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Fuego cruzado en el PDG: diputados llaman a renovar directiva nacional, tras perder la presidencia de la Cámara Baja PAÍS Foto: Agencia UNO

Fuego cruzado en el PDG: diputados llaman a renovar directiva nacional, tras perder la presidencia de la Cámara Baja

Luego que desde el partido reconocieron un «quiebre interno», tras la votación dividida de sus parlamentarios ante la presidencia de la Cámara de Diputadas y Diputados, que finalmente favoreció al oficialismo, los parlamentarios que apoyaron a Víctor Pino y a Miguel Ángel Calisto —en coordinación con la derecha— lanzaron dardos hacia su propia mesa directiva, acusando presiones para votar por Vlado Mirosevic —quien finalmente se quedó con la testera—. Yovana Ahumada, Víctor Pino, Roberto Arroyo, Enrique Lee y Gloria Naveillan, adhirieron a una declaración en la que consideraron que esta actitud de la Directiva Nacional del PDG es «la ‘guinda de la torta’ que corona una serie de situaciones no aclaradas que se les han hecho ver». Bajo esa consigna, también consideraron que «ya es hora de llamar a elecciones, transparentes y democráticas de todos los órganos del PDG», ya que «los desafíos que va a enfrentar el partido de acá en adelante, requieren de una directiva electa democráticamente y no designada por secretaría».


Apuntando a su propia directiva, los diputados Yovana Ahumada, Víctor Pino, Roberto Arroyo, Enrique Lee y Gloria Naveillan, dieron cuenta de lo que consideraron fueron dos hechos de suma gravedad para la bancada del Partido de la Gente (PDG), tras perder la elección de la presidencia de la Cámara de Diputadas y Diputados en la que Vlado Mirosevic (Partido Liberal – Socialismo Democrático) resultó victorioso.

Recordemos que el Partido de la Gente (PDG) y la Democracia Cristiana (DC) —que incluso tuvo a un candidato apoyado por la oposición— no lograron unir sus fuerzas y sus militantes votaron divididos. Ambas fuerzas políticas eran parte del acuerdo de marzo con el oficialismo, que se rompió luego que ambas colectividades se negaran a apoyar a la candidata del Partido Comunista (PC) Karol Cariola para la presidencia de la Cámara Baja.

Desde La Moneda, ante la retirada de Cariola, se levantó la opción de Mirosevic, que concitó el respaldo de algunos independientes y de una parte de la DC y del PDG. En tanto, en la oposición intentaron promover la opción del diputado del PDG Víctor Pino, pero terminaron votando por el DC Miguel Ángel Calisto. De todos modos, ninguno de estos dos partidos logró alinear a sus militantes.

En la DC, pese a que Calisto fue el candidato de la oposición, solo cuatro de los siete diputados de la bancada falangista lo apoyaron. Estos fueron Eric Aedo, Joanna Pérez, Jorge Saffirio, y el propio Calisto. En tanto, Héctor Barría, Ricardo Cifuentes y Alberto Undurraga votaron por Mirosevic.

El caso del PDG fue similar; cuatro militantes apoyaron a Calisto y tres a Mirosevic, Enrique Lee votó en blanco y Gaspar Rivas no votó. En detalle, mientras que Rubén Oyarzo, Francisco Pulgar y Karen Medina se inclinaron por Mirosevic, Ahumada, Pino, Arroyo y Naveillan apoyaron a Calisto. Estos últimos abordaron el «quiebre» denunciado por el mismo partido.

Primero, «fuimos testigos de cómo algunos miembros de nuestra bancada le soltaron la mano y le dieron vuelta la espalda a uno de los nuestros, atendiendo a sus intereses personales en perjuicio de los intereses de nuestra gente. La lealtad es un principio intransable», señalaron. Junto con ello, los diputados «no descolgados» del PDG afirmaron que sus pares «han desconocido un proceso democrático interno de la bancada que determinó, por la mayoría absoluta de sus miembros, que el diputado Víctor Pino, sería quien representaría a la bancada como candidato a la presidencia de la Cámara». Dicho proceso, precisaron, «fue realizado el día sábado recién pasado por la noche, y no tuvo reparos al momento de realizarse».

