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Clásico de complicados Opinión crédito: Photosport / ATON

Clásico de complicados

Pablo Flamm
Por : Pablo Flamm Periodista deportivo
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De verdad no espere un clásico inolvidable, porque ambos equipos vienen con sus propios calvarios y problemas. Ambas escuadras están en un momento trascendental, porque comienzan a definirse situaciones emocionales muy potentes, las que los hinchas jamás imaginaron que las estarían viviendo.


La versión 188 del superclásico del fútbol chileno promete, en la previa, más por el morbo del momento de ambas instituciones que por la calidad de juego que puedan llegar a expresar este domingo en la cancha del Monumental.

Los albos –que luchan por permanecer en la categoría– no logran establecer una seguidilla de triunfos, que les permita tener un respiro en la delicada situación actual. Conviven en cada partido con la irregularidad propia de un grupo que está y se nota muy complicado, donde muy pocos logran hacer algo más allá de lo regular. Uno de ellos ha sido Gabriel Costa, cuestionado desde su llegada con Mario Salas, y que hoy es una de las piezas determinantes en el esquema de Quinteros y uno de los que subió mucho su rendimiento.

[cita tipo=»destaque»]Por eso el clásico 188 será de los complicados y vaya que lo están, uno evitando el descenso directo por la tabla anual, y el otro, por la tabla de los promedios. Uno por evitar que su historia se manche por lo que podría ser el primer descenso, el otro porque, a pesar del reemplazo de director técnico, no se evidencian grandes cambios en nueve partidos.[/cita]

Colo Colo llega con el dato de defender un invicto ante su rival en su cancha que nace el 2001. Es una información estadística que añade pimienta a la previa del partido, porque la verdadera razón para todos los blancos es no descender. La estabilidad defensiva ha tenido momentos importantes, cuando la dupla de centrales Falcón-Barroso logra estar junta. Después, dos hombres de experiencia en la zona media, como Fuentes y Carmona, que logran a veces instancias de superioridad y seguridad en la zona de volantes. Arriba, Mouche y Costa son fijos.

En lo colectivo, los albos llegan tras un empate ante el Campanil, donde la figura de Brayan Cortés emergió en todo su nivel. Tuvo tres contenciones claves, evitando que los amarillos se quedaran con los tres puntos y, claro, una derrota en la previa del clásico 188, hubiese sido un golpe anímico durísimo para el Cacique.

El factor Paredes siempre pesará. El goleador histórico del fútbol chileno, siempre se ha destacado en los clásicos ante los azules. Ha convertido goles de una belleza extrema y de trascendencia vital, a tal punto que el gol récord del fútbol chileno se lo convirtió a la U. El colocolino espera que su artillero y referente, una vez más, esté a la altura.

¿Qué ofrece la U? Aún con muchas dudas, el cuadro de Dudamel llega con “secuencias de buen juego” –como señaló su técnico– que tras el empate ante Palestino se le notó con más confianza y esperanza, especialmente por la segunda etapa, donde mostró más actitud e intensidad.

Pero hay varias dudas tácticas dignas de analizar. ¿Será Walter Montillo titular? ¿Se jugará la opción de que Pablo Aránguiz tome la batuta de la zona media y una columna vertebral clara con De Paul (que ha sido pieza clave), González y Casanova como centrales más Rodríguez y Beausejour por las bandas?

La zona de volantes Moya y Espinoza son inamovibles. Acá asoma la primera interrogante. ¿Montillo o Aránguiz de enlace? Por experiencia y sociedad con Larrivey, Montillo podría ser carta fija, pero cuando Dudamel se convenció de poner a Pablo Aránguiz a orquestar el fútbol azul ante Palestino, se vieron buenos pasajes de juego. Acá veremos cuánto pesa la mano del venezolano en sus convicciones y relación con los referentes.

Arriba, Larrivey y Lenis suman al once estelar. Si juega Montillo, Aránguiz debería ser el extremo por izquierda, si va el blondo jugador de enlace habrá que ver quién puede postular a la zona, donde Henríquez, Guerra, Barros pueden ser opción.

De verdad no espere un clásico inolvidable, porque ambos equipos vienen con sus propios calvarios y problemas. Ambas escuadras están en un momento trascendental, porque comienzan a definirse situaciones emocionales muy potentes, las que los hinchas jamás imaginaron que las estarían viviendo.

Será un clásico de complicados, de nervios y mucha tensión, donde se podrá escuchar todo lo que sucede al interior de la cancha, esos diálogos y peleas cargadas de nerviosismo, angustia y tensión.

Por eso el clásico 188 será de los complicados y vaya que lo están, uno evitando el descenso directo por la tabla anual, y el otro, por la tabla de los promedios. Uno por evitar que su historia se manche por lo que podría ser el primer descenso, el otro porque, a pesar del reemplazo de director técnico, no se evidencian grandes cambios en nueve partidos.

Ambos están en esa noche previa de incertidumbre. Uno por no perder su invicto de 19 años en casa, y el otro, con la presión de volver a ganar en el Monumental después de tantos años, la oportunidad ideal para no dejarla escapar.

Será y es un clásico de complicados.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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