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Carmen Berenguer ante el proceso constituyente: «La mayoría quiere un estado plurinacional y paritario» CULTURA

Carmen Berenguer ante el proceso constituyente: «La mayoría quiere un estado plurinacional y paritario»

Sara Oportus
Por : Sara Oportus Escritora y poeta
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La poeta, cronista y artista visual chilena, también conocida como «La Emperatriz de la Poesía Chilena», quien hace poco lanzó su último libro «Plaza de la Dignidad» (Mago editores, 2020) y participó del seminario virtual “Mujeres y Letras 2020” con el panel “Reflexión sobre el pensamiento femenino y la apropiación del espacio literario en los diversos escenarios socioculturales en Chile”, se siente privilegiada de vivir en Plaza Italia, donde ha sido testigo no solo de la revuelta de octubre, sino también de todas las demandas sociales desde los represivos tiempos de la dictadura. «Una petición general ha sido el rechazo a la ideología neoliberal, que nos obligó a cambiar nuestras costumbres y nuestro lenguaje, pueblo por gente, por usuario, consumidor, deudor; autor por escritor, un lenguaje basado en la economía en donde el trato humano desaparece». Respecto de la constitución que comenzará escribirse, Berenguer es enfática: «Tiene que ser pluricultural y paritaria. Los feminismos deconstructivistas se han propuesto revisar la historia». +


 -A la luz de tu experiencia como poeta, feminista y activista en los años más crudos de la dictadura cívico militar ¿Cuál es tu lectura de la revuelta social de Octubre del año pasado y del actual proceso constituyente que vivimos en Chile?

-Como vivo en Plaza Italia desde el año 1986, he sido observadora de la plaza en décadas de la expresión de múltiples descontentos sociales y culturales. La revuelta del 18 de Octubre, puso de relieve una vez más el punto de quiebre en los 3o pesos y 30 años de hacerse a un lado de las arbitrariedades y descalce social e injusto. Ha ocurrido en los alzamientos en el que siempre ha sido protagonizado por estudiantes, y todos los movimientos de trabajadores en general, que han expresado la injusticia en un país que ha hecho de una propaganda del éxito económico una paradoja y que ha expresado el conflicto en esta revuelta. Entonces, el proceso constituyente comienza hace hace años en una demanda de la mayoría que se expresó en las urnas el 25 de octubre. Esa demanda al Gobierno chileno está en curso desde su mayoría, que quiere un Estado Pluricultural y Paritario, es un proceso tan importante que requiere cambiar la vida de la mayoría de las personas y no le pondría etiquetas de nombre alguno, pues lo que se requiere es crear, durante ese proceso, una carta constituyente que se escriba en forma plural. Esto puede ser general, pero en síntesis, las demandas han atravesado Chile, los pueblos indígenas, la Isla de Pascua, haitianos etc. Una petición general es el rechazo a la ideología neoliberal, que nos obligó a cambiar nuestras costumbres y nuestro lenguaje, pueblo por gente, gestión, usuario, consumidor, deudor, industria cultural, autor por escritor, un lenguaje basado en la economía en donde el trato humano desaparece.

-Este año, junto a otras escritoras, profesoras y feministas militantes participaste del libro Por una constitución feminista (Pez Espiral. 2020) cuya compilación estuvo a cargo Sofía Brito ¿Cuál es la Constitución que defiendes o que ansías para nuestro país y sus territorios? ¿Cómo deberían impactar los feminismos en la nueva Constitución?

