decisiones de las autoridades, logró darle el vamos a la actividad futbolística, una que cambiará mucho en sus protocolos de ahora en adelante.

De partida no habrá público en las gradas y los hinchas de televisión por pago podrán decidir si quieren el partido con ambiente real -escuchar los gritos de los jugadores y las indicaciones de los técnicos- o podrán habilitar audio de barras, como si estuvieran presentes en el recinto. Es una nimiedad en relación a la envergadura de los que se estará jugando literalmente, pero demuestra que los alemanes han pensado en todo.

[cita tipo=»destaque»]El protocolo de los alemanes en estos casos indica lo siguiente: los jugadores serán sometidos a test una vez a la semana y en caso de tener algún positivo, no hay obligación de informarlo a la prensa y, obviamente, se tomarán todas las medidas respectivas en estos casos. De hecho, los equipos están concentrados hace cuatros días para evitar riesgos y sus instalaciones fueron previamente preparadas para recibir a más de 40 personas, con las comunidades a las cuales están habituados los deportistas profesionales. Estas mismas estructuras están consideradas y preparadas para aislar y tratar a algún jugador que se contagie.[/cita]

Lo primero son los altos índices de seguridad que tratarán de proteger y mantener. Para ello, junto a las autoridades de gobierno y sanitarias, fueron elaborando protocolos de alta rigurosidad para disminuir casi a cero el riego de contagio, el que igual está presente, ya que no se descarta que más de algún futbolista teutón padezca COVID 19.

Por partido se permiten solo 300 personas entre cuerpo técnico, plantel, funcionarios, dirigentes, árbitros y prensa (solo 10 profesionales) y con conferencias de prensa virtuales. Los estadios estarán divididos en tres zonas: la primera es los sectores de cancha, túnel y vestuarios; la segunda prensa y tribunas, mientras que la tercera zona serán los alrededores del recinto deportivo.

Los equipos llegarán al estadio en forma separada y, además, los clubes dispondrán de dos autobuses para evitar que todo el plantel viaje junto. Ya una vez en camarines, se mantendrá una distancia de 1,5 metros, todos con mascarillas y no podrán permanecer más de 40 minutos en el interior. Incluso, algunos equipos que deben viajar han contratado dos aviones para trasladar a su plantel. Un tema económico que acá en Sudamérica, a simple vista, sería inviable por los costos.

La salida por el túnel al campo de juego será de manera individual, así como en el medio tiempo y al término del partido. Los futbolistas no saldrán con mascotas, no se podrán saludar antes del pitazo inicial y no habrá fotografías grupales.

Sin embargo y a pesar que Alemania como país es un modelo a observar en forma permanente, el riego siempre está. El protocolo de los alemanes en estos casos indica lo siguiente: los jugadores serán sometidos a test una vez a la semana y en caso de tener algún positivo, no hay obligación de informarlo a la prensa y, obviamente, se tomarán todas las medidas respectivas en estos casos. De hecho, los equipos están concentrados hace cuatros días para evitar riesgos y sus instalaciones fueron previamente preparadas para recibir a más de 40 personas, con las comunidades a las cuales están habituados los deportistas profesionales. Estas mismas estructuras están consideradas y preparadas para aislar y tratar a algún jugador que se contagie.

Claro, todo esto pasa por lo económico y si bien los germanos son muchas veces líderes en procesos culturales y sociales, mirando desde este lado del mundo, acá sería prácticamente imposible pensar en algo así.

Lo que pase en la cancha es otra cosa. No puede haber distanciamiento, no se puede impedir el roce o contacto, por que este deporte es así y así será siempre, pero de alguna forma todo cambió. El mundo cambió y cambiará, el fútbol también, aunque los más puristas renieguen de eso. Pero es clave el paso que está dando la Bundesliga en intentar retomar la actividad, ya que las otras ligas grandes como España, Italia e Inglaterra están a la vuelta de la esquina para dar el ok. Si fracasara el intento de la Alemania, será efecto dominó y no habrá opción real de ver fútbol en lo que resta del 2020.

Por eso, este sábado es un día para marcar en el calendario no solo del amante del fútbol, sino que también de todos quienes vamos observando cómo, llegado el momento, se puede comenzar a retomar de forma protegida algunas actividades. Por eso el clásico del Ruhr, entre Borussia Dortmund y Schalke 04, será recordado como uno de los partidos más visto en la historia del mundo, por que será la punta de lanza, la prueba, el ensayo general del fútbol.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
Publicidad

Tendencias