Los dichos del Presidente en Nueva York sobre la situación de la «zona de sacrificio» de Quintero y Puchuncaví causaron gran molestia en las distintas agrupaciones pertenecientes a las denominadas “zonas de sacrificio”, que creen que aún no se han solucionado sus problemas [ACTUALIZADA]
En su discurso ante la 74 Asamblea General de Naciones Unidas, el Presidente Sebastián Piñera ejemplificó la crisis ambiental que vive el mundo con la que vivió Quintero y Puchuncaví hace un año. Un día antes, luego de su participación en la Cumbre Climática que también se realizó en Nueva York, el Mandatario pidió “disculpas” por las zonas de sacrificio.
Sin embargo, pese al mea culpa presidencial, sus dichos causaron gran molestia en las distintas agrupaciones pertenecientes a las denominadas “zonas de sacrificio”, que creen que aún no se han solucionado sus problemas.
«Nos muestra la falta de respeto y empatía que el Gobierno tiene con las zonas de sacrificio. Lo que ellos están haciendo es levantar una imagen de Capitán Planeta, que nunca han tenido», dijo Priscila Pacheco, presidenta del movimiento ciudadano Salvemos Quintero, a Radio Bío Bío.
Por su parte, la presidenta de la Agrupación de Mujeres en Resistencia de las Zonas de Sacrificio, Kata Alonso, indicó al mismo medio que el discurso de Piñera “no es suficiente”. “Nosotros necesitamos medidas concretas, no necesitamos más anuncios. Tiene que tomar acciones rápidas, como cerrar las termoeléctricas a carbón”, añadió.
En su discurso en la cumbre de la ONU en Nueva York, marcado por el tema medioambiental, el Presidente dedicó parte de su intervención a la situación de Quintero-Puchuncaví.
“En esta misma tribuna, el año pasado reconocí algunos errores y problemas en mi país y me referí a lo que ocurría en algunas zonas que han sido denominadas “zonas de sacrificio” y que causaron un grave daño a miles de personas. Pero no basta con reconocer, también hay que tomar acción”, partió señalando el Mandatario.
Por eso, aseguró Piñera, “los problemas de contaminación y de intoxicación que afectaron a muchas personas en las comunas de Quintero y Puchuncaví fueron un problema frente al cual asumí el compromiso de enfrentarlo con decisión, voluntad y urgencia. Y quiero decir que hoy tenemos en marcha un renovado y exigente Plan de Descontaminación en esas comunas”.
Sin embargo, este discurso de Piñera también fue criticado por organizaciones ambientalistas y dirigentes de oposición. En declaraciones a El Mostrador Estefanía González, coordinadora del área de Clima de Greenpeace, «ese renovado y exigente plan de descontaminación” del que habla Piñera “ni siquiera cumple con los estándares de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Ese plan de descontaminación no solamente es tardío, además no se adecúa a la realidad que la gente está viviendo hoy día en Quintero, donde hay varamientos de carbón prácticamente todos los días, donde la norma de dióxido de azufre tiene unos peak por sobre lo que recomiendan las organizaciones internacionales con respecto a la salud”.
En tanto, para el diputado por la zona de Quintero-Puchuncaví, Diego Ibáñez (Convergencia Social), el discurso de Piñera es insuficiente, porque que «aún se esperan medidas urgentes para mejorar el hospital de Quintero o mejorar la normas de calidad ambiental, crear una normativa de arsénico, que es una locura que no exista, solo por mencionar algunos padecimientos».
«Las zonas de sacrificio en Chile, que son cinco, concentran casi la totalidad de las termoeléctricas a carbón. Una medida que realmente refleje el compromiso que dice el Presidente habría sido acelerar el cierre de estas, sin embargo, ha decidido alargar el proceso para 20 años más. Eso no refleja prioridad ni el liderazgo ambiental que dice tener», agregó el parlamentario.
Cabe recordar que el lunes, luego de su participación en la cumbre de acción climática de la ONU, y ante una consulta de la prensa, Piñera señaló que “les pido disculpas, porque este es un tema que se arrastra hace 50 años y durante demasiadas décadas hemos ido acumulando contaminación y formando lugares donde viven seres humanos, familias, mujeres, niños en las llamadas zonas de sacrificio”.
Después agregó que en Chile «no queremos ninguna zona de sacrificio y por eso hemos tomado acción, porque no basta con denunciar se requiere también resolver”.
Finalmente, el Mandatario aseveró que a pesar de las situaciones críticas vividas en Quintero y Puchuncaví, “todo está cambiando para mejor”.