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COVID-19 golpea a los más vulnerables: Hogar de Cristo prevé que pobreza por ingreso aumentará de 9,8% a 13,7% PAÍS Crédito: Aton

COVID-19 golpea a los más vulnerables: Hogar de Cristo prevé que pobreza por ingreso aumentará de 9,8% a 13,7%

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Esa es la conclusión del estudio «Pobreza y pandemia: propuestas para un Chile más digno y justo» de la fundación Hogar de Cristo junto a otras 9 instituciones. El documento -que será presentado este jueves- también pone en evidencia la «desprotección» que existe en materia de vivienda. Señalan además que la calidad de la educación está ligada al nivelsocioconómico que tengan los hogares debido al uso de la tecnología. Al respecto, el director social nacional de la fundación, Paulo Egenau, planteó que «nos motiva que los efectos sanitarios y económicos de la crisis se distribuyen de manera desigual (…) porque la enfermedad avanza más rápido y tiene consecuencias más dramáticas en los niveles de menos ingresos».


La pandemia del COVID-19 ha generado crisis en diversos ámbitos. Y uno de los más relevantes es la pobreza, la cual ha aumentado como consecuencia del virus. Dicho incremento podría significar un retroceso de 10 años en la lucha contra esta condición.

Esa es la conclusión del estudio «Pobreza y pandemia: propuestas para un Chile más digno y justo»de la fundación Hogar de Cristo junto a otras 9 instituciones, y que será presentado oficialmente este jueves a las 10:00 a.m. vía streaming.

La pobreza no es una realidad que sea ajena a Chile. El estudio –citado por El Mercurio– sostiene que se prevé un alza por ingreso de 9,8% a 11,9% en el mejor escenario, y a 13,7% en el peor.

A nivel de empleos, Chile registra 12,2% de cesantía. Además se advierte de los efectos «intensificados en los grupos laborales especialmente vulnerables, ya antes de la crisis: las personas con menos educación, las personas de menores ingresos, los jóvenes y las mujeres».

Otras consecuencias consignadas por el informe, señalan que además habrá una caída del trabajo formal y precarización del empleo informal. A ello se suma el deterioro de la inclusión laboral femenina y el aumento de todo tipo de pobreza.

«Además, se prevén impactos profundos en el bienestar psicológico de la población y en la cohesión social producto del desempleo y la pobreza», agrega.

Vivienda

El documento del Hogar de Cristo también pone en evidencia la «desprotección» que existe en materia de vivienda. «La crisis sanitaria ha demostrado las consecuencias más crudas de la desprotección de este derecho, dejando en evidencia la fragilidad que afecta a miles de familias».

En ese sentido, el estudio dice que la idea de que el hogar es la «primera línea» contra el COVID-19 es lejana para las familias más vulnerables.

Además, señala que «la pandemia incrementará los niveles de desprotección en la tenencia, generando un serio riesgo del aumento de desalojos forzosos».

Educación

En el apartado de educación, el informe del Hogar de Cristo detalla que la suspensión de clases genera dificultades «asociadas al aprendizaje y el desarrollo socioemocional de los estudiantes, la contracción del tiempo disponible para que los docentes cubran los objetivos del currículum pedagógico o estrés derivado del intento de conjugar los cuidados a los menores de edad con el trabajo remunerado».

Señalan también que la calidad de educación está ligada al nivel socioconómico que tengan los hogares por el uso de la tecnología. Si bien el estudio sostiene que ha habido una evolución importante de penetración en el país, aún existen brechas, sobre todo en hogares de escasos recursos.

Sobre este estudio, el director social nacional del Hogar de Cristo, Paulo Egenau, detalló que este «es un texto levantado en un tiempo breve, por la urgencia de visibilizar estos temas de conciencia ciudadana a los tomadores de decisión».

También dijo que «nos motiva que los efectos sanitarios y económicos de la crisis se distribuyen de manera desigual (…), porque la enfermedad avanza más rápido y tiene consecuencias más dramáticas en los niveles de menos ingresos».

Finalmente, la conclusión de este estudio establece que la crisis «supone una oportunidad para implementar mejoras definitivas al sistema de protección social, manteniendo y adecuando programas necesarios en momentos de normalidad».

«La estabilidad de las prestaciones surgidas con motivo de la pandemia debe mantenerse, al menos, hasta que la economía logre reactivarse, con tal de evitar o atenuar el crecimiento de la pobreza en el país», finaliza.

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