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La “Crespa” retuvo su corona ganando de punta a cabo

La “Crespa” retuvo su corona ganando de punta a cabo

Carolina Rodríguez, monarca mundial de peso gallo reconocida por la Federación Internacional de Boxeo (FIB), fue muy superior pugilísticamente hablando a una retadora japonesa que, más allá de una pegada más que respetable, careció de fundamentos técnicos para sustentar sus posibilidades.


Cuando en el Gimnasio Sokol, de Antofagasta, sonó la campanada final, no había ni la más mínima duda acerca del resultado. Carolina “Crespa” Rodríguez había defendido exitosamente por tercera vez su corona del mundo de peso gallo, reconocido por la Federación Internacional de Boxeo, venciendo con absoluta amplitud y claridad a una Tenkai Tsunami que, salvo un arresto final, nunca había podido ejercer presión sobre la campeona mundial.

Y es que, pugilísticamente, el record de una y otra anticipaba un tradicional choque de estilos: la lucha entre la boxeadora y la fajadora de manos más que respetables. Eso quería decir que la “Crespa”, salvo un descuido fatal, estaba destinada a dominar la pelea de principio a fin, tal como ocurrió.

La Tsunami nunca pudo prevalecer. La noqueadora, por más dura que tenga sus manos, necesita de mayores fundamentos técnicos que los que pudo exhibir la japonesa. Necesita acortar distancia, llevar a la pelea al terreno que le conviene y, a partir de allí, desbordar a su rival o al menos proponer un sostenido cambio de golpes.

Para lograr eso, sin embargo, la japonesa requería de recursos que no exhibió, a saber, un “jab” profundo y golpes cruzados o ascendentes capaces de vulnerar la defensa de Carolina Rodríguez. Apenas mostró una derecha en recto de potencia evidente, pero una izquierda de pobrísima factura técnica. Y sucede que es un buen trabajo de la mano izquierda la que cimenta cualquier posibilidad de victoria.

Cambiando permanentemente de guardia, pegando y saliendo rápido del alcance de Tsunami, la “Crespa” dominó las acciones en forma incontrarrestable, al punto que ganó todos los rounds. Es cierto que hubo un par de asaltos un poco más parejos que otros (dos), sólo que, incluso en esa instancia, y con el nuevo predicamento de votar siempre por un ganador, por más leve que haya sido su superioridad, la puntuación fue de todos modos a favorecer a la chilena, que de esa forma se impuso de punta a cabo.

Incluso en el cuarto asalto Carolina Rodríguez derribó a la japonesa. Para nosotros fue un “cross” de izquierda que la pilló mal parada. Para la jueza Sparkler Lee, en cambio, había sido un empujón y por lo mismo no aplicó la cuenta de protección.

Sabedora de que por puntos la pelea la perdía irremediablemente, Tenkai Tsunami intentó en los últimos tres asaltos meter esa mano salvadora. Pero cada vez que llegó al cuerpo y al rostro de la “Crespa” -muy pocas veces, en realidad- se encontró con la réplica oportuna y certera de la chilena, que por fundamentos boxísticos fue siempre inmensamente superior.

Desesperada frente a su inminente derrota, Tenkai Tsunami salió a disputar el décimo y último round decidida a jugarse el resto, a agotar su última cuota de la poca energía que le iba quedando. Pero fue inútil. Al final terminó lanzando golpes por pura inercia, pero exponiéndose, como ocurrió, al permanente y veloz contragolpe de la chilena.

Carolina Rodríguez agotó con este combate su repertorio de defensas opcionales. Tendrá, ahora, que exponer su corona frente a la número 1 del ranking mundial de peso gallo de la FIB o, en su defecto, enfrentar a aquella rival que el organismo le designe. Es de esperar que esa pelea mandatoria pueda llevarse a cabo en el país, porque, siendo bastante buena técnicamente hablando, la “Crespa” carece de golpe definitorio y eso, fuera de su casa, le puede costar caro.

La votación de los jurados dejó en claro la inmensa superioridad de la chilena. Luis Valenzuela votó 98-92, Ricardo Smith 99-91 y el uruguayo Aníbal Andrade 100-91. La tarjeta de El Mostrador: 100-90.

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