Estos hechos de «suma gravedad» fueron denunciados por los diputados del PDG que optaron finalmente por Calisto, luego que, tras una reunión post votación de la presidencia de la Cámara Baja, el partido reconoció que «se ha generado un quiebre interno«.

Los diputados aclararon, a través de una misiva posterior a la de su partido que evidenció la fisura, que «8 de 9 miembros de la bancada decidieron suscribir un nuevo acuerdo con solo 1 abstención, del diputado Pulgar. Y en una segunda votación, para elegir al candidato a la presidencia de la Cámara, se propusieron 2 candidatos, la diputada Karen Medina y el diputado Víctor Pino, la primero obtuvo 2 votos, por lo que por mayoría se impuso el diputado Pino».

Sin embargo, acusaron que minutos antes de la sesión, y luego de sostener una última reunión con la Ministra de la Secretaría General de la Presidencia (Segpres) Ana Lya Uriarte, y recibir a la Directiva Nacional invitada por el diputado Rubén Oyarzo, «estos diputados decidieron cuestionar este proceso sin argumentos».

A juicio de los diputados del PDG que apoyaron a Pino y a Calisto, «estas actitudes son una falta de respeto a las bases». Agregaron que «no podemos desconocer procesos democráticos porque no nos gustan los resultados» y enfatizaron que «nosotros vinimos a cambiar la forma de hacer política, no a tomar las malas costumbres de un sector, que busca imponer por la traición la voluntad de una minoría».

La «guinda de la torta» que corona una serie de situaciones no aclaradas

De acuerdo a la declaración de los diputados «no descolgados» del PDG, hubo «presiones ejercidas para pedir nuestros votos a la izquierda». En ese sentido, aseguraron que previo a la elección del presidente de la Cámara «tuvimos la repentina visita en las oficinas parlamentarias de los diputados Medina y Oyarzo de la ministra Ana Lya Uriarte».

Sin dar mayores detalles sobre dicha reunión, a estas «presiones», según los parlamentarios, «se sumó la Directiva Nacional del Partido de la Gente, quienes siempre insistieron en que apoyáramos a la izquierda, y a pesar de haber declarado a los diputados que ‘respetarían y apoyarían la decisión mayoritaria de la bancada’, esto no fue así». Es más, afirmaron que incluso «se negaron a realizar la consulta digital para que las bases decidieran si apoyábamos o no a Karol Cariola». En ese sentido, apuntaron a la declaración del partido en la que se evidenció el quiebre interno.

«Consideramos inaceptable que se enviara al Tribunal Supremo del partido a ‘amenazar’ a nuestra Jefa de Bancada para que mantuviera el acuerdo con la izquierda. Inclusive, contraviniendo nuestros estatutos y reglamento, dichos miembros de Tribunal Supremo que profirieron dichas amenazas, se reunieron la noche del lunes 7 de noviembre a las 22:00hrs, con la Directiva Nacional, para planear su comunicado con el único interés de pedir nuestra salida y hacerse del control de todo nuestro partido», fustigaron.

Los diputados Ahumada, Pino, Arroyo, Lee y Naveillan consideraron que esta actitud de la Directiva Nacional del partido es «la ‘guinda de la torta’ que corona una serie de situaciones no aclaradas que se les han hecho ver». Bajo esa consigna, también consideraron que «ya es hora de llamar a elecciones, transparentes y democráticas de la Directiva Nacional y de todos los órganos del PDG», ya que «los desafíos que va a enfrentar el partido de acá en adelante, requieren de una directiva electa democráticamente y no designada por secretaría».

«Hacemos un llamado a las bases y los adherentes a salvar al Partido de la Gente y exigir elecciones libres, transparentes y democráticas», sentenciaron.

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