Futuro preocupante

La estrepitosa derrota de la sub-23 de Chile ante S. Wanderers por 5-0, motivó declaraciones sinceras y duras por parte de Eduardo Berizzo: “Estos errores enseñan. No podemos jugar así”.

El tema de fondo es que con las clasificatorias comenzando en un par de meses, las dudas del proceso encabezado por el argentino aumentan día a día. Y lo preocupante es que muchos jugadores jóvenes que podrían sumarse al proceso, no logran convencer en sus equipos y en la Roja.

Otra radiografía clara de la situación es ver el momento de los referentes; titularidades y categorías de equipos en los cuales militan. Bravo, Medel, Aránguiz y Vidal, por ahora alternan. Sánchez por ahora es el único titular.

Después viene un grupo de futbolistas que siguen estando en la cuerda de la incertidumbre. Otro ejemplo de ello es Erick Pulgar. Llegó a Flamengo y prácticamente no jugó nada. Siguiendo a los más jóvenes, Marcelino Núñez perdió estelaridad, Diego Valencia no suma minutos y así podemos seguir encontrando situaciones similares.

Por eso que los trabajos de la sub-20 y sub-23 son claves para poder revitalizar un plantel que fue ganador y muy competitivo. Se necesita, de forma urgente, que asuman esas responsabilidades y Berizzo pueda tener más contingente. Si bien hay nombres que generan cierta esperanza, como Darío Osorio, Lucas Assadi, Alexander Aravena, Gonzalo Tapia, Clemente Montes, Alexander Oroz y alguno más, deben ratificar todo ese potencial semana a semana, pero también a nivel internacional.

Y es ahí donde recae la responsabilidad del entrenador nacional. Darles ese impulso necesario para que puedan sumar horas de vuelo, competir ante los mejores y asumir los riesgos de poder foguearlos. Parece ser la fórmula más concreta. Nadie está pidiendo retirar a las glorias de la generación dorada, ellos son claves en esta adaptación y consolidación de los más noveles.

Estamos en un estado crítico y seguramente el propio Berizzo lo entiende y siente así. No ha podido ganar y, aunque son partidos de preparación, cada seleccionador requiere sumar victorias para la consolidación de la idea y la estabilidad del proyecto.

Hay que seguir atentos el desarrollo de este camino. Chile no puede darse el lujo de quedar fuera de un tercer mundial consecutivo, sería un desastre total. Nada garantiza esto, pero el momento actual de nuestras selecciones no es auspicioso, al contrario, es preocupante y prende todas las alarmas.

Y los cálculos pasan por que si bien aumentaron los cupos para el próximo mundial, hay dos que descartar de plano. Brasil y Argentina van a estar. Ecuador y Uruguay hoy están un peldaño arriba nuestro. Colombia, Venezuela y Paraguay, en el papel, serán los rivales directos en esta lucha y la Bolivia de Gustavo Costas hará mucho daño. La incertidumbre vendrá de la mano de Perú y un proceso exitoso que encabezó Gareca y que está pasando por una crisis muy similar a la nuestra.