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Catad’Or Wine Barra, un maridaje perfecto en Hotel Cumbres Lastarria Gastronomía

Catad’Or Wine Barra, un maridaje perfecto en Hotel Cumbres Lastarria

Hace muy poco se estrenó Catad’Or Wine Barra, la nueva propuesta de Hotel Cumbres Lastarria para el primer piso del edificio, que combina la mejor colección de etiquetas de vino con la premiada gastronomía de Claudio Úbeda.


Con salida directa a la calle y una gran terraza interior, este innovador proyecto nace al alero de una alianza estratégica entre Hotel Cumbres Lastarria y Catad’Or Wine Awards, concurso internacional de vinos, espumantes y espirituosos de 24 años de trayectoria y que se ha convertido en uno de los más importantes de Latinoamérica.

Más de 400 botellas se convierten en las protagonistas del lugar, rodeando el bar, en una despensa abierta al público -para consumo y tienda- que varía en colores y orígenes. A esta rigurosa selección de vinos, realizada por expertos internacionales, la acompaña la reconocida y también premiada cocina de Claudio Úbeda, quien desarrolló una delicada propuesta gastronómica de maridaje para completar la experiencia.

La sinergia entre los reconocidos concursos de vinos Catad’Or Wine Awards y Catad’Or Ancestral, junto a la recientemente lanzada Latin American Wine Guide del Master of Wine británico Alistair Cooper conjuntamente a Catad’Or, sumado a la expertise del sommelier profesional Rafael García y Santos, han puesto en Lastarria una de las ofertas de vinos más ambiciosas de la escena gastronómica del país.

Cepas clásicas y por conocer

En este lugar, las viñas establecidas comulgan con pequeñas producciones, tanto de enólogos con reconocida trayectoria en grandes empresas, como de productores campesinos con métodos ancestrales y cepas patrimonniales que datan de la colonia y que difícilmente logran comercializarse en los restaurantes y bares de la ciudad. En este bar se trabaja con alrededor de 60 proveedores solamente de vino.

Algunos imperdibles para los más osados, y pensando en la temporada estival que se acerca, pueden ser los Cinsault del Valle del Itata. Aunque si de vinos veraniegos hablamos, la variedad de Pinot Noir que ofrecen va desde el norte chico hasta el Lago Ranco, además de una gran oferta de espumantes, blancos y rosados.

Aunque si los tintos más gruesos son lo deseado por parte del comensal, la cantidad de Carignan provenientes del secano
maulino son también muy apetecidos, al igual que los diferentes Syrah de la extensa costa chilena, los Carménère del sector de Cachapoal y el sinfín de terroirs que potencian al Cabernet Sauvignon como la cepa más plantada del país.

Pero no sólo de Chile vive el vino. En el variado mar de etiquetas disponibles también se encuentran referencias de países miembros del Mercosur, varios Malbec mendocinos, Tannat uruguayos, burbujas de la Serra Gaúcha brasileña y hasta un Albariño charrúa, un Torrontés salteño y un Tannat de Tarija Bolivia, entre otras cosas más. En un corto plazo, aspiran ampliar las fronteras e incorporar productores del viejo mundo, empezando por España, Portugal, Francia, Italia y Alemania.

La selección de vinos por copa cambia quincenalmente, dando a los comensales la posibilidad de probar nuevos y variados vinos cada vez que visitan el lugar. Siempre pensados en acompañar la gastronomía del destacado chef Claudio Úbeda.

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