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Las alteraciones de la biósfera y los futuros posibles CULTURA|CIENCIA Crédito: Koji Furukawa

Las alteraciones de la biósfera y los futuros posibles

El cambio climático es un reto global que no tiene fronteras. Para combatirlo, requiere del trabajo coordinado de todas las personas que habitamos el planeta, pero sobre todo de la gobernanza de las autoridades. En esto concuerdan los expositores, quienes fueron los encargados de presentar esta temática en Congreso Futuro 2019; Carolina Schmidt, ministra de Medio Ambiente, la bióloga Brigitte Baptiste, el peleontólogo Mark Williams, el ingeniero ambiental Marcelo Mena y el biólogo Pablo Marquet.


“Los humanos como agentes de cambio” fue una de las frases más escuchadas en el panel llamado “El costo del cambio climático”, el cual buscó evidenciar los problemas ambientales, sociales y culturales que han ido en perjuicio del planeta; sin embargo, se resaltó que el ser humano tiene el poder y el deber para actuar y no seguir alterando el ecosistema.

La encargada de abrir las ponencias fue Carolina Schmidt, ministra de Medio Ambiente, quien se centró en la realidad nacional y en los problemas de emisiones de dióxido de carbono que enfrenta el país y los incendios forestales ocurridos a principios del 2017, emergencia ambiental que concluyó con un 17% del bosque nativo quemado.

Con respecto a la emisión de gases, la ministra señaló que “como país hemos disminuido la intensidad de emisiones en un 10% desde el 2007”, manifestando que Chile ha sido capaz de crecer económicamente, pero sin aumentar las emisiones.

Además, Schmidt señaló que Chile es la Arabia Saudita de la energía solar y que, entre 2014 y 2018, “se duplicó la participación nacional en energías renovables”. En materia legislativa, añadió, se está trabajando en la Ley Marco, esencial para afrontar el cambio climático. Se espera que en el mes de agosto ingrese el proyecto al Congreso.

El problema del cacao

El turno siguiente lo ocupó la bióloga y directora general del Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt, Brigitte Baptiste, quien ejemplificó la crisis climática con la producción de cacao, materia prima del chocolate.

“¿Cómo usar el Chocolate para estudiar el costo del cambio climático?” fue la pregunta que se planteó la bióloga, quien respondió que “se está deforestando el Amazonas para sembrar cacao. Es una de las contradicciones ambientales”.

El cacao, al igual que muchas especies de la tierra, requiere de microorganismos que se encuentran en el suelo y que son muy particulares, pero también requiere de polinización y, en el caso del cacao, son 35 insectos los que lo polinizan, por lo que estos mosquitos necesitan condiciones que solo se producen en lo silvestre. Lamentablemente, el ser humano está destruyendo ese hábitat.

“Necesitamos un modelo de comunicación efectiva en que todos los actores de la producción del chocolate entiendan que el cacao se debe dar en ciertas condiciones y eso hay que salvaguardarlo”, señaló Baptiste, aludiendo a que todas las especies, ya sean vegetales o animales, deben crecer en un determinado ecosistema.

Cambio en la economía

Más tarde, fue el turno del ingeniero civil en bioquímica y gerente de Innovación y Mercados de Carbono del Banco Mundial, Marcelo Mena, quien manifestó que la economía debe cambiar para revertir la crisis climática, por lo que señaló que “una persona que hoy entró a 1° básico, cuando egrese de 4° medio tendrá que haber cambiado completamente la economía, o sea, en 12 años el sistema económico deberá ser totalmente distinto”, manifestó.

Además, Mena puso énfasis en la próxima revolución de la humanidad: el almacenamiento de energía. Lo anterior tiene implicancias en trasporte y la implementación de la electromovilidad. Con respecto a la extracción de materias primas, el bioquímico indicó que “se requiere minería sustentable y sensible al clima”.

Por su parte, el paleontólogo y experto en biósfera, Mark Williams, fue tajante al decir que “Los humanos son agentes del cambio biológico en la atmósfera”, por lo que expuso cuatro formas en que nuestra especie ha alterado el planeta.

El cambio uno son los enormes recursos de energías tomadas desde la biósfera, como los animales, plantas, océanos, energía fósil, entre otros. El otro cambio que evidencia Williams  tiene que ver con la reubicación de plantas y animales, vale decir, trasladarlos de un ecosistema a otro, por lo que el tercer cambio impuesto por el humano son los ecosistemas modificados por nuestra especie, mientras que el último cambio es la tecnósfera, el sistema emergente global donde se comunican humanos y artefactos tecnológicos.

El último científico en exponer fue el biólogo Pablo Marquet, quien abrió su charla “Ecología, complejidad y cambio global en la era posthumanista” mencionando un experimento realizado con bacterias.

Postmodernismo y posthumanismo

Para entender el origen de la diversidad existe el estudio de un cultivo bacteriano. En un recipiente se pusieron bacterias y estas, después de un tiempo, lograron crecer, puesto que transformaron su “planeta” (ecosistema) en otro. Luego de cinco años de experimento “las bacterias cambiaron, puesto que su ambiente cambió”, señaló Marquet.

Además, expuso sobre el postmodernismo, pensamiento que desmonta y cuestiona el dominio de la razón. Dentro de esta corriente se encuentra el posthumanismo, que cuestiona la noción cartesiana de que la diferencia entre lo humano y todas las otras especies estaría en la facultad de la razón y el uso del pensamiento.

“¡Nada tiene sentido fuera de la biología!”, señaló Marquet, quien agregó que “la materia adaptativa cambia y transforma su ambiente, por lo que en este proceso se cambia a sí misma”.

Para concluir, el científico indicó que en “el cambio climático todas las alteraciones en la biósfera están conectadas, pero no se sabe qué va a ocurrir con estas interacciones,  por lo que existen varios futuros posibles”.

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