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Con la llegada de mayo, el país parecía salir de una segunda ola que puso contra las cuerdas al sistema hospitalario y que obligó a confinar al 90 % de la población. El número de casos diarios se estabilizó y comenzaron a descongestionare los hospitales.
Las autoridades iniciaron un proceso de apertura gradual, atrasaron el toque de queda -que ahora rige entre las 22.00 horas y 5.00 horas- y levantaron cuarentenas en decenas de barrios del país que pudieron abrir entre semana bares, restaurantes y comercio no esencial después de un mes de encierro.
Sin embargo y pese al avance del proceso de vacunación, uno de los más rápidos del mundo, en los últimos días los nuevos infectados han vuelto a aumentar situándose por encima de los 6.500.
En las últimas 24 horas se sumaron 6.519 casos y 132 decesos nuevos, que dejan el balance total de la pandemia en más de 1,3 millones de contagios y 28.518 fallecidos totales.
En tanto, los ingresos a unidades de cuidados intensivos de los grupos vacunados han disminuido y el riesgo de ser hospitalizado pasó de un 2,3 % a un 0,5 % entre los jóvenes de 30 a 39 años y de un 17 % a 3,3 % en los mayores de 70 años, según cifras del Ministerio de Salud.
El proceso de inmunización en el país sigue encontrándose entre los más exitosos del mundo: se han administrado dos dosis al 51 % de la población y una dosis a más del 63 %, en su mayoría de la vacuna del laboratorio chino Sinovac, y en menor medida de Pfizer y AstraZeneca.
Sobre la vacuna inglesa, las autoridades anunciaron este sábado que se acortará el tiempo de administración entre las dos dosis en los hombres menores de 45 años a solo 28 días, en lugar de 12 semanas, el tiempo habitual.
En las últimas 24 horas, la tasa nacional de positividad -número de contagios por cada 100 pruebas de PCR- fue de 9 % tras realizarse más de 65.000 test, mientras que en la Región Metropolitana, la que alberga la capital, fue del 12 %.