-Como una constitución pluricultural y paritaria. Esa idea de lo que ha sido Chile para la mujer en todos los lugares en el que se ha atrevido a traspasar ese obstáculo hasta el día de hoy. En el que los feminismos desconstructivistas se ha propuesto revisar la historia. Bajo ese polvo de la historia hay muchas hojas vacías sin escribirse por ser desalentadas, como aquellos innombrados textos que se han escrito y han quedado olvidados en ese desvencijado desván hoy polvoriento de tiempo, palabras escritas en el silencio cómplice del siglo reciente. ‘La pensadora feminista Julieta Kirwood, ha sido señera en la reflexión feminista en los 80 y que hoy es notable como se le cita, por ejemplo su ensayo Ser Política en Chile
Para Julieta Kirkwood, el nudo puede desandarse, se puede ir al revés y con ello desatarse. Para las feministas organizadoras del encuentro también se trata de desanudar y Julieta Kirkwood es citada en el documento de la convocatoria al encuentro: “(…) Los nudos se pueden deshacer siguiendo la inversa trayectoria, cuidadosamente,…con el hilo que hay detrás, para detectar su tamaño y su sentido; o bien se pueden cortar con presas de cuchillos o espadas para ganarse de inmediato el imperio de las cosas en disputa. De allí surge, creo, la primera brutal divergencia entre conocimiento y poder (…) (Kirkwood, 1986)”. Cit: Olga Grau.

-Has transitado y experimentado diversos lenguajes en tu obra artística, la palabra ha desbordado el texto, no solo has escrito con palabras sino que has hablado también desde otros lenguajes como la música, la plástica, la performance… has experimentado con tu cuerpo en la calle, lo has arriesgado valientemente. Considerando tu historia biográfica y política ¿Has sentido miedo? ¿A qué le teme Carmen Berenguer?

-Sí, por supuesto. En la época de la dictadura, sentía temor a caer presa, y una vez en una movilización por los Detenidos Desaparecidos, alguien le sacó la gorra a un paco, acto seguido él sacó el arma y nos amenazó, luego llegaron las FF.EE. y nos llevaron detenidas. Éramos puras mujeres mayores y de colegio San Juan, entre otros. Yo andaba con mi hija y ella corrió, mientras estábamos detenidas en una comisaría por calle Matucana, declararon Estado de Sitio y llegaron unos CNI que me interrogaron, tuve miedo, me salvó el que yo fuera directora de la Sociedad de Escritores de Chile (SECH). y armaron ruido, 15 minutos antes del toque de queda me dejaron libre. También recibí amenazas, nos tiraron el auto encima. Tuve que poner recurso de amparo. Pasé susto en esa noche oscura chilena.

-Participaste de la organización del Primer Congreso Internacional de Literatura Femenina Latinoamericana el año 1987 ¿Cómo ves la relación de las mujeres y disidencias con la escritura hoy?

-Los resultados de esa conferencia, fue pensar en una reflexión cultural en el país en dictadura: la escritura de la mujer en tiempos patriarcales. Esa interrogación dio lugar a actualizar lecturas precedentes de textos. Las escritoras actuales son académicas la mayoría, lectoras de textos feministas, pensadoras y filósofas junto al activismo chileno. Son escritoras lectoras muy agudas con muy buenos textos literarios, cuestionan e impugnan mediante la memoria la historia reciente en dictadura, al mismo tiempo, cuestionan la cultura neoliberal que piensa solo en el cálculo. Esta generación piensa la cultura masculina literaria y sus efectos de poder. Reciben los efectos positivos del Congreso como la crítica literaria de género, que no existía y que lee sus textos. ¡Es muy importante!

– En uno de los poemas de tu último libro, Plaza de la Dignidad (Mago editores, 2020), recientemente presentado, se lee: “Los días viernes como siempre/dignamente hacia la caminata final / tantas veces hasta la llegada de los nietos /para recuperar el habla /de nuestra memoria humillada tan injusta /esta historia ha sido transmitida palabra a palabra/ Y se encendió la mecha”. ¿Qué hacer para que esa mecha no se apague?

-La revolución ya ocurrió, ya hubo un resplandor que develó el triste espectáculo de ese Chile que se prometió y se fue a pique. Las urnas se ganaron, y comenzó el proceso hacia una convención constituyente.Tenemos que pensar estrategias sabias en este momento, debemos habilitar el escenario para que ocurra, tenemos esta oportunidad única de cambiar la constitución.

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