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Se derrumbó el castillo de naipe… entonces, ¿qué hacemos? Opinión

Se derrumbó el castillo de naipe… entonces, ¿qué hacemos?

Cristian Rebolledo Díaz
Por : Cristian Rebolledo Díaz Médico Salubrista, Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile
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Esta situación es producto de una estrategia que no ha logrado contrarrestar la evolución natural de una enfermedad altamente contagiosa y, sin duda, en el mundo académico estaremos años escribiendo de las causas, de los efectos, de los diseños y las implementaciones. Podríamos hablar de lo que se ha hecho mal, de lo que no se ha hecho, de lo que se intentó hacer y no se pudo. Ya habrá tiempo para ello. Creo que es importante dedicar tiempo a lo que se va a hacer y lo que se tiene que hacer. Se derrumbó el castillo de naipes y no queda otra que empezar a armarlo de nuevo.


Desde las últimas tres semanas hemos visto cómo nuestro país se encumbra a nivel planetario como uno de los más afectados por la pandemia del coronavirus. Indicadores más o indicadores menos, elija la curva que más le guste, pero vemos un incremento de casos y cómo hemos llegado al temido colapso del sistema sanitario, focalizado en la Región Metropolitana, pero con un peso importante en otras zonas del territorio, las cuales, además, cuentan con una frágil estructura sanitaria, que podría verse afectada de forma aguda.

Esta situación es producto de una estrategia que no ha logrado contrarrestar la evolución natural de una enfermedad altamente contagiosa y, sin duda, en el mundo académico estaremos años escribiendo de las causas, de los efectos, de los diseños y las implementaciones. Podríamos hablar de lo que se ha hecho mal, de lo que no se ha hecho, de lo que se intentó hacer y no se pudo y también de lo que no se quiso hacer, pero se terminó haciendo igual. Ya habrá tiempo para ello.

Creo que es importante dedicar un tiempo a lo que se va a hacer y, en este caso, a lo que se tiene que hacer. Se derrumbó el castillo de naipes. No queda otra que empezar a armarlo de nuevo. Lamentablemente, no estamos partiendo de cero, sino que vamos perdiendo 3 a 0 y con un par de expulsados.

[cita tipo=»destaque»]En segundo lugar, es fundamental, ahora sí que sí, implementar la estrategia de testear, trazar, aislar. Se ha dicho desde el día uno sobre la necesidad de llevarla adelante, pero su ejecución no ha sido exitosa. Del testeo, se ha aumentado la capacidad instalada de una manera sorprendente, alto testeo (sin que esto sea contraproducente, en ningún caso); la trazabilidad, es decir, seguir a los casos, tener claridad absoluta, con una lógica territorial de dónde están los casos e identificar a los contactos, debe llevarse adelante desde la atención primaria, es la única que puede “rastrillar” el territorio.[/cita]

En primer lugar, hay que reforzar los dispositivos de atención hospitalaria, las unidades de camas críticas, pues estos cuatro mil casos diarios que hemos visto estas semanas serán doscientos pacientes (el 5%) ingresando graves a las unidades de cuidados intensivos en diez días más.

En algunos minutos se habló de 4 mil camas UCI, bueno, ahora es el momento de que aparezcan. ¿Dónde están? ¿Cuántas son? ¿Cómo los pacientes pueden llegar a ellas? En ese sentido, parece adecuado un encargado nacional que sea capaz de conducir este punto en particular. Como se ha dicho en varias ocasiones, un ventilador no resuelve el problema, se requiere personal, insumos, fármacos, terapias adicionales y un largo etcétera, para poder contener el efecto del pico actual de casos y que, de alguna manera, este gráfico no corresponda al de las muertes de dos semanas más.

En segundo lugar, es fundamental, ahora sí que sí, implementar la estrategia de testear, trazar, aislar. Se ha dicho desde el día uno sobre la necesidad de llevarla adelante, pero su ejecución no ha sido exitosa. Del testeo, se ha aumentado la capacidad instalada de una manera sorprendente, alto testeo (sin que esto sea contraproducente, en ningún caso); la trazabilidad, es decir, seguir a los casos, tener claridad absoluta, con una lógica territorial de dónde están los casos e identificar a los contactos, debe llevarse adelante desde la atención primaria, es la única que puede “rastrillar” el territorio.

En algunos casos lo está haciendo de manera espontánea, porque conocen sus capacidades y las necesidades de la población, pero lo que se requiere es una acción coordinada y centralizada, para lo cual también vendría bastante bien un encargado o delegado presidencial, pues es una estrategia tan relevante como la provisión de camas críticas.

Respecto del aislamiento, es necesario empezar a hospitalizar a pacientes con pocos síntomas, aislar contactos en residencias sanitarias, no por que requieran grandes cuidados, sino porque hay que asegurar que no sigan contagiando. El contagio intradomiciliario es importante, sobre todo en hogares donde los metros cuadrados por morador son pocos. Estas dos acciones, la trazabilidad llevada adelante por la APS y la disponibilidad de camas hospitalarias y residencias sanitarias deben ser coordinadas de manera centralizada, pero no por las Seremi.

Finalmente, las Seremi tienen una tarea aún más importante, deben coordinar una serie de actores territoriales respecto de los lineamientos y las directrices para mantener las condiciones de distanciamiento, que hasta el momento se han llevado delante de manera parcial e ineficiente. Deben establecer mesas de trabajo –virtual, por supuesto– con los alcaldes, con las fuerzas de orden, para dar algún sentido a su presencia en las calles, y con todos los actores sociales, convocados a mantener la provisión de servicios básicos y de alimentación.

Todos hemos visto, impactados, a los repartidores agolpados esperando las órdenes para llevar, un mar de gente comprando en las ferias, locales comerciales que toman pocas o muy malas medidas, por citar algunos casos. Ese espacio, que en ningún caso constituye un intento de nueva normalidad, debe ser intervenido por las autoridades sanitarias regionales, quienes, sin tener mucha fuerza de tarea, sin duda podrán llevar adelante las coordinaciones necesarias para avanzar.

Esto debe ir acompañado de propuestas económicas que permitan darle sostenibilidad a este largo invierno que se nos viene. Si bien tengo algunas ideas, prefiero remitirme solo a asuntos de Salud Pública, que es mi área. No quisiera tener problemas.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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