Publicidad
¿Podrán Boric y Sichel destronar a los favoritos, Jadue y Lavín? Opinión

¿Podrán Boric y Sichel destronar a los favoritos, Jadue y Lavín?

Germán Silva Cuadra
Por : Germán Silva Cuadra Psicólogo, académico y consultor
Ver Más

Más allá de las encuestas, que favorecen a Lavín y Jadue, otra cosa es el desempeño de Sichel y Boric en este período y, por supuesto, la ventaja que les da el ser “los retadores”. Es sabido que el expresidente de BancoEstado es el favorito del piñerismo y ha recibido apoyo explícito de gente de RN (Allamand) y la UDI (Chadwick), por tanto, la “máquina” de La Moneda ha puesto muchas fichas y energías en su campaña. Además, desplegó un relato de centro, pese a ser apoyado por los duros de la derecha. Boric, por su parte, se ha manejado con mucha habilidad emocional y su performance ha ido de menos a más. Tiene carisma y ha enfrentado con altura a Jadue. Si fuera por los debates y campañas, Sichel y Boric podrían amagar a Lavín y Jadue.


Dentro de una semana estaremos analizando los resultados de las elecciones primarias que tendrán este próximo domingo Chile Vamos y Apruebo Dignidad. A partir de ese momento, comenzará la recta final de las presidenciales de noviembre, es decir, apenas quedarán cuatro meses por delante y la carrera será contra el tiempo. Por primera vez desde el retorno a la democracia, hace 32 años, no tenemos idea de quién será el próximo Presidente o la próxima Presidenta de Chile. A estas alturas, siempre tuvimos casi la certeza en cuanto a que Aylwin, Frei, Lagos, Bachelet y Piñera al menos estarían en la papeleta final. Hoy por hoy, es muy difícil siquiera pensar en quiénes pasarán a segunda vuelta. 

Partamos por el hecho de que ha quedado demostrado que las primarias son una oportunidad para poder posicionarse como candidato(a) competitivo(a) cuando la carrera es corta. Estar fuera es un error porque torna casi irremontable entrar a la pelea: los margina no solo del debate, sino que pasan también a ser casi invisibles durante un par de meses. El costo que pagaron Narváez, JAK y Maldonado es alto. La excepción en este caso es Yasna Provoste, que se mantiene en la agenda con este extraño estatus de ser y no ser candidata. 

Un factor clave será cuánta gente vote el 18 de julio. Si la izquierda lleva más adherentes que la derecha, será una señal muy potente y podría ponerle una lápida al representante de Chile Vamos, gane quien gane. Recordemos que en 2017 el conglomerado oficialista obtuvo 1.812.077 votos en la primaria que proclamó a Sebastián Piñera. En el caso de la dupla Frente Amplio-Partido Comunista, su piso de comparación es más reciente: para la elección de convencionales constituyentes lograron 1.069.225, en cambio, Chile Vamos, más los Republicanos de Kast, alcanzaron 1.173.198 votos.

Si la derecha obtiene menos de esa cifra, el golpe será duro, porque demostrará que no tuvo ni siquiera la convocatoria para mover a su gente frente al “terror” que les ocasiona Jadue. Por el contrario, si llegara al millón y medio, le abre alguna posibilidad nuevamente. Y ojo que, si a sus propios partidarios se les ocurre ir a votar por Boric para detener a Jadue –algo que ya circula en redes sociales–, se propinarán un verdadero autogol. 

Sin embargo, mientras más gente vote en la primaria de la derecha, más se desprenderá Lavín de Sichel, dado que el alcalde tiene un posicionamiento muy afianzado y más alto nivel de conocimiento. En cambio, una buena masa de votantes de izquierda le juega a favor a Gabriel Boric, porque podría representar que un grupo importante del Partido Socialista y el PPD optó por ir a votar y se identifica más con el representante del FA, el que incluso ha hecho gestos evidentes estas semanas hacia Paula Narváez.

De acuerdo a las encuestas –que anduvieron ultraperdidas en las elecciones de convencionales, gobernadores regionales y alcaldes, especialmente Cadem–, Lavín y Jadue mantienen el liderato en sus respectivos sectores cuando se pregunta en términos amplios, estando empatados con un 14% de las preferencias, seguidos muy de cerca por Provoste. Pero también ganan cuando se les pregunta –según Criteria, la encuesta más confiable del mercado– a las personas en el contexto de las primarias. Lavín obtendría 34% y Sichel 31%, los otros dos, Desbordes y Briones, quedan muy atrás. Jadue, en cambio, le sacaría más ventaja a Boric: 56% vs. 22%. Pero aquí no se mide intención de voto y distinto es una primaria con voto voluntario. 

Más allá de las encuestas, que favorecen a Lavín y Jadue, otra cosa es el desempeño de Sichel y Boric en este período y, por supuesto, la ventaja que les da el ser “los retadores”. Es sabido que el expresidente de BancoEstado es el favorito del piñerismo y ha recibido apoyo explícito de gente de RN (Allamand) y la UDI (Chadwick), por tanto, la “máquina” de La Moneda ha puesto muchas fichas y energías en su campaña. Además, desplegó un relato de centro, pese a ser apoyado por los duros de la derecha. Boric, por su parte, se ha manejado con mucha habilidad emocional y su performance ha ido de menos a más. Tiene carisma y ha enfrentado con altura a Jadue. Si fuera por los debates y campañas, Sichel y Boric podrían amagar a Lavín y Jadue.

Por supuesto que el próximo domingo no solo estará en juego quién logra imponer su liderazgo en ambos bloques. Lavín necesita una muy buena votación para aspirar a pasar a una segunda vuelta, algo que hoy no se ve fácil. Jadue debe demostrar que es capaz de atraer a un electorado más amplio, por tanto, en caso de ganar, esa noche su relato y puesta en escena serán claves. El alcalde sabe perfectamente que, cuando Yasna Provoste oficialice su candidatura –debería ser la misma semana, ya despejadas las primarias–, la lucha principal por los votos será entre ambos. De imponerse Sichel, deberá hacerse cargo del daño que su propia candidatura provocó en RN y la UDI, más considerando que JAK entrará con todo en la disputa a partir del 19 de julio. Y de ganar Boric, el diputado tendrá que entregar una señal de unidad no solo entre el FA y el PC, sino hacer también un llamado implícito al mundo PS-PPD, para evitar que se inclinen por Provoste.

Pero también será relevante lo que pase con Mario Desbordes e Ignacio Briones. Una votación muy escuálida del expresidente de Renovación Nacional provocará que el quiebre en ese partido sea inevitable y que la pasada de cuentas mutua entre el sector duro y el más cercano al centro sea brutal. Y aunque Briones es el que tiene menos que perder en lo personal, el costo para Evópoli será grande, con una votación de alrededor de 3 o 4 por ciento versus el 15,4 por ciento que alcanzó Felipe Kast en 2017. El partido más leal con Piñera se habrá llevado todo el peso de haber apoyado a un Gobierno con el nivel de adhesión ciudadana más bajo desde 1990. 

Y, claro, porque a partir del lunes siguiente comenzarán las conversaciones para definir los cupos parlamentarios y un buen o mal resultado resulta clave a la hora de negociar.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
Publicidad

Tendencias