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La lucha a Qatar 2022 Opinión

La lucha a Qatar 2022

Pablo Flamm
Por : Pablo Flamm Periodista deportivo
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Para las clasificatorias al mundial de Qatar, la estructura base para Rueda se mantiene en la de los bicampeones de América. Hay por lo menos nueve nombres fijos. Repasemos: Bravo, Isla, Medel, Maripán, Pulgar, Vidal, Aránguiz, Sánchez y Vargas. El gran dolor de cabeza hoy por hoy es quién será el lateral izquierdo, ante la partida de Beausejour. En el proceso de Reinaldo Rueda, han jugado Parot, Vegas, Albornoz, Paulo Díaz y alguno más. Ahí está tal vez la mayor incógnita del cafetero. Antes de la pandemia y cuando todo comenzaba en marzo, el colombiano estaba decidido a llamar a Eugenio Mena (de buena temporada en Racing) y uno de los relevos naturales de Beausejour. En lo personal Mena y Vegas son los nombres que más me gustan para cubrir esa zona y en el mediano plazo el joven lateral de Palestino, Sebastián Cabrera, puede ser quien herede la banda.


Más allá de si se comienzan a disputar en octubre las clasificatorias a Qatar 2022, hacer una radiografía hoy de los momentos actuales de cada seleccionado, es un ejercicio que puede llevar a sacar conclusiones rotundas, independientemente de lo que suceda, ya sea en octubre o noviembre.

La reciente Copa América de Brasil dejó en claro que los pentacampeones del mundo encontraron en Tite al hombre idóneo para recuperar la esencia. Tite es un técnico sencillo, no tiene grandes vueltas o estrategias sorprendentes, pero ha sabido sacar partido de un grupo de jugadores importantes y además encontrar la oncena titular. Si bien no despliega un fútbol como el Brasil del 70 (ese equipo era y será único con Pelé a la cabeza) o aquella escuadra de los 80 con Zico, Junior, Toninho Cerezo y Falcao, entre otros, el scratch de Tite es sólido y contundente. Vale decir, una plaza 99,9 asegurada.

De la mano del eterno Maestro Tabárez, Uruguay es otro de los favoritos para subirse al avión. Una selección que logró hacer el recambio de piezas claves a tiempo y además un trabajo mancomunado de todas sus estructuras para lograr insertar a jugadores jóvenes, con una mezcla de “calados” y consagrados. Solo un ejemplo: la zona de volantes de los charrúas tiene jugadores de nivel mundial, como Torreira, Valverde, Vecino y Betancur, por señalar algunos. Arriba la eficiencia de los estandartes como Cavani y Suárez le auguran a la celeste goles y alegrías.

Argentina, y a pesar de la poca experiencia de Scaloni y además teniendo mucha resistencia interna de los medios, es otro país generoso en cuanto a nombres. Ya el solo hecho de tener al mejor jugador del mundo es un plus. Pero también van surgiendo muchos de los cuales en este tramo de tiempo han ganado consistencia, como los casos de Pezzela, Tagliafico, Dybala, Parades y de Paul. La albiceleste, de no tener problemas y líos de camarín, es otra de las que postula a boleto directo a Qatar.

La cuarta plaza según mi visión la lucharán tres países como prioridad: Colombia, Chile y Perú. El caso de los cafeteros, con Queiroz, ya mostraron en la última Copa América que serán rivales duros, por que además la gran mayoría de sus jugadores militan y juegan en forma permanente en cuadros importantes. Para qué hablar del momento de dos de sus delanteros como Duván Zapata y Luis Fernando Muriel, de gran temporada en el sorprendente Atalanta. Perú con Gareca logró una forma de juego que ya le trajo dividendos. Fueron finalistas en Brasil y además hicieron un correcto Rusia 2018 y tal vez merecieron algo más.

Pasemos a Chile. La estructura base para Rueda se mantiene en la de los bicampeones de América. Hay por lo menos nueve nombres fijos. Repasemos: Bravo, Isla, Medel, Maripán, Pulgar, Vidal, Aránguiz, Sánchez y Vargas. El gran dolor de cabeza hoy por hoy es quién será el lateral izquierdo, ante la partida de Beausejour. En el proceso de Reinaldo Rueda, han jugado Parot, Vegas, Albornoz, Paulo Díaz y alguno más. Ahí está tal vez la mayor incógnita del cafetero. Antes de la pandemia y cuando todo comenzaba en marzo, el colombiano estaba decidido a llamar a Eugenio Mena (de buena temporada en Racing) y uno de los relevos naturales de Beausejour. En lo personal Mena y Vegas son los nombres que más me gustan para cubrir esa zona y en el mediano plazo el joven lateral de Palestino, Sebastián Cabrera, puede ser quien herede la banda.

Si Rueda quiere jugar con tres delanteros, falta el hombre que ocupe la banda derecha, digo esto porque Sánchez comienza por izquierda, Vargas va por el centro y ahí estaría el otro puesto a completar. José Pedro Fuenzalida es un hombre que cumple muy bien esa zona, por el ida y vuelta que puede ofrecer. Si bien Jean Meneses en León juega por izquierda, el ex San Luis puede ser otra alternativa válida. Del medio local también los nombres de Pablo Aránguiz y Edson Puch pueden hacer ese trabajo de buena manera. Y para un camino tan largo como son las clasificatorias, se necesita plantel, vale decir, 15-18 jugadores en un nivel de alta competencia. Acá se juegan las más difíciles del mundo, por la categoría de jugadores que hay.

Los casos de Ecuador, Paraguay y Venezuela son toda una incógnita. Los ecuatorianos se quedaron sin técnico tras la renuncia de Jordy Cryuff, que estuvo 8 meses y no disputó ningún partido. Increíble por decir lo menos. En Paraguay, Berizzo está llevando adelante ese mentado y a veces manoseado proceso de “renovación”, que no se da de un día para otro. No obstante, los paraguayos por esencia son rivales duros y complicados. No regalan nada. En el caso de los venezolanos, la partida de Dudamel genera muchas dudas, porque el portugués Peseiro lleva muy poco y deberá tratar de sacar adelante a un combinado que sueña con una cita mundialista por primera vez.

El caso de Bolivia es aparte y más allá del trabajo con muchos jugadores del medio local que está llevando adelante César Farías, asoma como el rival más débil por ahora. Los partidos se juegan, pero claramente, por números y calidad, los bolivianos apuestan a un milagro.

Así se vienen unas clasificatorias apasionantes y extrañas. La pandemia hizo girar todo y, claro, el camino a Qatar será duró y seguramente lleno de altibajos. Momentos especiales y quienes sepan manejar mejor precisamente esas circunstancias podrán subirse al avión.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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