MERCADOS|OPINIÓN
El alcalde Lavín y el presidente de RN han cuestionado la hiperfocalización y la letra chica en los anuncios del Mandatario y demandan ampliar los recursos involucrados. Ciertamente este es el mejor balance respecto de las medidas anunciadas por el Gobierno. Cuando dos de los precandidatos del oficialismo tienen esta opinión de estas medidas, es evidente que no dan el ancho. Lavín, sin embargo, propone que sean nuevamente los trabajadores quienes paguen la cuenta de la crisis. Los fondos del Seguro de Cesantía deben ser cautelados, pues el desempleo seguirá elevado en la pospandemia, incluyendo desafíos adicionales que provendrán del cambio tecnológico y de la reorganización de las empresas.
El Foro para un Desarrollo Justo y Sostenible ha hecho un balance sobre las medidas económico-sociales que decidió el Presidente Piñera frente al agravamiento de la crisis sanitaria que enfrenta el país. Las conclusiones básicas se presentan a continuación.
1- Las medidas que acaba de anunciar el Presidente corrigen una ausencia de políticas de apoyo a las familias, si bien lo hacen de un modo tardío, insuficiente y persistiendo en la letra chica. El Gobierno anunció su decisión de gastar US$ 6.000 millones adicionales a los US$ 12.000 originalmente previstos para el fondo COVID. Ahora se trataría de un COVID “ampliado” de US$ 18.000 millones. Sin embargo, según Dipres, el gasto total en 2020 del fondo COVID fue US$ 6.384 millones. Esto quiere decir que restan US$ 5.616 millones, los que agregados a los US$ 6.000 adicionales, sumarían US$ 11.616 millones.
2- Lo anterior ratifica lo que este Foro ha venido insistiendo desde el estallido social. Este Gobierno tiene fondos soberanos por US$ 20.000 millones y también dispone de capacidad de endeudamiento para enfrentar de mejor forma una pandemia que, probablemente, se prolongue más allá de junio 2021. Estas capacidades no se han utilizado de manera suficiente y han forzado a los trabajadores de Chile a utilizar US$ 35.000 de sus fondos previsionales y US$ 1.000 millones de sus fondos de cesantía. Con estas cifras increíbles, el costo de la crisis ha recaído básicamente en los hombros de los trabajadores.
[cita tipo=»destaque»]Finalmente, pero no menos importante, queremos señalar que el Gobierno ha faltado a su compromiso de transparencia. El Ejecutivo nunca cumplió el compromiso de dar cuenta de cómo se financiaba y cómo se iba gastando el fondo COVID de US$ 12.000 millones. Tratándose de una iniciativa legislativa que le concedió tal poder discrecional al Gobierno en materia presupuestaria, lo mínimo habría sido cumplir con tal compromiso. La Moneda no le ha cumplido al Parlamento que le aprobó el Fondo COVID y le autorizó un manejo discrecional del mismo. Es hora de honrar la palabra empeñada y dar cuenta efectiva al Congreso y a la opinión pública de la gestión del Fondo COVID, incluyendo los recursos adicionales que se le agregarían.[/cita]
3- Por lo informado por el Gobierno, se comprueba que los US$ 12.000 millones eran manifiestamente insuficientes para enfrentar la pandemia, como bien lo ha dicho el Foro en los últimos 12 meses. Ante la gravedad de la segunda ola que enfrentamos actualmente y los déficits de las medidas tomadas por La Moneda, es bien probable que los US$ 6.000 millones también lo sean.
• En el caso del IFE, el monto es insuficiente, dado que debería ser $ 120.000 por personas en vez de solo $ 100.000. Hay demasiada letra chica con condicionalidades, al vincular el acceso al beneficio con las condiciones sanitarias y de restricción a la movilidad en las comunas. Esto significa que familias viviendo en comunas adyacentes accederán a beneficios diferentes. Esto no responde a ninguna lógica ni económica ni sanitaria. Es solo una muestra de tecnocracia que hiperfocaliza beneficios en una tabla Excel, sin conocimiento de cómo funciona la vida económica y social en las ciudades. Para definir los territorios a considerar debieran ser grupos amplios de comunas o incluso provincias, en vez de las comunas.
