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Por qué no se debe extraer las garras a los gatos Mascotas

Por qué no se debe extraer las garras a los gatos

Esta semana, Nueva York se convirtió en el primer estado estadounidense en prohibir la extirpación de las garras de los gatos, poniendo en relieve un tema que en muchos casos es considerado por expertos perjudicial para estos animales. Y es que puede causarles distintos problemas, como trastornos conductuales y dolor crónico.


Es común ver que los gatos arañen objetos verticales, ya que es una de las formas naturales que tienen para comunicarse e interactuar socialmente con sus pares. Sin embargo, hay algunos dueños de estas mascotas que consideran que esta es una conducta anormal, decidiendo desungular, es decir, amputar la primera falange del animal. ¿Qué quiere decir esto? Que le extraen sus garras por completo.

La decisión de desungular suele estar asociada a manifestación de trastornos conductuales que exacerban el arañando, por lo que se decide extraer la garra. Está práctica -prohibida en muchos países- puede ser perjudicial para el bienestar del animal.

“Que un gato rasque y arañe superficies verticales e incluso horizontales, es absolutamente normal. Es una manifestación de su repertorio conductal, que les permite comunicarse visual y olfativamente con otros gatos y marcar su territorio. Sin embargo, existen casos que lo practican en exceso, lo que se debe a una conducta patológica que debe ser diagnosticada y tratada por un profesional”, señala María José Ubilla, directora de la Comisión Permanente de Tenencia Responsable del Colegio Médico Veterinario de Chile (Colmevet).

La especialista explica que al extraer por completo la primera falange y la garra, “el gato pierde parte de su capacidad de comunicación e influye en su comportamiento de territorialidad, lo genera, entre otros problemas, frustración (estado emocional negativo), incomodidad y dolor crónico, es decir, se afecta su bienestar físico y mental».

“Si el gato está presentando una conducta de arañado poco normal, se debe diagnosticar con un médico veterinario etólogo que pueda revisar qué está pasando, de manera de tomar las medidas que puedan ayudarlo y que no signifique tener que privarlo de una de sus herramientas más características”, concluye Ubilla.

La desungulación no es una practica prohibida en Chile. Aún así, la Ley 21.020 sobre Tenencia Responsable y Animales de Compañía es clara en la penalización de acciones que causen daño a un animal.

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