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Paro nacional: fortalezas y limitaciones de protestas chilenas MERCADOS|BLOOMBERG

Paro nacional: fortalezas y limitaciones de protestas chilenas

Los manifestantes esperaban que el paro aumentara el costo económico de los disturbios, aumentando la presión sobre el gobierno para que ceda ante exigencias de una mejor atención médica, educación, pensiones y transporte. Tal como sucedió, se reflejaron las limitaciones de un movimiento masivo que permanece en gran medida sin líder. Sin embargo, esto sería un pequeño consuelo para el gobierno.


Un paro nacional no logró paralizar a Chile el martes, pero dio poco respiro a un gobierno desestabilizado por los peores disturbios civiles vistos en una generación.

Mientras que trabajadores portuarios y algunos mineros dejaron de lado sus herramientas, el sistema de transporte público de Santiago siguió funcionando, las obras de construcción continuaron y los almacenes permanecieron abiertos. Muchas de las minas privadas de cobre en el norte no se vieron afectadas.

“Los puestos fronterizos y los aeropuertos funcionan normalmente”, dijo el subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla. “La convocatoria en el paro ha sido bastante baja” en el sector estatal.

Los manifestantes esperaban que el paro aumentara el costo económico de los disturbios, aumentando la presión sobre el gobierno para que ceda ante exigencias de una mejor atención médica, educación, pensiones y transporte. Tal como sucedió, se reflejaron las limitaciones de un movimiento masivo que permanece en gran medida sin líder. Sin embargo, esto sería un pequeño consuelo para el gobierno.

“El paro mostró que esto no se resolverá con una simple lista de exigencias, sino a través de un largo y complejo proceso de diálogo con los ciudadanos”, dijo Noam Titelman, asistente de investigación de la Universidad de Chile.

Las protestas y disturbios han ignorado a partidos políticos, movimientos sociales e incluso sindicatos, dijo.

Nueva Constitución

“Le ha ido mal a cualquiera que haya intentado convertirse en su portavoz”, dijo Titelman.

Como ejemplo, miles asistieron el martes a nuevas manifestaciones en Santiago y otras ciudades importantes, bloqueando las vías principales en protestas en gran medida pacíficas. Sin embargo, no hubo oradores públicos en los eventos.

En un intento por aplacar a los manifestantes, el gobierno de centroderecha de Chile dio su respaldo a los planes de redacción de una nueva Constitución el domingo.

El anuncio creó casi pánico en los mercados financieros, que temían que una nueva Constitución socavara las políticas de libre mercado que han generado una enorme riqueza en Chile y una enorme desigualdad. El peso cayó hasta 7% en los últimos dos días, tocando un mínimo histórico, mientras que el índice bursátil de referencia IPSA cayó 3,6% durante el mismo período.

Solo una intervención verbal del banco central, que dijo que tenía las herramientas disponibles para controlar la volatilidad, evitó que el peso bajara aún más.

Mientras las protestas culminan ya casi la cuarta semana y la policía se prepara para otra noche de enfrentamientos, la agitación social de Chile no muestra signos de llegar a su fin.

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