• Siguiendo con el IFE, la postulación en línea no considera que al menos 1/3 de nuestros compatriotas no cuenta con buenas conexiones digitales. Esto deja al descubierto la desconexión del Gobierno con la realidad mayoritaria del país, especialmente cuando se sugiere que las ferias libres funcionen con sistema “delivery” los fines de semana.
• En el caso de Fogape, debe excluirse a la gran empresa y concentrarse en la pequeña y mediana empresa. El BancoEstado tiene que mejorar su aporte crediticio a las pymes, donde miles de empresas están quebrando. A su vez, la banca comercial debe estar más en sintonía con la gravedad del momento sanitario y económico. No se puede pretender seguir funcionando como si viviésemos en condiciones de normalidad. Es necesario reprogramar las deudas de la pyme. Corfo debiera ser más proactiva en el apoyo a pymes. Efectivamente está colocando recursos a bajas tasas, pero los intermediarios financieros privados las colocan a tasas excesivamente elevadas para la gravedad de la crisis económica y social que estamos viviendo.
• En el caso de las microempresas, los créditos no sirven, pues muchas de ellas no califican para la bancarización y, por tanto, requieren subsidios específicos que les permitan sobrellevar esta crisis. Esto subsidios deben canalizarse vía Sercotec, Fosis e Indap. Pero eso implica movilizar recursos del Estado y ello no se ha considerado.
4- El alcalde Lavín y el presidente de RN han cuestionado la hiperfocalización y la letra chica en los anuncios del Mandatario y demandan ampliar los recursos involucrados. Ciertamente este es el mejor balance respecto de las medidas anunciadas por el Gobierno. Cuando dos de los precandidatos del oficialismo tienen esta opinión de estas medidas, es evidente que no dan el ancho. Lavín, sin embargo, propone que sean nuevamente los trabajadores quienes paguen la cuenta de la crisis. Los fondos del Seguro de Cesantía deben ser cautelados, pues el desempleo seguirá elevado en la pospandemia, incluyendo desafíos adicionales que provendrán del cambio tecnológico y de la reorganización de las empresas.
5- Mientras tanto, el ranking de Forbes que incluye a las mayores riquezas a nivel mundial, informa que las fortunas netas agregadas de la viuda de Andrónico Luksic, Julio Ponce Lerou, Sebastián Piñera, Roberto y Patricia Angelini y Álvaro Saieh, aumentaron en plena pandemia desde US$ 18.700 millones hasta US$ 34.900 millones, lo que implica un aumento de 87%. A diferencia de los millonarios patriotas de Estados Unidos que piden que les eleven los impuestos para colaborar a aliviar parte del sufrimiento económico de las mayorías, los nuestros han guardado silencio cuando se propuso un impuesto al patrimonio neto de las grandes fortunas. Esto es un verdadero escándalo, porque ello ocurre al mismo tiempo que millones de chilenos están desempleados o forzados a la inactividad y viendo reducir sus ingresos en cuantías considerables.
6- Finalmente, pero no menos importante, queremos señalar que el Gobierno ha faltado a su compromiso de transparencia. El Ejecutivo nunca cumplió el compromiso de dar cuenta de cómo se financiaba y cómo se iba gastando el fondo COVID de US$ 12.000 millones. Tratándose de una iniciativa legislativa que le concedió tal poder discrecional al Gobierno en materia presupuestaria, lo mínimo habría sido cumplir con tal compromiso. La Moneda no le ha cumplido al Parlamento que le aprobó el Fondo COVID y le autorizó un manejo discrecional del mismo. Es hora de honrar la palabra empeñada y dar cuenta efectiva al Congreso y a la opinión pública de la gestión del Fondo COVID, incluyendo los recursos adicionales que se le agregarían.
